La fusión del grupo bancario Argentaria y el Banco Bilbao Vizcaya, ambos españoles, provocará en Bolivia un curioso efecto: el grupo fusionado, que se llamará BBVA, perderá la mitad del mercado de la gestión de fondos previsionales.
Los dos colosos españoles anunciaron la semana pasada en la Bolsa de Nueva York su inminente fusión, que busca aumentar su presencia en América Latina pero tendrá en Bolivia, en forma transitoria y paradójica, el efecto contrario.
En 1997 el BBV y Argentaria pasaron a compartir, por cinco años, el mercado boliviano de administración de fondos de pensiones, con la mitad cada uno.
La ley boliviana de pensiones prohíbe el monopolio en la administración del sistema previsional, y por eso el nuevo grupo BBVA deberá transferir una de sus administradoras de fondos de pensiones (AFP) a otro operador.
El superintendente de Pensiones, Pablo Gotrett, anunció el fin de semana que el grupo fusionado deberá vender una de las dos AFP "para cumplir con la ley de pensiones y asegurar que haya competencia".
El propio grupo BBVA elegirá a qué otra institución realiza esa venta.
Gotrett aseguró que el proceso no implicará ningún cambio para los afiliados, y que en cambio beneficiará al sistema previsional, porque uno de los dos operadores se fortalecerá mediante la fusión, y el nuevo deberá ser por lo menos tan poderoso como los anteriores.
El único perjudicado será, por lo tanto, el grupo BBVA.
La institución fusionada no sólo dejará de administrar la mitad de los aportes previsionales de los asalariados, sino que también perderá la mitad de su participación en las acciones de las principales ex empresas estatales.
La ley estableció que las dos AFP administraran 50 por ciento del denominado Fondo de Capitalización Colectiva, compuesto por las acciones de las privatizadas empresas petroleras, de ferrocarriles, de telecomunicaciones, de electricidad y de aviación.
Las acciones administradas por las AFP pertenecen, en teoría, al conjunto de los ciudadanos del país, y la otra mitad a consorcios internacionales privados.
Se estima que la disminución de la presencia del grupo BBVA en Bolivia será transitoria, ya que a partir del año 2002 terminará el régimen actual de exclusividad para dos operadores distintos, y la institución fusionada podrá adquirir acciones de sus competidores.
En varios otros países de América Latina, y en especial en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, El Salvador, México, Panamá y Perú, la fusión ubicará al nuevo BBVA como líder consolidado de la administración de fondos previsionales, con el control de fondos por valor de unos 22 mil millones de dólares.
El BBV ya tenía además grandes inversiones en la banca comercial de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México, Perú, Puerto Rico, Uruguay y Venezuela. (FIN/IPS/ac/mp/if/99