Cinco países de América Central y Chile firmaron hoy en la capital guatemalteca el acuerdo marco que define aspectos legales para un tratado de libre comercio y se comprometieron a decidir en un mes los productos comprendidos y los plazos de desgravación.
El acuerdo fue suscripto por los presidentes Miguel Angel Rodríguez, de Costa Rica, Francisco Flores, de El Salvador, Alvaro Arzú, de Guatemala, Carlos Flores de Honduras, y Arnoldo Alemán, de Nicaragua, y por el mandatario chileno Eduardo Frei.
Centroamericanos y chilenos comenzaron las conversaciones para la liberalización del comercio en abril de 1998, en el marco de la Segunda Cumbre de las Américas, realizada en Santiago.
Desde entonces fueron suficientes cinco encuentros para que los seis países convinieran el derribo de sus fronteras comerciales.
La negociación fue dividida en dos etapas. En la primera, de negociación conjunta, se redactó un texto común, y en la segunda, de conversaciones bilaterales, se discute el programa de desgravación arancelaria y la lista de productos.
La Oficina de Comercio Exterior de Chile (Prochile) señaló que la desgravación reflejará el principio de asimetría a favor de los países centroamericanos, que podrán llegar al mercado chileno sin barreras antes de finalizar su propio desarme arancelario.
"De nada sirve producir si no tenemos a quién vender, y así como lo estamos haciendo con Taiwan, con República Dominicana, con Cuba y ahora con Chile, estamos abriéndonos y expandiéndonos hacia el mundo", declaró el presidente guatemalteco Arzú.
Frei, por su parte, expresó su complacencia ante el acuerdo firmado. "Nos da grandes oportunidades y nos permite que avancemos en lo central, que es a mi juicio, la consolidación de un proceso de integración en nuestra América Latina"
"Es una señal fuerte para quienes tenemos que construir una América Latina de cooperación y paz, pero sobre todo, para enfrentar la globalización" dijo el mandatario chileno.
Es necesaria la unidad ante los grandes bloques, pues "de lo contrario no va a pesar nuestra voz, no vamos a poder negociar en forma adecuada y vamos a estar permanentemente al arbitrio de los países industrializados y de las grandes potencias en estos temas", agregó.
Frei aseguró que su gobierno firmará también con América Central convenios en materia política y educativa.
Por su parte, el presidente costarricense Rodríguez consideró el tradado de libre comercio con Chile "una oportunidad para alcanzar un crecimiento económico de largo plazo sustentado en el acceso a nuevos mercados".
También es "una oportunidad para generar más y mejores fuentes de trabajo para las familias y nuevas alternativas de inversión para los empresarios", destacó Rodríguez.
América Central "recoge los frutos de la paz y de la democracia, tras largas décadas de inestabilidad política y conflictos armados", indicó.
El ministro de Economía de Guatemala, Guillermo Castillo, indicó que en este proceso quedan asuntos pendientes para rondas posteriores que se celebrarán antes de fin de año.
América Central represó en los últimos año sólo seis por ciento del comercio chileno con el mundo. La corriente es superavitaria para para Chile, pero las autoridades del istmo consideran que con este acuerdo puede haber cambios.
Después de firmar el acuerdo, se promoverán convenios de cooperación para facilitar el transporte aéreo y marítimo entre América Central y Chile, dijo Castillo.
Enrique Lacs, coordinador de la Comisión Empresarial para las Negociaciones Comerciales Internacionales de Guatemala (Cencit), explicó que las próximas reuniones tendrán la finalidad de alcanzar consenso sobre los puntos aún no acordados.
Lacs señaló que la negociación de los países del Triángulo Norte de América Central (El Salvador, Guatemala y Honduras) ha avanzado considerablemente, y que 50 por ciento de los productos negociados bilateralmente han sido aceptado dentro del tratado.
Las frutas y productos envasados chilenos despertaron conflictos, pues los países del Triángulo Norte pretenden desgravarlos a largo plazo, explicó el empresario guatemalteco.
Mientras, el gobierno chileno se niega a eliminar la banda de precios de importación para el azúcar, harina y aceites comestibles producidos por los tres países.
Pero Lacs se mostró optimista y consideró que en noviembre habrá concluido la negociación de los asuntos pendientes.
Costa Rica y Nicaragua, que firmarán tratados separados con Chile, también tienen sus rubros delicados. Algunos de ellos son la leche, el café, la carne bovina, el pollo y los huevos para los costarricenses y el azúcar para los nicaraguenses.
La negociación del acuerdo entre Chile y Costa Rica concluyó el 3 de septiembre en San José, con el establecimiento de plazos de desgravación que regirán en lo inmediato, dentro de cinco años y dentro de 12, con algunas excepciones como los productos hortícolas, que se desgravarán en 16 años.
Alrededor de 84 por ciento de las exportaciones chilenas quedaron incluidas en la lista de desgravación inmediata, mientras que los costarricenses obtuvieron acceso inmediato con arancel cero para 94 por ciento de sus productos.
El comercio entre Chile y Guatemala tuvo altibajos en los últimos años, ya que en 1996 fue de 41 millones de dólares, en 1997 ascendió a 52 millones y en 1998 bajó a 23 millones, según el Ministerio de Economía guatemalteco.
Guatemala exporta a Chile azúcar, caucho natural, neumáticos y tubos, manufacturas de papel y cartón, ajonjolí, insecticidas y desinfectantes, entre otros productos. (FIN/IPS/cz/ff-mj/if/99
