La editorial Abya Yala de la capital ecuatoriana se dedica hace 23 años a rescatar la cultura e historia de los indígenas de Ecuador y del resto de América Latina, sumando ya más de 2.000 libros publicados.
Esta empresa es la que publica más libros de su tipo en la actualidad en este país y en América Latina y ha logrado que muchas de sus obras fueran reeditadas en varias oportunidades, alcanzando los primeros lugares de ventas en el mercado ecuatoriano.
Abya Yala nace de la iniciativa de sacerdotes salesianos, en especial del español Juan Bottasso, de recopilar información sobre la cultura de los indígenas shuar de la Amazonia, lo cual marcó el comienzo del rescate cultural de las distintas naciones nativas de Ecuador.
El proyecto original se transformó poco después en una editorial dedicada exclusivamente a temas antropológicos, para luego ampliar su temática a sociología, historia, género, ecología, educación bilingüe, literatura, tradición oral, arqueología y medicina indígena.
La editorial buscó y logró desde los primeros años la eficiencia económica, pero "su apuesta fundamental fue que las obras y, por lo tanto, las diferentes realidades de los pueblos indígenas logren una difusión importante", explicó su gerente, José Juncosa.
En el marco de esa política se busca abaratar el costo de los libros sin descuidar la calidad de la edición, para que todos puedan acceder a ellos, en especial los estudiantes, dijo Juncosa a IPS.
Abya Yala ha reunido en sus 23 años de vida más de 2.200 autores de distintos países, entre ellos más de 350 indígenas, además de ser considerada en congresos internacionales como la mayor editorial en su género y de haber recibido varios premios por su labor.
Aunque la producción editorial es lo más importante para Abya Yala, en este lapso también agregó otras actividades que tienen el fin de dar espacio a los pueblos indígenas de América, entre las que se destaca el trabajo académico.
En 1988 se creó el Instituto de Antropología Aplicada, que trabajó desde su inicio con una modalidad educativa a distancia, para que pudieran acceder de manera más fácil los pobladores alejados de Quito, especialmente del área rural indígena.
El Instituto de Pedagogía Indígena Bilingüe Intercultural se creó en 1990 y en la actualidad cuenta con 150 alumnos de distintas nacionalidades nativas.
También funciona en la misma sede de la editorial desde 1992 la Universidad Politécnica Salesiana, que se nutre de muchos de sus libros para las carreras de ciencias sociales y comunicación.
Además se han agregado el Museo Amazónico, una librería, el centro de audiovisuales y los almacenes, en los que se venden productos indígenas sin intermediarios, todo lo cual conforma un verdadero centro cultural.
El sacerdote Juan Bottasso llegó a Ecuador en 1959 con la idea de ayudar a los pueblos aborígenes y lograr que la sociedad les diera todo el valor que tenían.
La primera tarea que encaró fue el trabajo de base junto a las comunidades shuar, pasando a residir en la selva por más de 15 años, lapso en el cual logró una comunicación y relacionamiento con los indígenas de la Amazonia como nadie antes había podido.
Esa experiencia le permitió comprender mejor la simbología, la religiosidad y la vida cotidiana de las distintas etnias que viven en esa zona.
Bottasso sostiene que para interpretar a los pueblos indígenas amazónicos no bastan las distintas teorías sociológicas que se desarrollaron a lo largo de la historia.
"En la visión étnica, por ejemplo, no existe la contradicción entre ricos y pobres. Los indios de la Amazonia no son pobres ni ricos sino que simplemente viven una cultura distinta, muy ligada a la naturaleza", dijo Bottasso a IPS.
"Hay que entender (la cultura de los indígenas) y respetarla para relacionarse mejor con ellos y para que no sean exterminados", agregó.
El trabajo de Bottasso y de otras personas junto a los shuaras se recopiló en publicaciones que sirvieron de material didáctico en los centros educativos de la Federación Shuar, organización que forma parte del la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador.
Con esas publicaciones se inició la colección "Mundo Shuar", la primera de la editorial Abya Yala, que significa "tierra en plena madurez", nombre con que los indígenas cunas de Panamá y Colombia denominan al continente americano.
Ese término fue sugerido por el jefe aymará Takir Mamani, quien propone que todo los indígenas lo utilicen en sus documentos y declaraciones.
"Llamar con nombres extranjeros a nuestras ciudades, pueblos y al continente, equivale a someter nuestra identidad a la voluntad de los invasores y sus herederos", aseguró Mamani.
El logotipo de la editorial es una "mucahua", pieza de alfarería similar a una taza perteneciente a la cultura canelo- quichua de la Amazonia ecuatoriana.
La elección de la mucahua fue una forma de reivindicar un antiguo mito de los nativos digger de California, según el cual "al comienzo Dios dio a cada pueblo una taza de arcilla y de esa taza bebieron su vida".
"Para esos indígenas como para muchos otros ahora, la taza está rota por la presión de la civilización occidental. Sin embargo, aún no han logrado quebrar la de muchos pueblos y Abya Yala quiere ayudar a mantenerlas intactas", dijo Bottasso.
Desde su creación, Abya Yala se ha transformado en el mejor ejemplo de la forma en que se debe trabajar a nivel cultural en Ecuador.
"Toda la información disponible sobre Abya Yala, los pueblos indígenas, los libros editados y sus autores se puede encontrar en la página web { HYPERLINK http://www.abyayala.org", informó Juncosa. (FIN/IPS/kl/dm/cr/99