AMERICA: Acuerdo contra drogas es modelo para el mundo, dice EEUU

Estados Unidos cree que el mecanismo de control antidrogas que adoptaron 34 países de América puede ser tomado como modelo para combatir el narcotráfico en otras regiones del mundo, en especial en Asia.

Thomas Umberg, subdirector de la Oficina de Política Nacional contra las Drogas de la Casa Blanca, alabó la decisión este miércoles en Uruguay, pero precisó que por el momento la prioridad de Washington en el combate al narcotráfico es América Latina y el Caribe.

Delegados de los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA) aprobaron el martes en Montevideo el llamado Mecanismo de Evaluación Multilateral basado en la responsabilidad compartida de países productores y consumidores, que regirá desde el primer día del 2000.

La resolución puso fin a un largo debate entre Estados Unidos y el resto del continente debido a la desconfianza recíproca, afirmó el secretario general de la OEA, César Gaviria.

Umberg coincidió con Gaviria al señalar que ya pasó el tiempo en que "nos culpábamos (por la responsabilidad) en el consumo o por la producción".

El funcionario estadounidense, en una rueda de prensa en la capital uruguaya, destacó que ese "entendimiento" surgió del convencimiento "de que tenemos un problema común con responsabilidades comunes".

El nuevo mecanismo impulsa la cooperación entre los 34 países del continente para el desarrollo de estrategias nacionales, con el fin de reducir el consumo de drogas, controlar los productos químicos destinados a su fabricación y evitar el lavado de dinero del narcotráfico.

Cuba, que no integra la OEA, tampoco está libre del tráfico de drogas. Aunque para Estados Unidos "el gobierno (cubano) no es cómplice" en la distribución de drogas, a Washington le preocupa el uso del espacio aéreo de la isla por parte de narcotraficantes, dijo.

Umberg aclaró que, a pesar de la aprobación del nuevo mecanismo, Estados Unidos continuará con la certificación unilateral que cada año otorga a las naciones de la región por su cooperación en el combate a esa actividad ilícita.

Esa certificación está establecida por ley, pero el Mecanismo de Evaluación Multilateral es "el primer paso para demostrar que a través de la cooperación podemos ser más efectivos" y, a medida que esa cooperación avance, quizás el sistema estadounidense no tenga tanta importancia, dijo.

Para destacar la importancia que Washington le otorga al combate contra las drogas, el funcionario informó que el presupuesto del año pasado para ese fin fue de 17.800 millones de dólares, destinados a dar cumplimiento a cinco metas.

Esos objetivos son impedir que los jóvenes estadounidenses utilicen drogas, desarticular las organizaciones de narcotraficantes, mejorar el tratamiento a los drogadictos, evitar el ingreso de estupefacientes al país y combatir su producción en los propios centros de abastecimiento.

Umberg precisó que para el gobierno de Bill Clinton el primer punto, relacionado con los jóvenes, es el más importante, ya que en el estudio de esa franja de edad aparecen desniveles de consumo.

Es positivo que en Estados Unidos el consumo de drogas entre jóvenes de 12 a 17 años descendió 13 por ciento en 1998, y negativo el hecho de que no se haya registrado baja de consumo en el grupo de personas comprendido entre 18 y 25 años en el mismo lapso, dijo.

Explicó, además, que se destina anualmente 390 millones de dólares en educación contra las drogas, distribuidos de manera equitativa entre los sectores público y privado.

"Todavía tenemos demasiados adictos en nuestro país y eso no nos complace", ya que por esa causa mueren cada año 50.000 personas y el gobierno invierte 110.000 millones de dólares anuales en atender enfermedades o problemas laborales generados por el uso de drogas, sostuvo Umberg.

También señaló que por esa razón el gobierno de Clinton es contrario a despenalizar el uso de estupefacientes, aunque admitió que en Estados Unidos es un tema que genera polémicas.

El funcionario precisó que el combate a las drogas en el centro de producción se hace a través de acuerdos con los gobiernos y puso como ejemplo a Colombia, donde 200 militares estadounidenses adiestran a las fuerzas armadas de ese país.

Esa capacitación es necesaria, dijo, debio a que "existe una relación entre la guerrilla y los narcotraficantes, que están muy bien armados y mejor pagos que los militares colombianos".

"Es más efectivo combatir las drogas en el lugar donde se cultivan que tratar de hacerlo una vez que sale de ese lugar, pero para ello se requiere la cooperación de esos países", indicó.

Con relación a Colombia "y otros países productores de droga", Umberg dijo que son falsas las "especulaciones" hechas por "algunos medios" de comunicación de que Estados Unidos utilizará la fuerza para combatir la producción de droga.

Uno de los principales desafíos del gobierno estadounidense es atacar el lavado de dinero que se obtiene del negocio de las drogas.

Umberg indicó que anualmente el narcotráfico genera desde Estados Unidos unos 57.000 millones de dólares.

Una parte de ese dinero queda en bancos de Estados Unidos y el resto es transferido a países en los que hay pocos controles y las leyes impiden investigar, aseguró. (FIN/IPS/rr/dm/ip/99

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