El Ministerio de Ciencia y Tecnología de Venezuela inició sus funciones sin presupuesto ni sede, aunque tiene por delante el gran desafío de generar una estrategia que permita reducir las deficiencias en este campo.
"Tenemos que destapar las ollas del saber, las minas del conocimiento y la investigación", advirtió el presidente Hugo Chávez, tras imponer en el cargo este viernes al joven ministro Carlos Genatios, quien estrena ese puesto.
El desafío es grande. Para comenzar, porque el nuevo despacho pretende organizar un sector de ciencia y tecnología que está muy disperso y arrastra un lastre similar a los de otras naciones en desarrollo, la falta de recursos.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) recomienda a los países dedicar dos por ciento del producto interno bruto (PIB) para ciencia y tecnología. Pero Venezuela destina entre 0,3 y 0,35 por ciento, de acuerdo con cifras que maneja Genatios.
"En Venezuela se abandonó la inversión en ciencia y tecnología", afirmó Chávez, un teniente coronel retirado que asumió la Presidencia en febrero pasado proponiendo una nueva Constitución para redefinir la democracia venezolana.
La Asamblea Constituyente se instaló el 3 de agosto y tiene un plazo de seis meses para redactar la nueva Constitución. El mandatario ha dicho que espera dejar atrás "la vieja politiquería" que, entre otras cosas, habría abandonado a la ciencia.
"Este es un ministerio que no existía, está en cero", alertó Chávez. Y es el único Ministerio nuevo creado por su gobierno, que esta semana decidió fusionar otros despachos en el marco de un proceso de reorganización del Poder Ejecutivo.
La creación del Ministerio, sin embargo, ha generado algunas declaraciones de rechazo por parte de investigadores establecidos, que temen colocar sus instituciones independientes bajo la tutela del gobierno venezolano.
Genatios se apresuró a disipar las dudas después de asumir y aseguró que tendrá "una amplia libertad de investigación", subrayando que este sector es "libre por naturaleza".
Al mismo tiempo dijo que las investigaciones en curso seguirán adelante, mientras que habrá especial consideración hacia las que se consideren necesarias para el desarrollo del país.
Días antes de asumir su cargo, Genatios comentó que el Ministerio fue creado en base a "la creencia profunda de que sin ciencia y tecnología un país no se puede desarrollar".
El nuevo ministro espera que se pueda aumentar la inversión para el sector, pero admitió que la búsqueda de financiamiento es una de sus misiones.
Los recursos deberán financiar investigaciones, pero también será necesario invertir en la formación de personas para asumir las tareas de ciencia y tecnología.
Genatios comentó que Venezuela tiene 4.000 investigadores registrados, aunque en realidad serían unos 6.000, pocos para un país de 23 millones de habitantes.
La primera labor del flamante Ministerio de Ciencia y Tecnología será el diseño de una estrategia que le permita existir y coordinar la actividad de una gran diversidad de instituciones académicas y científicas.
Para comenzar absorberá al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas (Conicit), que hasta ahora era el principal ente encargado de este sector.
Sin embargo, la incorporación más sorpresiva, y probablemente la que generará mayores comentarios, es la del Instituto de Tecnología del Petróleo (Intevep), una filial del grupo estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Intevep operaba hasta ahora como el núcleo de investigación de la empresa estatal y aún no está claro cual será su papel en el nuevo esquema. (FIN/IPS/lc/ag/ip-ct/99