Millones de personas corearán "cese al fuego y negociación ya" en toda Colombia y en 15 capitales del mundo, cuando este domingo delegados del gobierno y de la principal organización guerrillera se reúnan para conversaciones de paz.
La negociación entre las autoridades y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se llevará a cabo en el selvático pueblo de La Uribe, en la región centrooriental del país.
Dos centenares de organizaciones nacionales e internacionales vinculadas con la movilización por la paz estiman que entre 10 y 15 millones de personas en todo el mundo pedirán al unísono el cese de la lucha armada.
La Empresa de Telecomunicaciones de Santafé de Bogotá programó en las líneas de un millón de suscriptores este mensaje: "El número que marcó está ocupado. Usted puede cambiar la historia de Colombia. El próximo 24 de octubre, marchémosle a la paz".
"Es posible que este movimiento se convierta en factor determinante para avanzar en la negociación, y que se logre el cese del fuego", afirmó Camilo González, Coordinador de Mandato Ciudadano por la Paz.
Mandato Ciudadano por la Paz reúne a organizaciones civiles agrupadas en la Red de Iniciativas por la Paz (Redepaz), y cuenta con el aval del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. En 1997 logró que diez millones de personas votaran a favor de la negociación política del conflicto militar.
González pasó a integrar el gabinete ministerial, como representante del ex insurgente Movimiento 19 de Abril (M-19), tras la firma de un acuerdo de paz con el gobierno de César Gaviria (1990-94).
El ex guerrillero está entre quienes hacen un balance positivo del proceso de paz impulsado por el presidente Andrés Pastrana desde que asumió el poder, en agosto de 1998.
En su opinión, la Agenda Común suscrita por las autoridades y las FARC el 7 de mayo y la definición de una mesa de negociación y comisiones temáticas, encargadas de convocar audiencias públicas, son "un pequeño pero significativo avance" tras 40 años de confrontación armada.
González quien apoya la propuesta de "alto al fuego, respeto a los civiles y negociación con resultados", dijo que ese avance se logró por la "excepcional modalidad de tregua" que representó desmilitarizar un territorio de 42.000 kilómetros cuadrados (el área total del país es de 1.141.748 kilómetros cuadrados).
En ese territorio, centroriental, se encuentran los cinco municipios controlados por las FARC, entre ellos San Vicente del Caguán, donde se cumplió la primera fase de las conversaciones, y La Uribe, donde comenzará el domingo la segunda.
El principal avance en la negociación fue "haber concertado en muy corto tiempo una agenda que tiene el estatus de un acuerdo entre el Estado y la guerrilla. Pase lo que pase, la agenda que va a negociarse es la que ya se ha concertado", dijo Alfredo Rangel, un analista político y experto en temas militares,.
Rangel integra, junto a otros analistas, la Mesa de la Paz, convocada por la Fundación Social de la Compañía de Jesús, la revista Cambio (que dirige el Premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez), y Tercer Mundo Editores.
La más reciente ronda de discusiones sobre el avance del proceso de negociación, organizada por la Mesa, se realizó el 6 de septiembre.
A ella concurrió Jesús Bejarano, ex consejero de Paz y experto en temas agrarios, asesinado nueve días después cuando ingresaba a un aula en la Universidad Nacional, en Bogotá, donde era catedrático de economía.
Mientras diversas hipótesis sobre el asesinato señalaban como responsables a extremistas de derecha o de izquierda, se conoció un documento en el que Bejarano había analizado las perspectivas de las negociaciones.
"Un proceso de paz como éste, que aparentemente pone en relación a dos actores, gobierno y guerrilla, constituye en realidad un conjunto de negociaciones simultáneas en las que se superponen estrategias y agendas, y se procesan agendas ocultas", añadía aquel análisis.
En el centro de esas negociaciones están, como cabezas visibles de ambas partes, ocho hombres.
Tres de ellos serán representantes del legendario guerrillero de 72 años Manuel Marulanda, máximo jefe de las FARC.
Se trata de Raúl Reyes, conocido como "el canciller", ideólogo de las FARC y miembro del Secretariado de su Estado Mayor Central, Fabián Ramírez, de la dirección del Bloque Sur y estratega de aplastantes derrotas al ejército, y Joaquín Gómez, llamado "Usuriaga", a cuyo mando están 2.600 hombres de diez frentes.
Los negociadores del gobierno serán Camilo Gómez, secretario privado de Pastrana, Fabio Valencia, ex presidente del Senado, y Juan Gabriel Uribe, legislador y ex consejero presidencial para asuntos políticos.
También participarán el general retirado Gonzalo Forero, quien fue comandante de las fuerzas armadas durante el gobierno de Julio Turbay (1978-82) e inflingió entonces duras derrotas al M-19, y el empresario Pedro Gómez.
Entre los delegados de las FARC a las comisiones temáticas estarán el comandante Simón Trinidad, un economista adinerado que dejó la gerencia de un banco para unirse a los guerrilleros, Marcos Calarcá, portavoz internacional de la organización, y Pedro Aldana, un geólogo.
En esas comisiones el gobierno estará representado por el ministro del Interior, Nestor Martínez, el director del Departamento Nacional de Planeación, Mauricio Cárdenas, y los presidentes de las Cámaras parlamentarias, del Consejo Gremial Nacional y de la Asociación Colombiana de Universidades.
Ana Teresa Bernal, de Redepaz, concurrirá a las mesas en representación de las organizaciones cívicas, y será la única mujer parcipante en las negociaciones.
Los sindicatos serán los grandes ausentes. "No nos sentimos representados por el gobierno ni por la guerrilla" declaró Luis Garzón, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores.
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda organización guerrillera más importante, insiste por su parte con la propuesta de una Asamblea Nacional para discutir la paz, con amplia representación de todos los sectores de la sociedad.
Representantes del gobierno y el ELN se reunieron el jueves en La Habana, tras ocho meses de distanciamiento y tropiezos vinculados con el secuestro masivo de civiles por parte de la organización guerrillera, para presionar por la creación de una zona desmilitarizada.
Los delegados de las autoridades a esa reunión fueron Juan Gabriel Uribe, consejero presidencial y portavoz en las negociaciones con las FARC, y Julio Londoño, un ex canciller y actual embajador en Cuba. Por el ELN asistieron Pablo Beltrán y Ramiro Vargas.
"Ya hay unas bases mínimas, una interlocución clara. La impresión que yo traigo es que se va a empezar a desenvolver un proceso de paz con el ELN", dijo Uribe cuando regresó a Bogotá.
Pastrana había negado a comienzos de la semana que fuera a realizarse la reunión, cuya inminencia fue revelada por fuentes de la cancillería de Venezuela.
"Seguimos trabajando en la búsqueda de los mecanismos que permitan llegar al inicio del proceso de negociación con el ELN", dijo entonces el presidente, antes de comenzar una gira por Estados Unidos y Europa. (FIN/IPS/NP/mig/mp/ip/99
