/BOLETIN-AMBIENTE/ CAMBIO CLIMATICO: Alemania encabeza cruzada "depuradora"

Alemania, que ejerció un papel de "liderazgo ecológico" de la Unión Europea (UE) en los últimos siete años, está decidida a ser el motor de las conversaciones sobre cambio climático mundial que se realizan en esta ciudad.

Este propósito fue subrayado por el canciller (jefe de gobierno) alemán Gerhard Schroeder en el discurso de apertura de la Quinta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que comenzó el lunes y tendrá 10 días de duración.

Unos 5.000 representantes de gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales (ONG) de todo el mundo están reunidos en busca de un consenso mundial para la reducción de los llamados gases de invernadero, que provocan el recalentamiento del planeta.

Schroeder exhortó a los delegados a trabajar para que el Protocolo de Kyoto, firmado en 1997 en la tercera conferencia de partes, entre en vigor en el 2002.

El año 2002 marcará el décimo aniversario de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo o "Cumbre de la Tierra", que tuvo lugar en Río de Janeiro.

Un plan contra el recalentamiento del planeta fue acordado en 1997 con la firma del Protocolo de Kyoto, que se obtuvo tras intensas deliberaciones en la tercera conferencia de partes.

Una vez que entre en vigor y sea legalmente aplicable, el protocolo comprometerá a los llamados países industrializados del "anexo uno" a fijarse objetivos para reducir las emisiones en el período 2008-2012.

El resultado previsto sería una reducción promedio de cinco por ciento en las emisiones de gases generadores de calor de los países industrializados, en comparación con los niveles de 1990.

El protocolo tiende a alcanzar los objetivos fijados en la Cumbre de la Tierra sobre la reversión de la tendencia al aumento de las emisiones de gases de invernadero, generados por la quema de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo.

En el Protocolo de Kyoto, los países desarrollados se comprometieron a reducir las emisiones colectivas propias de seis gases contaminantes clave, en un cinco por ciento como mínimo.

El objetivo del grupo debía ser alcanzado a través de cortes de ocho por ciento por parte de Suiza, la mayoría de las naciones de Europa central y oriental, y la Unión Europea, la cual pretende cumplir ese propósito mediante la distribución de cuotas reductivas entre sus 15 estados miembros.

El protocolo también compromete a Estados Unidos a bajar sus emisiones en siete por ciento y a Canadá en seis por ciento, al igual que Hungría, Japón y Polonia.

Rusia, Nueva Zelanda y Ucrania deben estabilizar sus emisiones, mientras Noruega podría aumentarlas más de uno por ciento, Australia más de ocho e Islandia 10.

Sin embargo, el protocolo sólo entrará en vigor y tendrá fuerza legal cuando haya sido ratificado al menos por 55 países, incluidas las naciones desarrolladas que representen no menos del 55 por ciento de las emisiones totales del Norte industrial.

Según la secretaría de Cambio Climático basada en Bonn, que se ha convertido en un Centro para la Cooperación Internacional, el protocolo fue firmado por 84 países, pero los 14 que lo ratificaron hasta ahora son pequeñas naciones en desarrollo.

Grandes países en desarrollo como China, India, Indonesia y Brasil no lo han ratificado.

Como esos países emiten enormes cantidades de gases invernadero, el Senado de Estados Unidos insiste que deben ser obligados a asumir nuevos compromisos de reducción, una condición que no está contemplada en la Convención.

El pedido de Schroeder para que el Protocolo de Kyoto quede ratificado en el 2002, es un "paso adelante", opinó Bill Hare, de la organización ambientalista Greenpeace International.

Sin embargo, lamentó que hubiera "pocas pruebas" del compromiso oficial de Alemania para cumplir sus obligaciones legales de cortar las emisiones en 21 por ciento para el 2010.

Greenpeace presentó la semana pasada un estudio realizado por el Instituto Wuppertal, una organización alemana que investiga el cambio climático, la cual indicó que Alemania no logrará sus propósitos reductivos si la tendencia actual al aumento persiste.

Otro documento que circula en la conferencia de Bonn, pueblicado por el Centro Noruego de Estudios Climáticos y Ambientales (CICERO) trata de poner poner en perspectiva el papel de Alemania y el resto de la UE.

"A fines de los años 80 y desde el principio, Estados Unidos y Japón asumieron una posición defensiva en las negociaciones sobre clima", señala el informe, titulado "La Comunidad Europea y la Protección Climática – ¿Qué Hay Detrás de la Retórica Vacía?"

"Por consiguiente, existe a nivel global un vacío político y una necesidad de liderazgo", agrega.

Los científicos estadounidenses han tenido un papel dominante entre reconocidos grupos de expertos, pero la UE tomó la iniciativa en lugar de Estados Unidos u otras grandes potencias para establecer objetivos climáticos más estrictos y vinculantes, afirma el estudio.

La UE, por su parte, se ha mostrado muy deseosa de actuar como "líder o por lo menos de motor" a nivel global. Los ingredientes claves de la estrategia de liderazgo de la UE han sido objetivos comparativamente ambiciosos sobre clima y movilización de la opinión pública internacional, destacó CICERO.

En 1988, el Consejo Europeo, en la primera mención de la UE sobre cambio climático, subrayó la importancia de que la comunidad desempeñe un papel de liderazgo en la prevención del cambio climático mundial y la protección de la capa de ozono.

Desde entonces, ministros y países miembros, comisarios y el propio Parlamento Europeo han insistido en la importancia y urgencia del liderazgo de la UE en esta cuestión.

Sin embargo, cuando la lucha contra el cambio climático se convirtió en un objetivo establecido, en marzo de 1997, las asimetrías y diferencias entre los miembros de la UE se hicieron evidentes.

"Alemania llevó a cabo individualmente 80 por ciento del total de reducciones. Gran Bretaña contribuyó con cerca de 20 por ciento, mientras España hizo la contribución menor, con 12 por ciento", destaca el informe.

"Alemania logró alcanzar una reducción tan ambiciosa pese a que siete estados miembros de la UE sólo estabilizarán o incluso aumentarán sus emisiones de dióxido de carbono hasta el año 2010", añade el documento. (FIN/IPS/tra-en/raj/ego/mlm/en/99

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