Las personas necesitadas de sillas de ruedas para moverse residentes en Santos, importante ciudad costera de Brasil, ya pueden disfrutar del inusual placer para ellos de pasear en las playas por sus propios medios.
La construcción de rampas de acceso por parte de la alcaldía les permite ahora a los discapacitados físicos desplazarse sin las dificultades que presenta la arena para sus movimientos.
La iniciativa contó con el apoyo y recursos de la Coordinadora Nacional para la Integración de Portadores de Deficiencia (CORDI) de la Secretaría de Estado de Derechos Humanos.
Obras similares se realizaron también en la playa de Boa Viagem, en Recife, capital del estado nordestino de Pernambuco, y en Río de Janeiro.
El proyecto busca asegurar a los cerca de 16 millones de brasileños con deficiencias motrices, visuales, mentales y auditivas el derecho de acceso a lugares públicos y privados, a la información y a los medios de comunicación.
"Esperamos estimular a los alcaldes a que promuevan la facilidad de acceso de los discapacitados a edificios urbanos y locales históricos, ya que la Constitución asegura el derecho de ir y venir a todos, no solo a los que tienen condiciones normales de locomoción", dijo Tania de Almeida, jefe de la CORDI.
"Ciudad para Todos" es el nombre de un programa desarrollado por la CORDI, que comprende, además de las actividades de remoción de barreras, la aprobación de una ley al respecto y la capacitación de técnicos para hacer las adaptaciones necesarias.
El programa aporta recursos para proyectos en las ciudades y estimula a las alcaldías a revisar sus reglamentos de obras para asegurar la accesibilidad. Para ello, los administradores de esa área reciben cursos.
"Cada tipo de discapacidad exige una atención específica. Los ciegos deben superar las barreras de comunicación a través del alfabeto braile", mientras que las emisoras de televisión tendrán que incorporar intérpretes con el lenguaje de señales en beneficio de los sordos, dijo Almeida.
"Las barreras no se limitan al medio físico o a los transportes", pero los problemas en esa área inhiben otros avances, explicó.
Centenares de empresas han resuelto destinar una parte de sus puestos de trabajo a discapacitados, pero enfrentan las dificultades de los medios de transporte y edificios que impiden la concreción de sus planes.
En el pasado la mayor dificultad era convencer a los empresarios a que emplearan discapacitados. En cambio ahora se deben superar otros obstáculos, como las escaleras apretadas o demasiado escarpadas para quienes usan muletas y la falta de rampas en aceras.
El proyecto presentado por el gobierno al Congreso, que ya fue aprobado por la Cámara de Diputados, busca cambiar la forma de pensar de la población sobre el asunto y definir un programa de largo plazo para que todas las ciudades de Brasil se adapten a las normas de accesibilidad.
El legislador socialdemócrata Lucio Alcántara confía en que el Senado apruebe el proyecto, luego que sea estudiado este mes por la comisión de Constitución y Justicia.
"El proyecto atiende lo establecido en la Constitución de 1988, y es una ley suficientemente amplia como para poner en marcha los cambios en nuestras ciudades en favor de los discapacitados", evaluó Alcántara.
La norma a estudio establece pautas para la planificación urbana, la instalación de señales de tránsito y postes de iluminación, la construcción de edificios de uso público y fabricación de autobuses.
También se crea un programa de eliminación de barreras arquitectónicas, urbanísticas, de transporte y de comunicación, con previsión de recursos presupuestarios propios.
Determina, además, la realización de campañas educativas para informar y orientar el público y los gestores urbanos sobre el asunto, concediendo a las organizaciones representativas de discapacitados el poder de contralor del cumplimiento de las normas. (FIN/IPS/jap/dm/hd ip/99