COMERCIO: Proteccionismo agrícola aviva debates previos a Seattle

La cuestión agrícola surgió como la piedra del escándalo apenas comenzaron esta semana en la Organización Mundial de Comercio (OMC) las discusiones sobre la convocatoria a una nueva ronda de negociaciones multilaterales para profundizar la liberalización del intercambio.

La Unión Europea, Japón, Corea del Sur, Noruega y Suiza, todos con economías agrarias proteccionistas, objetaron de plano el texto presentado por el presidente del consejo general de la OMC, el tanzano Ali Said Mchumo, como borrador de la declaración ministerial que deberá debatirse en Seattle, Estados Unidos.

El bloque de europeos junto con Japón y Corea del Sur estimó que el proyecto de declaración establece un programa demasiado ambicioso en el tema de agricultura. Con ese texto, afirmaron, no están dispuestos a negociar.

En contraste, los países en desarrollo encontraron aceptable la redacción presentada por Mchumo, que resume más de 200 propuestas entregadas en los últimos meses por los 134 miembros de la OMC.

Los países del Grupo de Cairns, caracterizados por su apoyo a la liberalización del comercio agrícola, criticaron con severidad la posición de los europeos y tildaron de "poco ambicioso" el texto de la presidencia sobre agricultura.

Guillermo González, representante de Argentina, uno de los miembros de Cairns, atribuyó al grupo de países proteccionistas agrarios una actitud de "petulancia y soberbia", al amenazar con no sentarse a negociar.

El borrador del presidente del consejo general no satisfizo a la delegación de Argentina, porque carece de una declaración expresa sobre la plena incorporación de la agricultura a las normas multilaterales de comercio.

A diferencia de los bienes industriales, de los servicios y de la propiedad intelectual, la producción de la agricultura no ha sido alcanzada por la liberalización del comercio que se profundizó con la Ronda Uruguay de negociaciones, realizadas entre 1986 y 1994.

Los países del Grupo de Cairns y las naciones en desarrollo pretenden desmontar el proteccionismo de los países industrializados, que insume cada año unos 260.000 millones de dólares.

Esa cantidad es destinada, entre otras intervenciones estatales, a apoyar a los agricultores y a subvencionar la exportación de los países europeos, y a financiar la exportación de Estados Unidos.

Estados Unidos consideró punto de partida razonable el texto del borrador referido a la agricultura. Pero todavía se requieren aclaraciones ulteriores, dijo la representante estadounidense Rita Hayes.

"Lo que nosotros pretendemos es que todos los países gocen de acceso a los mercados", señaló Hayes.

Las posiciones ante la cuestión del comercio agrícola se completan con el ángulo de los países menos adelantados, que afrontan problemas de seguridad alimentaria, y también con los importadores netos de alimentos.

El representante de India, Srinivasan Narayanan, se hizo eco de esos reclamos al expresar preocupación por el hecho de que el borrador no incluyó temas agrícolas como el alivio de la pobreza, la seguridad alimentaria y el empleo rural.

En lo que respecta a la totalidad del borrador de declaración, la mayoría de las delegaciones expresó aprobación en términos generales, aunque las objeciones fueron numerosas.

Estados Unidos opinó que el texto constituye un buen primer paso, aunque insuficiente, "No estamos satisfechos. Hay numerosos temas que no han sido incluidos". De todos modos, el viernes se conocerá un nuevo texto de la presidencia, adelantó a IPS la embajadora estadounidense.

Una tercera redacción será presentada a comienzos de la semana venidera, aseguró.

Hayes eludió referirse en su exposición de este martes al polémico asunto de la cláusula social, como se conoce el intento de algunos países industrializados de condicionar el comercio al cumplimiento de la legislación laboral.

Sin embargo, la representante de Washington anticipó que esta semana planteará el tema ante el consejo general y con posterioridad presentará una propuesta formal, para ser incluida en la declaración de Seattle.

La Tercera Conferencia Ministerial de la OMC deliberará en la ciudad estadounidense del 30 de noviembre al 3 de diciembre, para aprobar una declaración de convocatoria a una nueva ronda de negociaciones multilaterales y establecer los capítulos que serán abordados.

En las próximas tres semans, el consejo general de la OMC se propone concluir el proyecto de declaración, con el propósito de que el 5 de noviembre sea enviado a las capitales para la evaluación de los ministros.

Una fuente negociadora latinoamericana comentó que por el momento no existe "el más mínimo acuerdo" entre los países del Cuadrilátero (Estados Unidos, Unión Europea, Japón y Canadá), las cuatro mayores potencias comerciales, que tradicionalmente por su peso económico y político deciden el desenlace de las negociaciones.

Por parte de Estados Unidos, observó el delegado latinoamericano, se aprecia la tradicional preocupación de los países anfitriones porque este tipo de reuniones concluya con algún éxito.

El consejo general de la OMC proseguirá las discusiones del borrador actual y de sus sucesivas reformas en reuniones cotidianas quen incluirán sesiones nocturnas. (FIN/IPS/pc/ff/if/99

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