La elección de Fernando de la Rúa como presidente de Argentina facilitará la continuidad y profundización de las buenas relaciones con Chile si el próximo mandatario de este país es el socialista moderado Ricardo Lagos.
Lagos, candidato presidencial de la gobernante Concertación por la Democracia para los comicios chilenos del 12 de diciembre, viajó a Buenos Aires el mismo día de las elecciones, el domingo pasado, para felicitar a De la Rúa y lo acompañó en la celebración de su victoria.
La prensa de Santiago destacó el gesto del presidente electo argentino, quien invitó al político chileno a compartir su triunfal recorrido hasta el obelisco de la ciudad de Buenos Aires y luego a participar de su conferencia de prensa.
La impresión predominante en Chile es que el triunfo de la Alianza opositora sobre el Partido Justicialista del presidente saliente Carlos Menem mejora las expectativas de Lagos en la disputa con el derechista Joaquín Lavín.
Las últimas encuestas, a veces contradictorias, indican que Lagos y Lavín protagonizarán el 12 de diciembre una lucha voto a voto que tal vez se resuelva el 16 de enero en una segunda vuelta, si ninguno de los dos gana en la primera por mayoría absoluta.
El candidato del oficialismo chileno aparece ahora no sólo identificado con la imagen victoriosa de De la Rúa, sino también como la mayor garantía para pasar a etapas superiores en las buenas relaciones bilaterales con Argentina.
En 1991, Menem y el entonces presidente chileno Patricio Aylwin (1990-1994) iniciaron un proceso acelerado de solución de disputas territoriales, integración física y comercial y de entendimientos políticos y diplomáticos.
Este caminar conjunto siguió con la presidencia del chileno Eduardo Frei (1994-2000) y se hizo extensivo a la colaboración mutua en el plano de la Defensa, algo inimaginado hace dos décadas, cuando ambos países estuvieron al borde de una guerra.
El gobierno argentino fue asimismo el principal impulsor de las negociaciones que culminaron el 1996 con la asociación de Chile al Mercado Común del Sur (Mercosur), formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Desde su peculiar posición de renovador del peronismo, Menem encontró una buena sintonía con Aylwin y Frei, ambos del Partido Demócrata Cristiano (PDC), fuerza mayoritaria de la coalición que gobierna Chile desde comienzos de la década.
Lagos derrotó al PDC en las elecciones primarias del conglomerado oficialista con el respaldo de los otros tres partidos que la integran, Socialista, Por la Democracia y Radical Socialdemócrata.
Esas tres agrupaciones están afiliadas a la Internacional Socialista (IS), condición común con la Unión Cívica Radical de De la Rúa, pilar de la Alianza triunfadora en Argentina junto al Frente País Solidario.
En la eventualidad de una victoria de Lagos en las elecciones presidenciales chilenas, la identidad con la IS creará un escenario inédito no sólo en los vínculos chileno-argentinos sino en el mapa político del Cono Sur de América Latina.
Es esperable, por ejemplo, una mejor interlocución de los dos países con la Unión Europea, matizando la prioridad que Menem ha puesto en las relaciones políticas y económicas con los Estados Unidos.
De la Rúa introducirá también cambios a la política de Menem de respaldo absoluto al gobierno de Frei en el conflicto con España y Gran Bretaña a raíz del arresto en Londres del ex dictador chileno (1973-1990) Augusto Pinochet.
El mandatario argentino saliente suscribió los argumentos de Frei para oponerse a la extradición de Pinochet a España y además se sumó a la decisión del presidente chileno de restarse a la próximo Cumbre Iberoamericana en La Habana.
La posición de Menem en el caso Pinochet fue cuestionada tanto por De la Rúa como por Eduardo Duhalde, el candidato presidencial del peronismo gobernante, derrotado en las elecciones de este domingo.
Lagos, quien prefiere no heredar el conflicto por Pinochet en caso de llegar al gobierno, muestra también un cierto distanciamiento de la posición de Frei con un discurso permanente de condena a las violaciones de derechos humanos de la dictadura. (FIN/IPS/ggr/mj/ip/99