Los jefes de gobierno de América Central y República Dominicana definieron estrategias conjuntas frente a desastres naturales en una reunión realizada esta semana en la ciudad de Guatemala.
La XX Cumbre Ordinaria de Presidentes Centroamericanos tuvo como punto central la vulnerabilidad social y económica de la región ante catástrofes como el huracán Mitch en octubre y noviembre de 1998 y las inundaciones de las últimas semanas.
A la reunión concretada el lunes y el martes asistieron los presidentes Miguel Angel Rodríguez, de Costa Rica, Francisco Flores, de El Salvador, Alvaro Arzú, de Guatemala, Carlos Flores, de Honduras y Arnoldo Alemán, de Nicaragua.
También asistieron los vicepresidentes Arturo Vallarino, de Panamá, y Jaime Fernández, de República Dominicana, así como el viceprimer ministro de Belice, John Briceño.
Los mandatarioa analizaron los miles de incendios forestales que afectaron a la región en 1998 y el desastre ocasionado por el huracán Mitch en octubre y noviembre de ese mismo año, que causó miles de víctimas y graves destrozos, especialmente en Honduras y Nicaragua.
En la declaración final, los mandatarios incluyeron varios acuerdos de concertación política y económica, y también establecieron las líneas generales de una estrategia para reducir la vulnerabilidad de América Central ante desastres naturales como el huracán Mitch.
También llamaron a la comunidad internacional apoyo a las economías pequeñas frente a la actual crisis financiera y para concretar la condonación de la deuda de Honduras y Nicaragua.
En la declaración final, se designó a los años entre el 2000 y el 2004 "quinquenio centroamericano para la reducción de la vulnerabilidad y el impacto de los desastres".
En ese lapso, "se concentrarán nuestros esfuerzos en la transformación y en la búsqueda del desarrollo sostenible en nuestras sociedades, para cuya ejecución contamos contar con el apoyo complementario de la comunidad internacional", reza la declaración.
También acordaron asignar, de acuerdo a las posibilidades de cada país, los recursos financieros que esas iniciativas puedan requerir y reiteraron el llamado a la comunidad internacional cooperante para que contribuya con este esfuerzo.
Los mandatarios reiteraron el compromiso de "preservar nuestros mares como un bien invaluable y rechazar el uso de los mismos como vía para el transporte de desechos nucleares y tóxicos".
Señalaron también la importancia de contar con un mecanismo ágil y efectivo de solución de controversias comerciales e inversión dentro del marco institucional.
Los mandatarios reconocieron en la declaración final la importancia que tiene para todos los países de la región, la aprobación por parte del Congreso de Estados Unidos de la legislación necesaria para la ampliación de los beneficios de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe.
Como último punto, decidieron impulsar la ratificación del protocolo de Kioto a la Convención de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, y "promover un mercado de fijación de carbono que permita que los emisores retribuyan a los países que protegen la cobertura forestal".
El presidente Rodríguez, de Costa Rica, insistió en la necesidad de flujos financieros importantes para la reconstrucción de América Central después de Mitch, "por la necesidad de enfrentar el problema de los países altamente endeudados y pobres como Nicaragua y Honduras".
El salvadoreño Flores dijo que "los gobernantes de la región tenemos confianza de que con el próximo gobierno de Estados Unidos habrá más oportunidades para que Centroamérica obtenga los beneficios comerciales gestionadas desde hace años, especialmente la equiparación con las preferencias que tiene México"
La realización de cumbres centroamericanas se remontan a 1986, cuando en Guatemala se firmó el acuerdo entre gobierno y guerrilla que puso fin a la guerra civil de 36 años. (FIN/IPS/cz/mj/ip/99