El presidente electo de Argentina, Fernando de la Rúa, finalizó hoy la primera semana de transición hacia su gobierno, en la que sorteó fuertes presiones del poder económico para definir los pasos a seguir y delineó la agenda de encuentros internacionales.
Como para transmitir una imagen de calma en medio de tanta agitación y de presiones de diversos sectores, De la Rúa se mostró este sábado haciendo compras junto a su esposa en un supermercado, de camino a su residencia de descanso.
De la Rúa tuvo gestos tendientes a poner en marcha una gestión más transparente, como reclamaron los votantes en los comicios del domingo 24, al enviar delegaciones de dirigentes, abogados y escribanos a algunas áreas del gobierno sospechosas de corrupción.
También dio muestras de voluntad de diálogo, tanto con integrantes de su coalición, la Alianza, como con la futura oposición. De la Rúa sabe que su gobierno estará condicionado por una mayoría de gobernadores provinciales opositores y no tiene mayoría en el parlamento.
En este último aspecto, la reunión más destacada fue la que De la Rúa tuvo con quien fue su contrincante en las elecciones, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo Duhalde, del hoy gobernante Partido Justicialista.
En el encuentro que se prolongó por más de una hora, Duhalde prometió apoyar a De la Rúa, y el mandatario electo lo invitó a participar de un consejo que se creará para mantener un diálogo abierto y permanente con toda la dirigencia política de cualquier signo.
Lo mismo hizo el ex ministro de Economía Domingo Cavallo, tercero en las elecciones presidenciales del domingo pasado. El creador del plan que permitió estabilizar la economía argentina se puso a disposición de De la Rúa, quien lo recibió y cenó con él y sus asesores.
Los dirigentes parecen actuar bajo la influencia de las encuestas, que reflejan el deseo de los argentinos de que su dirigencia política trabaje por el país y no en función de intereses personales.
Por otra parte, De la Rúa adelantó que estudia aumentar los atributos de la vicepresidencia, que será ocupada por su aliado político, el diputado Carlos Alvarez. El vicepresidente tendrá a su cargo una serie de secretarías que hoy dependen directamente de la Presidencia.
En cambio, todavía no definió qué lugar tendrá en su gobierno otra aliada de peso, la diputada Graciela Fernández Meijide, ex dirigente de derechos humanos que fue derrotada en las elecciones para gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Fernández Meijide perdió, pero muchos dirigentes de la Alianza consideran que 42 por ciento de los votos en el mayor distrito electoral del país es apoyo que no tiene antecedentes para una mujer que se presenta a un cargo ejecutivo.
Empresarios, banqueros y economistas, locales y del exterior, hubieran querido que De la Rúa confirme al coordinador de su equipo económico, José Luis Machinea, como su futuro ministro de Economía, pero por el momento no lo hizo.
Después de reunirse con el actual ministro de Economía, Roque Fernández, Machinea sostuvo que el déficit fiscal que heredará la nueva administración que asume el 10 de diciembre ronda los 10.000 millones de dólares.
Sea quien sea el futuro ministro de Economía, deberá lidiar no sólo con un fuerte desbalance de tesorería sino también con un desempleo creciente, que se ubica cerca de 15 por ciento de la población económicamente activa.
En tanto, el coordinador del área de Relaciones Internacionales, Rodolfo Terragno, se entrevistó con el actual canciller, Guido Di Tella, y funcionarios de la segunda línea de esa cartera pusieron a los equipos del gobierno electo al tanto de la marcha de la diplomacia argentina.
El Mercosur y la negociación en el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) fueron, en este sentido, los asuntos más salientes por la inminencia de las reuniones internacionales en las que se definirán asuntos pendientes.
Este lunes, la economista Beatriz Nofal, de la Alianza, viajará a Toronto, Canadá, junto con el secretario de Relaciones Económicas Internacionales Jorge Campbell para participar de la reunión de negociadores del ALCA.
La cita será seguida por una reunión de ministros el 3 y el 4, en la que se aprobarán medidas de facilitación de negocios en el hemisferio, y en la que Argentina asumirá la presidencia por los próximos 18 meses, con el mandato de elaborar un texto para el acuerdo de los 34 países.
Asimismo, los dirigentes de la Alianza pidieron intervenir en las negociaciones que se están ultimando para llegar al 2000 con un régimen automotor común en el Mercosur. Se prevé que De la Rúa asista a la cumbre del bloque que se celebrará los días 7 y 8 de diciembre.
Antes, el mandatario electo tiene previsto viajar la semana próxima a Brasilia para reunirse con el presidente Fernando Henrique Cardoso. Luego, asistirá al Congreso de la Internacional Socialista en París, el 7 de noviembre.
En ese escenario, De la Rúa inaugurará las sesiones junto con el premier británico Tony Blair, con quien tendrá una reunión a solas, y con el ex presidente sudafricano Nelson Mandela. En el viaje de regreso, podría hacer escala en Estados Unidos para reunirse con el presidente Bill Clinton. (FIN/IPS/mv/mj/ip/99