El secretario general del Consejo Mundial de Iglesias (CMI), Konrad Raiser, impulsó esta semana la labor religiosa en Cuba y reiteró su rechazo al bloqueo económico de Estados Unidos contra la isla.
En la primera escala de una gira que lo llevará a Haití, Costa Rica y Honduras, Raiser recordó la posición del CMI desde 1968. "Ustedes han sufrido y sufren los efectos desastrosos del embargo", dijo.
Para el líder religioso, ésta es una visita solidaria con las iglesias y el pueblo de Cuba "en la crítica situación económica en que se encuentran como resultado del embargo, cada vez más radical, que les ha sido impuesto por los Estados Unidos".
Cientos de personas se reunieron la noche del martes en el Teatro Mella, situado en un céntrico barrio de la capital cubana, para escuchar la prédica de Raiser, representante de la Iglesia Evangélica Alemana.
"Lo que nos une es más fuerte que lo que nos separa", dijo el religioso, que llegó a este país socialista el sábado para predicar en varios templos presbiterianos y metodistas, reunirse con dirigentes de iglesias y movimientos ecuménicos.
El líder religioso estará en la isla hasta este jueves, cuando tiene previsto viajar a Haití. El día 18 llegará a Costa Rica y su gira concluirá el día 25 tras una estancia de cinco días en Honduras.
A su llegada a La Habana, Raiser fue recibido por Caridad Diego, jefa de la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del gobernate Partido Comunista, responsable de las relaciones del Estado con las iglesias.
En un mensaje que coincidió con algunas de las posiciones asumidas por el papa Juan Pablo II durante su visita a Cuba en enero de 1998, el secretario general del CMI pidió "la reconciliación y la unión" de todos los cubanos.
"El camino de la reconciliación ha sido abierto para nosotros", dijo durante un oficio religioso celebrado en la Primera Iglesia Presbiteriana Reformada, el templo protestante más antiguo de la capital cubana.
Al mismo tiempo, Raiser resaltó la ayuda solidaria ofrecida por Cuba a varios países de Africa, a pueblos del Caribe y América Central y en especial a Honduras, en la atención a la salud de los más necesitados.
El CMI fue constituido en Amsterdam en 1948 y está integrado por 337 iglesias de más de 100 países. Entre sus miembros se encuentran dos iglesias cubanas, la Presbiteriana Reformada y la Metodista, y el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC).
La visita de Raiser a la isla da continuidad a las realizadas antes por todos los secretarios generales del CMI y tiene entre sus objetivos conocer de primera mano el lugar que ocupan las iglesias en la sociedad cubana.
El Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos incluyó a Cuba, en septiembre, entre los países donde se restringe la libertad de culto, pese a que, reconoció, es un derecho consagrado por la constitución de la isla.
"No podemos olvidar cómo en los años 60, cuando las iglesias cubanas se sintieron aisladas, fue el CMI quien propició la posibilidad de cooperación", dijo el reverendo cubano Héctor Méndez, miembro del Comité Central de la organización internacional.
Por su parte, el reverendo Pablo Odén Marichal, presidente del CIC, aseguró que espera que esta visita "ayude a entender la realidad de Cuba como país socialista, que es muy diferente a los antiguos países de Europa del este".
Las relaciones entre las iglesias protestantes y otras denominaciones evangélicas y el gobierno cubano mejoraron considerablemente en 1990, tras una reunión del presidente Fidel Castro con varios líderes religiosos.
Expertos en asuntos religiosos estiman que ese encuentro constituyó un hito en el proceso de afianzamiento y crecimiento del protestatismo en esta década.
En esa ocasión, Castro tendió puentes de entendimiento con esos sectores religiosos y admitió, incluso, la existencia en la isla de prácticas políticas y sociales discriminatorias hacia los creyentes.
"Jesucristo por todos y para todos", fue el lema que reunió a miles de personas el 20 de junio en la Plaza de la Revolución José Martí, en el centro de La Habana, como parte de una celebración evengélica nacional que agrupó a 49 iglesias de todos el país.
La jornada, sin precedentes en la isla, incluyó servicios religiosos en municipios de la mayoría de las provincias cubanas y tres de carácter nacional que fueron trasmitidos a todo el país por la televisión estatal.
Líderes de las iglesias organizadoras de la celebración tuvieron un encuentro con Castro, quien asistió a la clausura de la celebración en la capital cubana. (FIN/IPS/da/mj/ip cr/99