CUBA-HONDURAS: Derecho a la salud contra dinero en litigio médico

El regreso a Cuba de una brigada médica que brindaba servicios en lugares apartados de Honduras puso sobre el tapete la vieja contradicción entre el derecho de las personas a los servicios de salud y los intereses económicos.

Los 107 médicos y auxiliares voluntarios, enviados por el gobierno de Fidel Castro a Honduras tras el paso del huracán Mitch el pasado año, regresaron a Cuba el jueves, cuando ambos países estaban por alcanzar un acuerdo que permitiera su permanencia.

Un proyecto de convenio estaba casi listo para ser firmado por los gobiernos de ambos países, pero el Colegio Médido de Honduras fijó el 30 de septiembre como fecha de finalización de la colaboración.

"Nuestros médicos no van a competir con nadie", aseguró Castro en el acto de recibimiento a la brigada médica.

El mandatario recordó que el personal cubano no ejerció la medicina en capitales ni en grandes ciudades. Fueron "a los lugares más apartados, donde muchas veces nunca ha ido un médico, o ha ido un médico cada seis meses", dijo.

"Nuestros médicos iban a trabajar sin horario, el tiempo que fuera necesario, en lugares donde no podían hacerle competencia a nadie" como parte de un proyecto que se concibió durante dos años, afirmó Castro.

Pero, añadió, "surgieron desgraciadamente injustificados celos" ocasionados por "supuestos e imaginarios conflictos de intereses"

"Los que tienen la mayor influencia en el Colegio Médico se empecinaron en la idea de que había una competencia y que sus intereses resultaban afectados", dijo Castro.

El mandatario aseguró que, a pesar de la posición del Colegio Médico de Honduras, profesionales de la salud en ese país manifestaron reconocimiento y agradecimiento a la brigada cubana y que en las últimas 48 horas solicitaron el envío de especialistas.

La alternativa ofrecida por el Colegio consistió en que las brigadas médicas permanecieran sólo tres meses, condición que Cuba descartó por lo necesario que es para este personal familiarizarse con el medio y ganar experiencia.

Tanto la brigada médica en Honduras, como las que se han desempeñado en otros países centroamericanos, han tenido que enfrentar enfermedades que apenas se reportan en la isla, como malaria.

Granma, órgano del gobernante Partido Comunista de Cuba, afirmó este viernes que el contingente sanitario prestó atención a unos 800.000 hondureños y realizó 10.000 operaciones quirúrgicas, 500 de ellas de alta complejidad.

Divididos en grupos, trasladándose a pie, en camas de camiones y botes, los médicos y técnicos de salud llegaron a 1.300 aldeas y comunidades, todas de difícil acceso y apenas sin servicios médicos.

"Le rogamos al presidente de la república (de Honduras, Carlos Flores) que se haga algo para que estos médicos vuelvan a Olancho", dijo a la prensa Samuel García, alcalde de Juticalpa, departamento de Olancho, 220 kilómetros al este de la capital.

El regreso de la brigada coincidió con una nueva alerta sanitaria en Honduras como consecuencia de las inundaciones provocadas en los últimos días por fuertes lluvias y una solicitud de ayuda del gobierno de ese país.

Las autoridades cubanas respondieron de inmediato y en el mismo avión donde regresaron los 107 médicos y auxiliares, viajaron a Honduras 32 profesionales y técnicos, entre ellos enfermeras, ginecólogos, cirujanos, pediatras, expertos en ortopedia y epidemiólogos.

Hasta agosto pasado unos 1.600 médicos y técnicos de la salud se encuentran prestando servicios en Honduras, Nicaragua, Belice, Guatemala, Haití, Africa subsahariana, Níger y Gambia, como parte de un plan cubano de "atención médica integral".

Se trata de un programa permamente de asistencia médica que propicie, además, la preparación de personal de salud en cada lugar, surgido a raíz de los daños provocados en el Caribe y en América Central por los huracanes Georges y Mitch el año pasado.

Como parte de este plan, el gobierno cubano inauguró la Escuela Latinoamericana de Ciencias Médicas, donde se preparan unos 2.000 estudiantes de 18 países y se espera otorgar becas a unos 6.000 alumnos más de América Latina y el Caribe.

Castro recordó el jueves que cada año de la carrera de medicina cuesta en cualquier país unos 30.000 dólares y, afirmó que Cuba no "robará" ni un sólo cerebro de los que se formen en la isla, como es práctica en otros centros académicos.

No se conocen datos oficiales sobre cuánto cuesta en Cuba la educación y entrenamiento de un médico hasta su graduación, pero economistas consultados por IPS calculan que el costo es de alrededor de los 14.000 dólares.

La suma, tan baja en términos comparativos, parte de los salarios que reciben los profesionales de la salud, de aquellos que imparten clases en las escuelas de medicina y del hecho de que el estudiante se incorpora desde muy temprano a las prácticas en los hospitales.

El trabajo de los estudiantes no es remunerado, como en otros países.

Cuba tiene un potencial de más de 65.000 médicos, para una proporción de uno cada 169 habitantes.

Los servicios públicos de salud llegan a los lugares más apartados de la isla. Casi la totalidad de la población esta cubierta por el sistema de atención primaria conocido como "médico de la familia".

Una resolución interna del Ministerio de Salud Pública este año reguló la salida del país del personal de salud en aquellos casos que no responda a intereses del organismo.

Se estima que unos 7.000 médicos pueden haberse asentado en otros países en los últimos nueve años, muy por encima de los 3.000 que partieron al exilio después de triunfo de la Revolución del 1 de enero de 1959 y hasta 1990, año en que comenzó la actual crisis económica. (FIN/IPS/da/mj/dv/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe