El desempleo, la inseguridad y la corrupción son las principales preocupaciones de 24 millones de argentinos que elegirán este domingo presidente, vicepresidente, 116 diputados y seis gobernadores, y llenarán otros casi 1.500 cargos provinciales y municipales.
Se trata de la cuarta elección presidencial consecutiva desde 1983, tras siete años de dictadura militar. Después del régimen, gobernó Raúl Alfonsín hasta 1989, luego Carlos Menem, que fue reelegido para un segundo periodo en 1995.
Ahora, se elegirá a un presidente que gobernará cuatro años y que puede ser reelegido una sola vez consecutiva.
Las últimas encuestas difundidas la mañana de este viernes antes de que comenzara la veda electoral señalan al jefe del gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Fernando de la Rúa, de la Alianza opositora centroizquierdista, como favorito.
En segundo lugar se ubica el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, del oficialista y centroderechista Partido Justicialista, y en tercer lugar el derechista ex ministro de Economía Domingo Cavallo.
La encuestadora Graciela Romer, de la firma que lleva su nombre, señaló que los votantes van a las urnas con una lista muy clara de preocupaciones.
En primer lugar, con 79 por ciento de menciones, figura la desocupación, seguida por la inseguridad (50 por ciento), producto de la ola de delincuencia, y la corrupción (30 por ciento).
A diferencia de otros comicios presidenciales en los que hay claros temas enfrentados, encarnados por cada candidato, esta vez hay coincidencia en la necesidad de un cambio.
Todos los votantes parecen preocupados por los mismos asuntos, y básicamente votarán a quien consideren mejor preparado para resolver esos problemas.
"Estas elecciones serán recordadas como las primeras desde los comienzos de la restauración democrática de 1983 en las que no estuvieron en juego cuestiones vitales para la sociedad argentina", concluyó el encuestador Enrique Zuleta Puceiro.
Del total del padrón, casi un millón de personas acuden a las urnas por primera vez. De estos votantes nacidos al final de la dictadura, 59 por ciento descreen de la política. Casi 50 por ciento la identifican con la corrupción y 87 por ciento aseguran que no piensan afiliarse a un partido.
Cuarenta por ciento de los nuevos votantes viven debajo de la línea de pobreza. El Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) calculó que más de 32 por ciento buscan empleo y no lo consiguen.
El CEOP precisó que, si se proyectan los indecisos (ocho por ciento), De la Rúa se impondrá en primera vuelta con 51 por ciento de los votos, Duhalde tendrá 35 por ciento (el peor resultado electoral de un candidato justicialista) y Cavallo, 12 por ciento.
Si se cumplen los pronósticos, en los que coinciden con pocas diferencias la mayoría de las encuestas, De la Rúa asumirá la presidencia el 10 de diciembre sin necesidad de segunda vuelta, a la que debe convocarse si el candidato más votado tiene menos de 45 por ciento de los sufragios.
El diputado Carlos Alvarez es el candidato a vicepresidente de la fórmula favorita. De la Rúa pertenece a la Unión Cívica Radical, y Alvarez al Frente País Solidario. Las dos agrupaciones formaron en 1997 la coalición Alianza, que tuvo su primer triunfo en los comicios legislativos de ese mismo año.
Duhalde se presenta acompañado por el ex cantante y ex gobernador de la provincia de Tucumán Ramón "Palito" Ortega, que al principio era su competidor.
Las dos fórmulas principales recogerán casi 90 por ciento de los votos, según las encuestas, pero hay otras ocho candidatos a la presidencia: Cavallo, que va tercero en preferencias, y siete postulantes de izquierda que no llegan a sumar dos por ciento de las preferencias.
Un fenómeno nuevo que se anticipa en esta elección es el aumento de los votos en blanco. De 2,4 por ciento de 1983 creció a 4,7 por ciento en 1997, y para estos comicios el porcentaje podría ser superior, según los encuestadores.
En la Cámara de Diputados, sobre un total de 257 asientos, debían renovarse 130, pero 15 provincias aprovecharon elecciones a gobernador efectuadas este año para adelantar la elección de 14 legisladores. Este domingo quedarán por elegir 116 diputados.
A su vez, se votarán 250 legisladores provinciales, 155 intendentes y 1.153 consejales municipales.
En algunos distritos, la papeleta se compone de siete partes donde constan candidatos a presidente y vicepresidente, a gobernador, a diputados nacionales, a diputados provinciales, a senadores provinciales, a intendente y a consejales.
De las 15 provincias que ya eligieron gobernador, el Partido Justicialista ganó en 11 y la Alianza en cuatro. No obstante, los encuestadores sostienen que esta tendencia no se mantiene cuando se consulta a los votantes por su elección a presidente. En esa decisión, se impone la Alianza.
No obstante, hay seis provincias en las que se elige gobernador este domingo (Buenos Aires, Chubut, Entre Ríos, Jujuy, La Pampa y Mendoza). En una de ellas, la de Buenos Aires, están concentradas las mayores expectativas de dirigentes y votantes por diversas razones.
En ese distrito vota casi 40 por ciento del electorado nacional, y los candidatos a gobernador están empatados en los sondeos. La Alianza presenta a la diputada Graciela Fernández Meijide y el oficialismo al vicepresidente del país, Carlos Ruckauf.
Este viernes, las últimas encuestas indicaban para Fernández Meijide una ventaja de entre dos y tres puntos, pero es un porcentaje muy bajo para que los expertos en opinión pública se animen a anticipar un resultado, como ocurre con la elección presidencial.
Si ganan Ruckauf y De la Rúa, el futuro presidente tendrá que negociar con un justicialista y opositor al frente de la provincia más populosa del país.
A su vez, el Frepaso, el partido de la Alianza que propuso a Fernández Meijide como candidata, tendrá una derrota que le quitaría gravitación dentro de la coalición gobernante.
En cambio, si gana Fernandez Meijide, Duhalde, que además de candidato del justicialismo es gobernador de la provincia por la que compite Ruckauf, tendrá una doble derrota. Así, la idea del presidente Carlos Menem de postularse en el 2003 cobrará enorme fuerza enseguida de los comicios.
El eventual triunfo de Fernandez Meijide colocaría por primera vez a una mujer en ese distrito tan vasto. Hasta el último minuto de la campaña, De la Rúa se dedicó a mostrarse con ella, para evitar que los votantes corten la papeleta y lo voten a él como presidente y a Ruckauf como gobernador. (FIN/IPS/mv/mj/ip/99
