El Museo Metropolitano de Arte de Nueva York exhibe los 12.000 objetos de su colección de arte islámico, una de las mejores del mundo, con el patrocinio de la empresa Coca Cola y la Organización de la Conferencia Islámica (OIC).
Las Galerías de Arte Islámico constituyen "un alentador paso hacia la profundización del diálogo entre las naciones y las civilizaciones", sostuvo el marroquí Azeddine Laraki, secretario general de la OIC.
La cooperación entre una "importante organización intergubernamental, un respetado museo de arte y una gran empresa internacional, que introducen una forma innovadora de divulgar el conocimiento sobre arte e historia de una gran civilización, merece un reconocimiento especial", declaró Laraki.
Los visitantes ingresan a la muestra a través de una suntuosa habitación de Damasco, construida en 1707 y típica de los hogares sirios prósperos del período otomano, donada al museo en 1969.
Las paredes son de madera dorada, el piso está revestido de mármol coloreado y los grandes vitrales tiñen la luz de la sala. Hay, incluso, un patio delantero con una fuente y el piso revestido de mármol coloreado.
Los 12.000 objetos islámicos expuestos fueron donados, regalados o comprados, y también encontrados en excavaciones patrocinadas por el museo, como las realizadas en Nishapur, Irán, entre 1935 y 1939 y en 1947.
El primer gran grupo de objetos fue legado en 1891 por Edward Moore, presidente de la empresa Tiffany y coleccionista de objetos de metal de países islámicos. Ahora, las cuotas que abonan los socios del museo permiten la adquisición, cada año, de objetos significativos, en especial alfombras y copias del Corán.
Las Galerías de Arte Islámico del Museo Metropolitano están organizadas según ejes cronológicos y geográficos. Entre los objetos raros expuestos figura un temprano ejemplo de tablero de ajedrez al que sólo le falta un peón, modelado en Irán en el siglo XII.
Una habitación llena de Coranes de diversos períodos, de los cuales lo más atractivo son unas páginas del libro sagrado hechas en Bagdad en 1307, constituye uno de los puntos más altos de la muestra.
Otro de los tesoros de esa habitación es un Corán de gran formato, hecho en Egipto a fines del siglo XIII, con casi todas sus páginas escritas en dorado. El libro se encuentra apoyado sobre un atril de madera tallada en Turkestán en 1360.
El período Mughal, del siglo XVII en India, está representado en la exposición por 78 páginas de pinturas en miniatura, algunas inspiradas en el arte antiguo persa y otras de clara influencia china.
La colección de vidrios y metales antiguos de Egipto, Mesopotamia y Siria, y algunas de las más finas alfombras clásicas de los siglos XVI y XVII, son excelentes ejemplos de ese período del arte islámico.
El Museo Metropolitano, situado en la Quinta Avenida a la altura del Central Park, tiene un presupuesto anual de operaciones de alrededor de 115 millones de dólares.
La semana pasada, Coca Cola invitó a numerosas personalidades a una visita a las Galerías de Arte Islámico.
Al paseo asistieron Nane Annan, esposa del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan, ministros de los países de la OIC, diplomáticos, líderes comunitarios y personalidades del mundo del arte de Nueva York.
La idea de fortalecer el intercambio cultural entre todas las religiones y comunidades del mundo fue presentada el año pasado por el presidente de Irán, Mohamad Jatami, ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, que proclamó al 2000 como Año Internacional del Diálogo entre las Civilizaciones, recordó Laraki.
El secretario de la OIC alentó a los musulmanes a mantener "la especialización, la profunda sabiduría y el alto nivel de la industria y la creatividad" de sus antepasados de diversas tierras "para celebrar nuestra historia común y diversidad cultural".
Doug Jackson, vicepresidente de Coca Cola para Medio Oriente y Asia Oriental, apoyó la iniciativa de preservar y apreciar la historia, el arte y la cultura del Islam.
La compañía invirtió 600 millones de dólares el año pasado en los países de la OIC, y tiene planes de seguir financiando programas que beneficien a la cultura y las comunidades de esa "región dinámica y creciente".
"Reconocemos el rico patrimonio histórico y cultural del arte islámico, y creemos que esta sociedad con la OIC y el Museo Metropolitano contribuirá a que se avance en la comprensión de ese gran legado", declaró Jackson.
El Museo Metropolitano colabora actualmente con varios países islámicos en el montaje de exposiciones especiales.
En 1992, organizó una muestra de arte islámico español y marroquí en el Palacio de la Alhambra en Granada, España, uno de los sobrevivientes más prestigiosos del arte morisco que floreció en Andalucía durante la ocupación musulmana, entre el 713 y 1492.
También colaboró con Marruecos el año pasado en la restauración del minarete de la mezquita de Kutubiyya de Marrakesh, al sur del país, construida en el siglo XII, y la única que queda perfectamente conservada en la región.
Además, el museo organizó este año una exposición de la colección de caligrafía de Sabanci, un empresario y filántropo turco. (FIN/IPS/tra-en/ib/mk/ceb/mj/cr/99