Ladrones desconocidos aprovecharon la negligencia y la burocracia imperante en una institución cultural de México al robar, al parecer por encargo, un valioso collar de jade prestado por Honduras para una exposición de arte maya.
La pieza fue sustraída antes de la inauguración, el 4 de agosto, de la exposición de 556 piezas representativas de más de 20 siglos de cultura maya, 60 de las cuales fueron facilitadas por autoridades hondureñas. El episodio que dañó las relaciones entre autoridades de la cultura de ambos países.
Los responsables hondureños de la muestra se percataron de que faltaba la pieza, valuada en 100.000 dólares, cuando iba a ser ubicada en la exhibición.
El día de la apertura de la muestra "Los Mayas", el Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) pidió por escrito a la dirección del colegio San Ildefonso, sede de la exposición, que informara del robo a las autoridades.
Pero pasaron más de 80 días hasta que la oficina de Interpol México recibió la notificación del hurto.
La falta de la pieza procedente de la región hondureña de Copán, cuyo último paradero conocido fueron las bodegas del colegio San Ildefonso, fue notificado a la Procuraduría General mexicana el 11 de agosto.
La directora del colegio San Ildefonso, Dolores Béistegui, sostuvo que el hurto debió haberse ejecutado por encargo, pues la obra no es de las más atractivas de la exposición y su venta en una subasta internacional sería imposible.
Esa tesis fue avalada también por Ramón Bonfil, presidente del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de México, al señalar que "es bien conocida la existencia de grupos delictivos que actúan mandatados por coleccionistas de gran poder económico".
El experto lamentó la existencia de "esos compradores inescrupulosos que obtienen mediante el robo piezas de arte y testimonios culturales que pertenecen a la humanidad".
El IHAH solicitó al gobierno mexicano absoluta discreción acerca del robo, pero la policía hondureña rechazó esa intención y divulgó la noticia el día 16.
La acción de las autoridades policiales del país centroamericano fue interpretada en ámbitos culturales de México como una forma de presión internacional para recuperar la figura.
La directora del IHAH, Olga Joya, cuestionó que no se hubiera cerrado el acceso a San Ildefonso "para iniciar la investigación" inmediatamente después de detectarse la falta de la pieza y que, por el contrario, "se siguiera con los preparativos para abrir la muestra".
La directora del IHAH dijo no haber recibido información del asunto desde que envió la nota. Por eso "llamé para preguntar y Béistegui me dijo que no había avances" en la innvestigación, "por lo cual podríamos cobrar el seguro, aunque eso no es lo que nos interesa", agregó.
Joya informó que Interpol Honduras había detectado ya a un coleccionista estadounidense interesado en piezas de jade.
El arqueólogo estadounidense William T. Sanders, quien participa en México en un congreso de conservación de monumentos, reveló que una docena de piezas de Copán fueron robadas tres años atrás.
El embajador de Honduras en México, Roberto Reyes, quien lamentó la tardanza en notificar la pérdida a la filial local de Interpol, solicitó formalmente a la Secretaría de Relaciones Exteriores (cancillería) que intervenga en la investigación.
El diputado Gilberto López llamó la atención de que "tales robos puedan realizarse de manera tan relativamente fácil" y pidió que se refuercen las medidas de seguridad en los recintos que las albergan.
Las historias de robos de obras creadas por artistas de las antiguas culturas mexicanas son moneda corriente en el país, tanto como las noticias de que muchas de las piezas logran ser recuperadas.
En México se mantiene abierta una discusión en ámbitos culturales y políticos sobre la protección de los más de 200.000 sitios arqueológicos del país, de los cuales sólo unos 27.000 están registrados.
La memoria del país ha sido víctima del saqueo. En la actualidad, se desconoce cuántas piezas arqueológicas están en manos privadas. Además, gran parte de esos tesoros están en colecciones de Estados Unidos y Europa, incluido el Vaticano.
El legendario penacho de plumas multicolores de aves preciosas que perteneció al emperador azteca Moctezuma está en el museo de Viena, que no acepta devolverlo a México a pesar de los reiterados reclamos populares.
Entre los casos más escandalosos de saqueos en el país figura el de Edward Thompson, ex cónsul estadounidense en Yucatán, cuna de la cultura maya. El equipo del diplomático sustrajo a principios de siglo más de 4.000 joyas del monumental Chichen- itzá.
Obras maestras prehispánicas de todo el territorio mexicano fueros robadas en 1985 del Museo Nacional de Antropología, cuya seguridad estaba a cargo entonces de dos policías desarmados.
"Los Mayas" reúne obras de 40 museos de México, Belice, Costa Rica, Guatemala, El Salvador y Honduras, que fueron apreciadas por 650.000 personas el año pasado en el Palazzo Grassi de Venecia.
El collar, de 22 centímetros de largo y 7,3 de ancho, fue hallada en una ofrenda depositada por los antiguos gobernantes de la ciudad de Copán. (FIN/IPS/pf/mj/cr/99
