El ex ministro de Hacienda de Brasil Ciro Gomes superó por primera vez esta semana al ex sindicalista Luis Inacio Lula da Silva como candidato preferido de la oposición para las elecciones presidenciales del 2002.
Una encuesta del instituto IBOPE divulgada el jueves reveló que Gomes, del Partido Popular Socialista (PPS), tiene 40 por ciento de las preferencias de los votantes opositores brasileños, contra solo 32 por ciento de Lula, que perdió las tres últimas elecciones presidenciales.
Hasta ahora, todas las encuestas coincidían en que Lula, del Partido de los Trabajadores (PT), era el más probable candidato de oposición en los comicios previstos para el 2002.
El crecimiento de la popularidad de Gomes es atribuido a un cambio de actitudes en la clase media brasileña, especialmente la de las grandes ciudades de la región centro sur, que está muy desilusionada con el presidente Fernando Henrique Cardoso y busca una alternativa a Lula, a quien considera demasiado radical.
La misma encuesta de IBOPE reveló que 67 por ciento de los brasileños no confían más en su presidente, tres puntos porcentuales más que en un sondeo similar efectuado en julio.
Dentro de la clase media, los encuestados con nivel universitario y los formadores de opinión son los que más han abandonado a Lula en favor de Gomes, quien dio clases en la Universidad de Harvard.
El nuevo favorito de la clase media brasileño milita en un partido de origen marxista-leninista. El antiguo Partido Comunista Brasileño se declaró disuelto después del derrumbe de la Unión Sovietica y se transformó en el PPS.
Ciro Gomes fue gobernador del norteño estado de Ceara a comienzos de la década de 90 y después ministro de Hacienda en el gobierno de Itamar Franco. Entonces, ayudó a implementar el Plan Real, que acabó com la hiperinflación en Brasil.
Gomes ingresó en el PPS en 1997 por oportunismo. Necesitaba un partido para lanzar su candidatura presidencial en los comicios de 1998 y ese partido fue el único que lo aceptó.
El candidato de los ex comunistas logró un modesto tercer lugar, con 11 por ciento de los votos, pero emergió de la disputa electoral com un imagen de alcance.
Ya no era más un político provincial, celoso del éxito del plan económico que él mismo ayudó a impulsar pero cuya paternidad fue atribuida al presidente Fernando Henrique Cardoso.
La ascención de Gomes detonó intensos movimientos políticos. Los sectores más conservadores temen la influencia que el profesor Roberto Mangabeira Unger tiene sobre el candidato del PPS y ya lanzaron una operación de seducción para atraer a Gomes a posiciones más moderadas.
Mangabeira Unger, un interlectual y profesor en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos, acaba de publicar un libro en el que propone un golpe de timón a la economía brasileña, con planteos muy cercanos a una moratoria del pago de las deudas externa e interna.
Por su lado, el PT de Lula mantiene la hostilidad hacia Gomes, a quien procuran identificar como "político de derecha que usa una retórica de izquierda". Así lo definió José Dirceu, presidente del partido.
Pese todo eso, el futuro político de Gomes parece más vinculado al destino del presidente Cardoso que a cualquier otro factor.
Si la economía brasileña sigue en recesión y si el presidente continúa cometiendo errores estratégicos graves, el candidato del PPS sera el principal beneficiario.
Pero si el presidente lograr reverter la baja sostenida de su popularidad, retomar el crecimiento económico y controlar el desempleo, la clase media abandonará al candidato del PPS con la misma velocidad con la que lo transformó en un fenómeno político opositor. (FIN/IPS/cc/mj/ip/99
