El partido ambientalista Los Verdes reclamó hoy al gobierno de Italia que gestione la "intervención inmediata" en Timor Oriental de los cascos azules, las fuerzas de mantenimiento de la paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En Timor Oriental reina el caos desde que 78,5 por ciento de la ciudadanía se declaró a favor de independizarse de Indonesia, país que ocupó este territorio por la fuerza en 1975, en un referéndum celebrado el 30 de agosto con patrocinio de la ONU.
Los diputados verdes Mauro Paissan, jefe de la bancada, y Vito Leccese, vicepresidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, declararon que una "invasión de cascos azules a Timor Oriental es la única respuesta que la comunidad internacional debe dar a la violencia proindonesia".
Paissan y Leccese consideran que "la dramática situación y las evidentes responsabilidades de Yakarta no permiten más postergaciones ni dudas".
Los legisladores verdes recordaron que la ONU ha ya condenado tres veces la invasión militar de Timor Oriental y pidieron el retiro de las tropas indonesias.
"Son 250.000 las víctimas del genocidio en la isla, sin contar los muertos y las torturas perpetradas por (el régimen del dictador Alí) Suharto (1966-1998) en Indonesia contra los opositores al régimen", agregaron.
Los Verdes integran la coalición de gobierno de centroizquierda encabezado por Massimo D'Alema, de los Democráticos de Izquierda, junto con comunistas, ex comunistas, socialistas, ex democristianos, y movimientos políticos de centro.
Ramón Mantovani, responsable de política exterior del opositor Partido de Refundación Comunista, pidió al gobierno que convoque de inmediato al embajador de Indonesia en Italia para protestar contra la matanza en Timor Oriental.
Mantovani sostuvo que "Indonesia está realizando una limpieza étnica a través de la deportación en masa de los habitantes con el objetivo de anular el resultado del referéndum por la independencia".
A su juicio, Europa y la comunidad internacional "no pueden continuar cerrando los ojos porque en el silencio y en la indiferencia han transcurrido ya 25 años de genocidio contra el pueblo de Timor Oriental".
Para Mantovani, "Italia debe solicitar una intervención de la ONU para desarmar a los grupos paramilitares, proteger la población civil y permitir" que se cumpla con el mandato del referéndum.
Por su parte, el Vaticano sigue con atención los acontecimientos en Timor Oriental y "está en contacto con los gobiernos interesados para encontrar rápidamente una solución", afirmó el secretario de Estado, Angelo Sodano, respondiendo a un llamado del primer ministro de Portugal, Antonio Guterres.
Juan Pablo II, quien se manifestó en numerosas oportunidades a favor de que se respete la voluntad de la población de Timor Oriental, denunció el domingo "los graves actos de intimidación y violencia" que ocurren allí y confió en que "se instaure un clima de serenidad y de concordia" en ese territorio.
El pontífice invitó al mismo tiempo a expresar "sentimientos de verdadera pacificación y de constructivo respeto de la voluntad expresada en los días pasados por la población timorense".
La prensa italiana informó este martes de la "limpieza étnica" en Timor Oriental, territorio al que el diario romano Il Messaggero consideró "otro Kosovo, con la desgracia de que está lejos de los intereses europeos y norteamericanos".
Il Messaggero expresó que hay "civiles asesinados, heridos, deportados, pero por ahora nadie quiere intervenir, sin que el Consejo de Seguridad de la ONU decida el envío de una fuerza de paz, a pesar que todos habían previsto el baño de sangre hace meses".
En su título principal, el diario La Repubblica denunció que Timor Oriental se ha transformado en "una isla del terror", con matanzas y deportaciones.
Indonesia invadió Timor Oriental en 1975, cuando dejó de ser colonia de Portugal, y lo anexó al año siguiente. (FIN/IPS/jp/mj/ip hd/99