El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, consideró hoy que la crisis económica será conjurada en el 2000, pero su pronóstico choca con la visión sombría de un sector privado ansioso por ver la reactivación del país.
"A partir del 2000" habrá un relanzamiento económico después de que, en materia de crisis, "este año al menos vamos a tener un piso, porque antes no había ni siquiera piso", declaró Chávez.
"Sabemos exactamente hacia donde vamos en cada una de las variables macroeconómicas", dijo el mandatario, quien aseguró que está en marcha la "redefinición económica" de Venezuela.
Sus comentarios contrastaron con el análisis de organizaciones empresariales que en forma permanente difunden nuevos indicadores de crisis, mientras demandan medidas concretas para conseguir una verdadera reactivación económica.
Venezuela enfrenta este año la perspectiva de una caída de la actividad económica mayor a cuatro por ciento, un déficit fiscal multimillonario y un desempleo que ya superó 15 por ciento y podría llegar a 20 por ciento.
Una encuesta entre 250 empresas importantes demostró que 34,5 por ciento cancelaron planes de inversión en los últimos seis meses, mientras 77 por ciento reconocieron caída de ventas, informó esta semana el Consejo Nacional de la Industria (Conindustria).
Para el presidente de Coindustria, Juan Calvo, el gobierno de Chávez necesita contar con un "zar" de la economía para impulsar un programa reactivador.
Calvo expresó que la acción económica del gobierno "ha dejado mucho que desear". Para el gobierno, lo político priva sobre lo económico", señaló, en entrevista con un medio de prensa.
"El que no quiere ver que no vea", comentó Chávez este viernes, tras rechazar visiones según las cuales la economía puede ser salvada por un "zar". "Aquí hay equipos", dijo.
Por otra parte, insistió en que frente a las dificultades económicas, el gobierno ha logrado frenar el "horror económico" de una inflación que podría cerrar casi 10 puntos por debajo del 29,9 por ciento registrado el año pasado.
La inflación de agosto fue de 1,5 por ciento, con lo cual se acumuló 13,5 por ciento desde enero. "Este año amarramos la inflación", comentó el mandatario.
Pero el sector privado cuestiona ese logro, con el argumento de que la inflación fue contenida por una recesión aguda en la cual no hay gasto ni inversión.
"Creemos que en este momento se debe atacar la inflación por vía de la producción y la productividad", dijo el presidente de la principal organización empresarial venezolana (Fedecámaras), Vicente Brito.
Brito comentó que "lo que aspiramos es que (el gobierno) tenga propuesta y soluciones, ya que no podemos seguir en el limbo económico basado en un proyecto político".
Chávez asumió el poder en febrero de este año enarbolando el proyecto de convocar a una Asamblea Constituyente que se instaló el 3 de agosto, con la misión de redactar una nueva Constitución de Venezuela en un plazo de seis meses.
En diversas oportunidades el mandatario ha reconocido la profundidad de la crisis. Pero también ha planteado que "al país lo quebraron desde hace 20 años y ahora estamos empezando a reconstruirlo".
Mientras, los organismos empresariales también han planteado su inquietud por un proceso constituyente que ha generado un clima de tensión política tras disponer la reorganización de los poderes públicos.
También han expresado su preocupación por los términos en los cuales la nueva Constitución puede abordar asuntos como el derecho a la propiedad y las garantías económicas para la actividad del sector privado.
El constituyente Alfredo Peña, encargado de una comisión de la Asamblea que estudia la inclusión de los problemas económicos en la nueva Constitución, descartó que se dicten disposiciones lesivas a la empresa privada.
Peña, partidario de Chávez, dijo estar a favor del poner a andar un verdadero capitalismo en Venezuela. Incluso uno donde "cada ciudadano tenga la posibilidad de convertirse en un empresario". (FIN/IPS/lc/mj/if/99