Representantes del Sur afirmaron en la Asamblea General de la ONU que la liberalización del comercio y la apertura de mercados están matando a las frágiles economías de algunos de los países más pobres del mundo.
El primer ministro de Malasia, Mahathir Mohamad, comentó esta semana en la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), con su habitual sarcasmo, que las naciones ricas insisten en que se nivele el terreno en el cual se realiza la matanza, "y dicen que así la competencia será justa".
Quejas contra la globalización de la economía provinieron de países en desarrollo como Bhután, Jamaica, Malasia y Tanzania, cuyos representantes señalaron que el libre comercio y el cese de controles al movimiento de divisas ha enriquecido a algunas naciones y ha hecho cada vez más pobres a todas las demás.
Mahathir, cuyo país fue casi devastado por especuladores monetarios occidentales, admitió que el flujo irrestricto de bienes y servicios a través de las fronteras podía resultar beneficioso durante un tiempo, pero pronosticó que "terminará destruyendo muchos mercados".
"El resultado será una contracción del comercio mundial. El mundo se empobrecerá más debido al libre comercio", aseguró.
El primer ministro malasio señaló que las reglas del juego para las naciones pobres fueron establecidas por los ricos y poderosos.
Esas reglas buscan que "el mundo no tenga fronteras, y que los capitales, bienes y servicios circulen libremente entre los países, sin tasas discriminatorias para proteger industrias o productos locales", explicó.
Los países ricos dicen que la economía mundial debería ser un campo de juego nivelado, en el cual no se impongan condiciones a los bancos internacionales y los hombres de negocios que desean operar en naciones en desarrollo, sino que se les permita actuar en las mismas condiciones que los empresarios locales, añadió.
"Pero, ¿puede ser justa una competencia entre gigantes y enanos, incluso en un campo de juego nivelado?", preguntó.
El presidente de Tanzania, Benjamin William Mkapa, también se mostró escéptico respecto de la globalización en su discurso ante la Asamblea General de la ONU.
"Al entrar en el siglo de la globalización, todos los gobiernos del mundo deben preguntarse si estamos globalizando la prosperidad o la pobreza", expresó.
Mkapa sostuvo que el proceso de globalización y liberalización tuvo graves repercusiones sobre la posición en la economía mundial, el desarrollo, la naturaleza de las políticas económicas y la soberanía de los países africanos y de otras naciones en desarrollo.
"¿Estamos esforzándonos por evitar los extremos de opulencia y pobreza, o tratamos de crear eufemismos para referirnos a la pobreza, pensando que así desaparecerá?", preguntó.
El presidente de Tanzania señaló que las familias africanas consumen, en promedio, menos que hace un cuarto de siglo, pese a los positivos logros macroeconómicos de los últimos años.
"La comunidad de naciones debe repensar los mecanismos y las políticas que sostienen el funcionamiento de la economía mundial, y crear un ambiente propicio al rápido desarrollo de los países más pobres", enfatizó.
Mkapa opinó que el juicio sobre la ONU en el siglo próximo dependerá, entre otras cosas, del modo en que encaren estas cuestiones, y en especialmente las vinculadas con el desarrollo.
El canciller de Jamaica, Seymour Mullings, aseguró por su parte que la ortodoxia actual del libre mercado y el modelo de desarrollo basado en la liberalización, la desregulación y la privatización no están produciendo los beneficios prometidos en materia de aumento del comercio y de las inversiones.
"Hay una evidente necesidad de revisar las recetas y promover una política de desarrollo que tome más en cuenta el contexto socioeconómico específico de los países en desarrollo, creando a la vez condiciones más equitativas en las relaciones económicas internacionales", afirmó ante la Asamblea General.
Las diferencias en la dotación de recursos, las ventajas iniciales en el terreno de la modernización de los procesos productivos, la acumulación de capital y el desarrollo tecnológico han ayudado a consolidar el predominio de los países desarrollados en la producción y el comercio, añadió.
"No será fácil que quienes comenzaron más tarde logren cerrar la brecha", advirtió.
Lyonpo Jigmi Y. Thinley, ministro de Relaciones Exteriores del reino de Bhután, admitió a su vez que la globalización ofrece oportunidades sin precedentes para un desarrollo económico sustentable.
"La paradoja es, sin embargo, que los vertiginosos procesos de cambios y ajustes han estado acompañados por una intensificación de la pobreza, el desempleo y la desorientación social", expresó ante la Asamblea General.
"El temor de que los esquemas actuales de globalización de mercados conduzcan a una mayor marginación de los países en desarrollo no es del todo infundado. Todo indica con claridad la necesidad urgente de que se establezcan vías más graduales y equilibradas para el proceso".
El canciller de Indonesia, Alí Alatas, afirmó en su discurso a ante la Asamblea General que la agenda internacional fue manejada por los países desarrollados para lograr que se abrieran las puertas a sus inversiones, flujos de capitales privados y exportaciones.
"Esto ha llevado al eclipse del desarrollo", aseguró.
La tecnología liberó el poder de la globalización, la cual ha sido usada por los fuertes para consolidar su ventaja sobre los débiles, dijo Alatas.
"Nuestra tragedia no está en nuestra ignorancia sino en el desperdicio de nuestra sabiduría, porque la verdad es que sabemos las soluciones a nuestros problemas", sentenció. (FIN/IPS/tra- en/td/mk/ego/dv ip/99)