Los países ricos dicen que los pobres les deben dinero, pero la "deuda de carbono" de las naciones ricas con las pobres, creada por el uso excesivo de combustibles fósiles, es tres veces mayor, afirmaron expertos en cuestiones ambientales.
"Siempre pensamos que los países más pobres del mundo están en deuda con nosotros, y los obligamos a adoptar políticas de austeridad muy severas" señaló Andrew Simms, consejero de la organización humanitaria británica Christian Aid.
"Pero el dinero que nos deben esas naciones es muy poco si lo comparamos con la enorme y creciente deuda del carbono que mantienen los países ricos con el resto de la comunidad internacional", añadió Simms, principal autor de un informe titulado "Quién le debe a quién".
Los países industrializados causan estragos ambientales en perjuicio del planeta, y en especial de sus habitantes más pobres, mediante su "uso imprudente de los combustibles fósiles, que ha contribuido a crear la amenaza de un cambio climático" por el recalentamiento del planeta", se afirmó en ese informe.
"Los países que emplean una parte de los recursos naturales mayor que la que les corresponde, y son los mayores responsables del recalentamiento del planeta, tienen una deuda con los que emplean menos recursos que los que les corresponden", se explicó.
Los países pobres altamente endeudados son acreedores de más de 612.000 millones de dólares por concepto de "deuda de carbono", y esa suma es más de tres veces mayor que su deuda financiera de 200.000 millones de dólares con las naciones ricas, indicó el estudio.
La estimación del valor de la "deuda de carbono" se basa en las metas de reducción de la emisión de dióxido de carbono fijadas por el Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de las Naciones Unidas, y en las opiniones más aceptadas sobre el costo de la emisión de ese "gas invernadero".
Se llama "efecto invernadero" a la retención de radiación terrestre debida a ciertos gases presentes en la atmósfera. El aumento en la emisión de algunos de esos gases, causado por la actividad humana, se ha señalado como responsable del recalentamiento del planeta.
"La atmósfera sólo puede absorber cierta cantidad de gases que producen el efecto invernadero antes de que comiencen a producirse desequilibrios en el clima, de modo que es necesario controlar las emisiones de esos gases", se sostuvo en el informe.
"Cada día que pasa sin que los países industrializados inicien acciones eficaces para la reducción de entre 60 y 80 por ciento necesaria en la emisión de esos gases, su endeudamiento (con el resto del mundo) aumenta", se agregó.
Los expertos advirtieron que sus estimaciones sobre el uso sustentable de carbono por persona indican que Estados Unidos emplea 12 veces lo que le corresponde, y Gran Bretaña seis veces más lo que le corresponde.
El resultado de estos excesos es "una nube de tormenta sobre el futuro de cada ser humano", que es más amenazante para las vidas de las personas de países pobres especialmente vulnerables a los desastres naturales causados por el cambio del clima, indicaron.
Entre esos países señalaron los ubicados en pequeñas islas del Caribe, en las Islas Maldivas y las Islas Marshall. También los que tienen territorios situados en tierras bajas sobre el delta de grandes ríos, como Bangladesh, China, Egipto y Vietnam, y los propensos a inundaciones, en especial en Medio Oriente y Africa.
Esos países no son deudores sino acreedores de carbono, subrayó el informe.
"Algunos de los países más pobres están entre los ususarios de energía más eficientes del mundo, pese a la creencia de que ocurre lo contrario", señalaron los especialistas.
"Los países más pobres son casi dos veces más eficientes que el conjunto de las naciones industrializadas, si se compara el resultado económico logrado por cada kilogramo de combustible fósil empleado con fines comerciales", explicaron.
Las estimaciones sobre el uso sustentable de carbono por habitante indicaron que Bangladesh tendría derecho a multiplicar por diez sus emisiones de "gases invernadero", Sudán a multiplicarlas por 15, y Tanzania a multiplicarlas por 22.
Las demandas de que esos países paguen su deuda externa son ilegítimas si se tiene en cuenta la enorme "deuda de carbono" de los países acreedores, sostuvieron los expertos de Christian Aid.
La organización no gubernamental británica ha realizado campañas por la cancelación de la impagable deuda del mundo en desarrollo durante una década, y al mismo tiempo ha visto cómo aumentaba la demanda de ayuda para países que sufrieron catástrofes vinculadas con el clima.
Entre esas catástrofes se han contado inundaciones cada vez peores en Bangladesh, y el Huracán Mitch, que asoló América Central el año pasado.
Simms explicó que eso llevó a Christian Aid a buscar una relación entre el endeudamiento y el cambio climático.
En el informe se criticaron los enfoques tradicionales del problema de la deuda, alegando que permiten que los países industrializados "se ubiquen como jueces de naciones mucho más pobres, cuyas deudas financieras son insignificantes" en comparación con la "deuda de carbono" de los ricos.
Christian Aid censuró a los países industrializados por sostener que las cuotas de emisión de dióxido de carbono aceptables para cada país deben ser fijadas de acuerdo con el tamaño de su economía, y no en función de su número de habitantes.
"Nuestra supervivencia depende de la equidad, y el Norte debe dar una respuesta", concluyó la organización humanitaria. (FIN/IPS/tra-en/aa/mk/mp/en if/99