Ecuador es uno de los países de América con mayor cantidad de enfermedades ocasionadas por la falta de agua potable y contaminación de los ríos, señala un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El estudio indica que 40 por ciento de la población no accede al agua potable y, consecuencia de ello, las enfermedades diarréicas llegan a un promedio de 190.000 casos al año y el cólera afecta a unas 1.500 personas.
También hay una incidencia muy alta de fiebre tifoidea y paratífica, shigelosis, diarrea con sangre y parasitosis.
La investigación registró, además, la existencia de patologías provocadas por la contaminación de los ríos con plaguicidas, en regiones agrícolas, mercurio y cianuro de potasio, en áreas mineras, cromo, plomo y azufre, en zonas industriales, e hidrocarburos, en los campos petroleros.
Por lo general se trata de enfermedades neurológicas, respiratorias, digestivas y cancerígenas, que muchas veces sus síntomas no aparecen en lo inmediato sino a mediano y largo plazo.
Las enfermedades derivadas de la ingestión de agua contaminada tienen gran efecto sobre la población, por eso es importante que las personas conozcan los riesgos y como proteger a sus comunidades, dijo el ingeniero Terrence Thompson, Coordinador de Salud de la OPS.
Ese trabajo debe ser acompañado de políticas sustentables para la protección de las fuentes de agua y sanciones para quienes las contaminan, sostiene la OPS.
Thompson agregó que "es necesario asegurar que toda la población de América reciba agua de calidad y segura".
La información fue divulgada la semana pasada en marco del llamado Mes del Agua, que comenzó de manera formal el día 2 con la conmemoración del Día Interamericano del Agua y continuará con actividades organizadas por la OPS, organismos estatales y organizaciones no gubernamentales y barriales.
Miles de niños y adultos se integrarán a la celebración, que se extenderá hasta fines de mes, a través de concursos de pintura y redacción, artesanía, mesas redondas, visitas a plantas de tratamiento de agua, talleres, obras de teatro, reparto de materiales informativos y festivales artísticos.
La idea de los organizadores es concientizar a la población sobre la necesidad del acceso a agua potable, en especial de los sectores más pobres.
Las actividades en el Mes del Agua se prepararon con la realización de talleres en distintas provincias, que abrieron espacios de diálogo y permitieron aunar esfuerzos entre distintos sectores de la sociedad.
Se tejió una red de coordinación alrededor del asunto para que las acciones propuestas respondieran a las necesidades y posibilidades de los involucrados, tomando en cuenta características geográficas, culturales, experiencias y recursos.
La OPS entiende que es una oportunidad para que el gobierno, organismos internacionales, organizaciones no gubernamentales, municipios y comunidades reflexionen sobre los problemas relativos al abastecimiento de agua potable y la protección de los recursos hídricos.
Rosa Rodríguez, coordinadora de la campaña, comentó que estas actividades permiten desarrollar procesos educativos a diferentes niveles alrededor de un manejo adecuado del agua.
Promueve la participación de la ciudadanía respecto del manejo del agua, compromete a las autoridades, a organizaciones sociales y comunitarias, organismos internacionales y autoridades locales en un apoyo político, técnico y financiero, comentó Rodríguez.
La campaña de este año pone énfasis en "el derecho al agua potable para todos los niños". Rodríguez aseguró que "los niños necesitan atención y protección especial debido a su vulnerabilidad".
Las enfermedades transmitidas por el agua dificultan el crecimiento y desarrollo saludable de millones de niños en el mundo", afirmó.
Los recursos económicos entregados por el gobierno para saneamiento y ejecución de servicios de distribución de agua potable son muy escasos.
Sin embargo, la OPS, el Ministerio de Salud, organizaciones sociales y barriales y algunos municipios vienen desarrollando trabajos para contrarrestar la incidencia de esas enfermedades.
El Ministerio de Salud ya comenzó a ejecutar un plan para desinfectar el agua en los domicilios en la región de la costa.
El objetivo es disminuir el riesgo de las enfermedades diarréicas y cólera optimizando 18 equipos productores de hipoclorito de sodio.
En las comunidades se desarrolló una intensa actividad de distribución, promoción y educación sobre el correcto uso y dosificación del producto como medida segura de desinfección de agua y el correcto almacenamiento para su consumo.
El éxito del proyecto se basa en la respuesta y participación de la comunidad, comprometiéndola a mejorar su calidad de vida, y pretende satisfacer la demanda de por lo menos 200.000 personas en las provincias de la costa.
Otra alternativa fue la perforación de pozos e instalación de bombas manuales para obtener agua en aquellas zonas donde es difícil acceder al recurso.
En otras áreas, las empresas de agua potable, como las de Quito y la ciudad de Cuenca realizan importantes esfuerzos para brindar agua de excelente calidad a su población y, al mismo tiempo, educar "en la valorización positiva del recurso y en su ahorro".
Con el crecimiento permanente de la población, el aumento de la contaminación, la tala incontrolada de árboles y la mala gestión en gran escala de los suministros de agua dulce, se presume que en los próximos 50 años puede haber una grave escasez de agua a nivel mundial.
Estudios de la Organización Meteorológica Mundial calculan que la cantidad de agua que podrá utilizar cada individuo en el 2025 será solo la mitad de la actual, y hoy día es la mitad de la utilizada en 1960.
"A eso se suma que la quinta parte de la población mundial no tiene acceso a agua potable y más de la mitad de la humanidad carece de una higiene adecuada ' ', concluyó Thompson.
El presupuesto anual de Ecuador asciende a unos 5.000 millones de dólares y solo 11 por ciento está dedicado a cubrir las áreas de salud y educación.
Entre tanto, 42 por ciento del presupuesto se lo lleva el pago de servicios de deuda externa, 23 por ciento los salarios públicos, entre ellos de maestros, militares y policías, 11 por ciento los municipios, 13 por ciento gastos corrientes y 11 por ciento el sector social, como salud y educación. (FIN/IPS/kl/dm/en/99