El uso sin precedentes de rutas en el océano Pacífico para el tráfico de drogas fue una de las principales pistas seguidas por la policía de Colombia para desarticular el miércoles al más importante cartel de la droga en actividad.
La "Operación Milenio" concluyó con la captura de 31 personas y 13 toneladas de cocaína en las ciudades de Bogotá, Cali y Medellín, para lo cual cooperaron Colombia, Ecuador, México y Estados Unidos.
El comandante de la policía de Colombia, Rosso Serrano, quien dirigió el operativo, afirmó que la organización operaba "por nuevas rutas abiertas en el Pacífico" y "que no habían sido utilizadas en décadas anteriores".
Según el jefe de Policía, la organización, dirigida por Alejandro Bernal e integrada también por Fabio Ochoa, ex miembro del desmantelado Cartel de Medellín, enviaba cada mes a Estados Unidos y Europa unas 30 toneladas de cocaína al mes, valuadas en cerca de 800.000 dólares.
Las nuevas rutas desplazan las del Caribe y América Central, que eran utilizadas por el Cartel de Medellín, desarticulado en 1993 con la muerte de su líder Pablo Escobar, y el de Cali, desmantelado entre 1995 y 1997 con la captura de sus jefes, los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela.
La Fiscalía indicó que Bernal, conocido con el alias de "Jubenal", fue uno de los principales contactos de Amado Carrillo, jefe de la droga en México, quien murió hace dos naños en extrañas circunstancias.
Las investigaciones indican que Bernal y su red ocultaban la droga en pulpa de fruta, madera, suelas de zapatos y madera y por otros medios sofisticados, y que llevaban a cabo parte de sus contactos y transacciones a través de la red mundial informática Internet.
El grupo de Bernal tenía extensiones en el estado de Texas (Estados Unidos), México y Ecuador, según el seguimiento de la policía colombiana, que contó con la cooperación con organismos de seguridad de esos tres países.
Las autoridades colombianas recibieron asistencia, en especial, de la agencia antidrogas (DEA) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos.
La Operación Milenio comenzó hace un año. El golpe más contundente antes de la desarticulación de la red el miércoles ocurrió en agosto, con el hallazgo de 3,5 toneladas de cocaína en dos ciudades de Ecuador.
El diario colombiano El Espectador indicó el 20 de agosto que la droga fue retirada de Colombia por vía terrestre hasta la ciudad ecuatoriana de Tulcán. El propósito era sacarla por el puerto de Guayaquil a Guatemala para luego distribuirla a Estados Unidos y Europa.
En el operativo fueron capturados siete colombianos. La policía ecuatoriana investiga posibles nexos de una empresa guatemalteca y otra chilena, sospechosas de ser utilizadas como facchada para el tráfico de drogas.
Así mismo, la policía colombiana ha señalado en varias oportunidades que los narcotraficantes de este país utilizan algunos puntos de Chile, Ecuador y Perú para llevar la droga a Estados Unidos y a Europa.
El desmantelamiento de los carteles de Cali y Medellín, que, según las agencias estadounidenses de seguridad, controlaba 80 por ciento del comercio de la cocaína en ese país, condujo, en opinión del investigador Ricardo Vargas, a "un proceso de democratización del narcotráfico".
Vargas, investigador de Acción Andina, grupo que estudia el problema en Bolivia, Colombia, Estados Unidos, Perú y Venezuela, dijo a IPS que la red desmantelada es parte de estos "pequeños núcleos" que se formaron entonces y que siguen manteniendo el control de la producción y el comercio de la droga.
El experto agregó que estos nuevos grupos se "democratizaron", dejaron de ser monopólicos y se volvieron "autosuficientes", lo que explica que Colombia haya desplazado a Bolivia y Perú como principales productores de hoja de coca.
La Operación Milenio incluyó redadas en México, donde fue retenido Armando Valencia, y en Ecuador.
La Fiscalía comenzó el miércoles a considerar el pedido de extradición planteado por Estados Unidos para los 31 detenidos en Colombia.
Bogotá restableció sus acuerdos de extradición de delincuentes con Washington en 1998, con la reforma de un artículo de la Constitución de 1991 que prohibía la aplicación de este instrumento jurídico contra los nacionales colombianos.
La restauración de este instrumento jurídico fue una de las condiciones que puso Estados Unidos para evaluar positivamente en 1998 la colaboración de Colombia en su lucha contra el narcotráfico, en el proceso anual denominado certificación.
Otros 10 narcotraficantes han sido también pedidos en extradición por la justicia estadounidense. (FIN/IPS/yf/mj/ip/99