BRASIL: Reanudan privatización de centrales eléctricas

El estado de Sao Paulo, motor de la economía de Brasil, vendió hoy la empresa generadora de electricidad CESP Tieté por 469 millones de dólares, reanudándose el programa de privatización del sector en el país.

La empresa, una de las tres en que se dividió las Compañia Energética de Sao Paulo (CESP) para el proceso de privatización, fue adquirida por la firma AES, de Estados Unidos. La compañía Tractebel, de Bélgica, y un consorcio brasileño también participaron en la disputa.

La suma obtenida fue 29,96 por ciento mayor al precio mínimo fijado por la empresa, que posee nueve centrales hidroeléctricas, con capacidad de 2.641 megavatios, en el centro y norte de Sao Paulo, el estado más industrializado del país.

El sobreprecio fue muy inferior al 90 por ciento logrado por la CESP Paranapanema, primera empresa de generación eléctrica privatizada en Sao Paulo, en julio, por el equivalente a 690 millones de dólares.

Eso se debió, según observadores del mercado, a las incertidumbres que aún afectan a la economía brasileña y a una disputa judicial que involucra otra empresa del sector, la Compañía Energética de Minas Gerais (CEMIG).

El gobernador de Minas Gerais, Itamar Franco, intentó en la justicia sacar de la dirección de la CEMIG a los representantes de tres socios minoritarios: la compañía AES, la también estadounidense Souther Electric y el brasileño Banco Opportunity.

Estos tres socios privados adquirieron en 1997 un tercio de las acciones ordinarias de la CEMIG, pero fueron alejados de su dirección por el gobierno de Minas Gerais, que supervisa el desempeño de la compañia. Un fallo judicial anuló el martes la decisión, pero les quitó el poder de veto a los minoritarios.

Esa disputa afectó la privatización de CESP Tieté. Dos fuertes competidores estadounidense, Duke Energy y American Power, desistieron de disputarla, justificándolo por el temor a problemas similares a los de CEMIG.

Pero los daños sufridos ante la presión nacionalista del gobernador Franco no impidieron que la AES ofreciera el mejor precio en la subasta de este miércoles en Sao Paulo. Y el grupo estadounidense pretende hacer nuevas inversiones en Minas Gerais, informó su presidente en Brasil, Luiz Traveso.

Además de la suma pagada por la compra de 38,66 por ciento de las acciones de CESP Tieté, la AES asumió una deuda de más de 500 millones de dólares y el compromiso de invertir 150 millones de dólares para ampliar 15 por ciento la capacidad generadora de la empresa en ocho años.

Con la venta de las compañías de Sao Paulo, avanza la privatización del sector eléctrico, pero en un ritmo muy inferior al previsto por el gobierno brasileño, que pensaba recaudar cerca de 10.000 millones de dólares en el programa de desestatización este año. Ahora se prevé que no obtendrá ni la mitad de esa suma.

Será dificil privatizar la tercera empresa paulista, la CESP Paraná, admitió el vicegobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin. Se trata de la más imporante del grupo y su valor de venta puede superar cinco veces el de CESP Tieté.

Para eso, las autoridades paulistas quieren la autorización del gobierno brasileño para promover una nueva división de CESP Paraná en dos empresas, facilitando su venta, que se espera realizar en el segundo trimestre de 2000.

La venta de otras grandes generadoras de electricidad afrontan dificultades variadas. El gobernador Franco amenaza con resistirse a la privatización de CEMIG incluso mediante la movilización de la policía militar bajo su mando.

En el caso de otras, como Furnas, que abastece principalmente el centro-sur de Brasil, y la Compañia Hidroeléctrica del Sao Francisco, en el Nordeste, la oposición crea varios obstáculos, como la exigencia de un referendo popular para autorizar la privatización o acciones judiciales que la desautorizan. (FIN/IPS/mo/mj/if/99

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