CUBA: Campaña contra el dengue apela a los espiritistas

Las autoridades sanitarias de Cuba iniciarán una nueva campaña contra el mosquito aedes aegypti, transmisor del dengue, que pretende sumar a amplios sectores de la población, incluidos los espiritistas.

"Como medida de prevención es conveniente, incluso, cambiar el agua de los 'vasos espirituales' cada dos o tres días", aconsejó el diario Granma, en un reporte que enumera las medidas que deben tomarse para eliminar el mosquito.

La recomendación, inusual en las páginas del órgano oficial del gobernante Partido Comunista de Cuba, apela a la comprensión de más de 7.000 espiritistas que en la isla ponen vasos de agua para acercar a los buenos espíritus y alejar a los malos.

El vaso lleno de agua, cuna ideal para la proliferación del aedes aegypti, puede verse también sobre muebles altos en cualquier casa cubana, pues hasta las personas que juran no creer en nada confían en su capacidad de atraer la buena suerte.

"Como se sabe, este mosquito es capaz de reproducirse hasta en una cáscara de huevo", comentó el periodista José Antonio de la Osa tras recordar que el ciclo de vida del aedes aegypti, desde que pone el huevo hasta que vuela, es de siete días.

Autoridades sanitarias anunciaron que tras el paso del huracán Irene, el día 15, y las torrenciales lluvias que afectaron buena parte del territorio cubano se hace necesario reforzar las acciones para el control y la eliminación del aedes aegypti.

Con ese fin, se orientó la realización una vez al mes, a partir del próximo 6 de noviembre, del Día contra el Aedes Aegypti, para realizar tareas comunitarias de erradicación con la participación de la ciudadanía.

Entre otras medidas preventivas, se recomienda tapar los depósitos de agua, perforar las latas antes de desecharlas, triturar las cáscaras de huevo, destruir los neumáticos viejos, colocar boca abajo los frascos vacíos y no mantener plantas en agua.

De acuerdo con Granma, sólo poniendo en marcha estas acciones en cada casa y barrio, "sin tener que gastar un sólo centavo", podría disminuir hasta 50 por ciento cualquier índice de infestación existente.

El viceministro cubano de Salud Pública, Raúl Pérez, afirmó que "es en la casa", con el cumplimiento de las medidas preventivas, "donde se evita de un modo importante la proliferación de los criaderos" del mosquito.

Director de Higiene y Epidemiología del Ministerio de Salud Pública, Pérez aseguró que desde 1997, cuando se reportaron unos 2.000 casos al oriente de la isla, no se ha registrado ni un solo caso de dengue autóctono.

"Al país han entrado ocho casos que han venido enfermos de otros países, porque en toda la región de las Américas existen epidemias", afirmó el funcionario.

El dengue, enfermedad que transmite el mosquito aedes aegypti, es conocida en el continente americano desde el siglo pasado.

En su forma más leve, esta dolencia provoca jaquecas, fiebre, dolores de cabeza y diarreas mientras que en su manifestación grave causa hemorragias, convulsiones e incluso la muerte.

La Organización Panamericana de la Salud indicó que en los últimos 20 años todos los países infectados con el mosquito reportaron epidemias explosivas. Sólo en América se presentan cada año más de 200.000 casos de dengue.

En Cuba, la última epidemia de dengue se reportó en 1981, cuando en sólo cuatro meses se detectaron 324.000 casos de la variante hemorrágica, y hubo 158 muertos, entre ellos 101 menores de 15 años.

Reportes oficiales indican que en la actualidad sólo en 30 de los 169 municipios del país está presente el aedes aegypti, pero los bajos índices de infestación llevan a las autoridades sanitarias a descartar la posibilidad de una epidemia.

De todos modos, el Ministerio de Salud Pública decidió iniciar la ofensiva con el fin de prevenir el sirgimiento de nuevos focos y eliminar "una gran cantidad de mosquitos adultos volantes" con fumigación intra y extradomicialiaria.

Abate, un producto contra las larvas de mosquito, será depósitado por los activistas sanitarios en los depósitos de agua de todas las viviendas de la capital cubana, mientras que en siete municipios de esa ciudad se fumigarán los interiores de las casas.

El producto también se aplicará en aguas turbias y albañales y se rociará por vía aérea en las zonas periféricas y suburbanas de La Habana, territorio que fue atravesado de sur a norte por el huracán Irene. (FIN/IPS/da/mj/he/99

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