Haití podría deshacerse de 4.000 toneladas de desechos tóxicos que el carguero estadounidense Khian Sea arrojó en 1987 cerca del puerto abandonado de Gonaives, 177 kilómetros al norte de Puerto Príncipe.
El canciller de Haití, Fritz Longchamps, informó que Washington había ofrecido formalmente hacerse cargo de retirar los desechos, poniendo fin a un bloqueo de las negociaciones al respecto que había durado meses.
Los desechos han permanecido durante más de una década, dentro de recipientes de hormigón, en La Pierre, 2,5 kilómetros al norte de Gonaives.
Longchamps anunció que esta semana llegaría a Haití un barco de la compañía de dragado Madrasou, que transportará los desechos a Estados Unidos, y añadió que no estaba en condiciones de informar en qué lugar de ese país serían depositados. Tampoco dio datos sobre la duración y el costo de la operación.
El canciller y una firma de abogados encargada de representar los intereses haitianos en Estados Unidos estuvieron a cargo de las negociaciones con funcionarios estadounidenses.
Longchamps enfatizó que todos los gastos estarían a cargo del gobierno haitiano, y señaló que parte del dinero podría recuperarse mediante aportes de diversas instituciones.
Calixte Aldrin, secretario general del grupo ambientalista Colectivo Haitiano para la Protección del Ambiente, dijo a IPS en junio que la alcaldía de la ciudad nororiental estadounidense de Filadelfia había ofrecido contribuir con 50.000 dólares a la operación de retiro de desechos.
Ese aporte representa sólo una pequeña parte de los 450.000 dólares que cobrará la compañía Madrasou por realizar el trabajo.
En noviembre de 1998 Madrasou había comenzado trabajos para retirar los materiales tóxicos, pero los interrumpió un mes después porque en Estados Unidos no había un vertedero de desechos tóxicos disponible para recibirlos.
La primera fase del trabajo consistirá en transportar los desechos desde su ubicación actual hasta un área de almacenes en el puerto en el cual serán embarcados.
Los desechos incluyen metales pesados como el plomo, y sustancias tóxicas como el benceno, que pueden causar daños a especies acuáticas y contaminar , según un informe del 31 de enero de 1995 realizado por Angela Strefenson, del grupo internacional ambientalista Greenpeace. (FIN/IPS/tra-en/imc/sz/mk/mp/en ip/99