La tensión diplomática entre Argentina y Paraguay, a causa del asilo otorgado por Buenos Aires al ex general paraguayo Lino Oviedo, se agudizó con una dura polémica de los ministros de Relaciones Exteriores de ambos países.
El canciller argentino Guido di Tella comentó el miércoles en un artículo titulado "Mesura versus agravios", publicado en el diario La Nación de Buenos Aires, que había observado "con atención el proceso de instauración del presidente (paraguayo) Luis González Macchi" y que le "sorprendió que decidiera prolongar su mandato por cuatro años".
González Macchi era presidente del Congreso y asumió el gobierno el 28 de marzo luego de renunciar Raúl Cubas, quien se asiló en Brasil. La renuncia de Cubas fue precipitada por intensas movilizaciones populares que siguieron al asesinato del vicepresidente Luis María Argaña, el 23 de marzo.
Di Tella afirmó que en ese momento el gobierno de su país decidió "omitir todo comentario" sobre la prolongación del mandato de González Macchi, "para aportar en un período lleno de turbulencias".
Di Tella añadió que Buenos Aires optó por "hacer lo que nos pidieron, esto es, otorgar el asilo al señor Lino Oviedo", para dar "tranquilidad a un proceso francamente convulso" en Paraguay.
Oviedo, mentor político de Cubas y responsable de un intento de golpe de Estado en 1996, decidió asilarse en Argentina en medio de los acontecimientos que desembocaron en la asunción de González Macchi.
En la misma noche del miércoles pasado la cancillería paraguaya emitió un comunicado de respuesta a las afirmaciones de Di Tella.
El ministro de Relaciones Exteriores José Fernández Estigarribia acusó a su par argentino de "violar principios fundamentales del derecho internacional", al pretender "desconocer la legitimidad del mandato del presidente de la República del Paraguay".
En el comunicado se rechazó formalmente "la afirmación de que se ha pedido a Argentina que conceda asilo a persona alguna con motivo de los sucesos de marzo", en los cuales se produjeron incidentes violentos entre partidarios de Oviedo y jóvenes que montaban guardia en defensa del Congreso.
Siete jóvenes murieron a causa de esos incidentes.
Di Tella había expresado en su artículo "alarma" porque "no existe interlocutor en Paraguay", alegando que González Macchi "tiene enormes dificultades para imponer su autoridad" y que "los problemas internos entre partidos de la coalición gobernante pretenden dirimirse con ataques a la Argentina".
La cancillería paraguaya "lamentó" esas expresiones y manifiestó su "sorpresa" ante "la vía escogida por el canciller argentino para tratar temas de tan profundas implicancias en las relaciones bilaterales".
Los partidos que participan en el gobierno de unidad nacional paraguayo, aliados con el Partido Colorado de González Macchi, no tardaron en respaldar la actitud de Fernández Estigarribia.
El vicepresidente del Partido Encuentro Nacional, Mario Paz Castaing, criticó al gobierno argentino por opinar sobre "cuestiones internas" de Paraguay y opinó que el país vecino actúa como "en el antiguo Virreinato del Río de la Plata".
El Virreinato del Río de la Plata fue un área política establecida durante la dominación colonial de España que abarcaba los actuales territorios de Argentina, Paraguay, Uruguay y parte de Bolivia, con capital en Buenos Aires.
El senador Julio César Franco, presidente del Partido Liberal Radical Auténtico, también afirmó que el presidente argentino Carlos Menem "cree que su país sigue teniendo una preponderancia virreinal y que somos el patio del fondo de su casa".
Paz opinó que "el pueblo argentino ha perdido mucho tiempo con este gobierno (de Menem), que poco les ha favorecido en imagen internacional", y el editorial del diario paraguayo El Día criticó este jueves a los presidentes de Argentina y Paraguay.
El periódico opinó que "ha salido a relucir esa forma de nacionalismo hueco que creíamos erradicada".
Las autoridades argentinas dejaron sin efecto un proyecto de puerto franco para Paraguay en Buenos Aires, y reiteraron la necesidad de que se cumplan convenios entre ambos países sobre la fabricación y el tráfico ilícito de armas, municiones y explosivos.
El Ministerio de Relaciones Exteriores paraguayo indicó en su comunicado que había "convocado a sus organismos técnicos para analizar las medidas económicas anunciadas por Argentina, reafirmando su tradición de respeto a los acuerdos y tratados internacionales suscritos".
El ministro de Industria y Comercio, Guillermo Caballero Vargas, del cogobernante Partido Encuentro Nacional, expresó su pesar por el conflicto y dijo que "el Mercosur corre riesgo si la Argentina decide tomar represalias económicas contra Paraguay".
El Mercado Común del Sur (Mercosur) es integrado desde el 29 de octubre de 1991 por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Fernández Estigarribia declaró en la mañana de este jueves a Radio Ñandutí que había convocado con urgencia al viceministro de Asuntos Económicos, Emilio Giménez Franco, quien estaba en Miami, para que asistiera a una reunión interministerial en la cual se analizarán las "represalias económicas" argentinas.
El canciller confirmó también que González Macchi ya había firmado la designación como vicecanciller de Julia Velilla, quien había sido embajadora en Uruguay.
Velilla volverá por algunas horas a Montevideo para terminar formalmente su misión diplomática, y Fernández Estigarribia admitió que aún no se ha definido quién la sustituirá en la embajada. (FIN/IPS/cm/mp/ip/99
