Indonesia envió más policías a Timor Oriental para aplacar la creciente violencia de las milicias opuestas a la independencia del territorio, mientras el ejército evacuaba hoy a los periodistas indonesios.
Esto ocurre mientras se reclama a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que envíe una fuerza armada para mantener la paz, y cuando los países vecinos de Indonesia exigen una rápida acción para evitar el caos en el territorio ocupado por Yakarta desde 1975.
Muchos temen que si el gobierno indonesio no puede o no quiere detener la violencia de las milicias, que causan el caos en las calles timorenses armados con cuchillos, machetes y pistolas, la independencia de Timor Oriental no tenga significado.
El lunes se celebró un referéndum de autodeterminación en el territorio en el que votaron más de 98 por ciento de los inscritos. Se cree que la mayoría votó por la independencia y no por la opción de la autonomía como provincia controlada por Indonesia.
El canciller de Nueva Zelanda, Don McKinnon, declaró este jueves que Indonesia se debería avergonzar de la forma en que permitió que las milicias proindonesias aterrorizaran a Timor Oriental.
"La situación está muy mal", dijo McKinnon a su homólogo indonesio Alí Alatas, en una llamada telefónica.
"Timor Oriental está al borde del abismo", agregó Laurie Brereton, portavoz de relaciones exteriores de la oposición en Australia, que formó parte de la delegación de su país enviada para observar la evolución del referéndum.
Funcionarios de Indonesia se encargaron la mañana de este jueves de evacuar a periodistas indonesios a bordo de dos aviones. "No podemos garantizar su seguridad después de esta evacuación", dijo un oficial al corresponsal de IPS.
Agregó que circulaba el rumor de que las violentas milicias Besih Merah Putih (Acero Rojo y Blanco) "barrerían la ciudad" y atacarían a los periodistas indonesios, por lo cual se intentaba que todos salieran de Timor Oriental este jueves.
"Hay un temor profundo y generalizado mientras comienza el escrutinio de votos en Dili", la capital timorense, declaró el Proyecto de Observación de la Federación Internacional de Timor Oriental (IFET-OP), que se debió retirar de cuatro zonas debido a la violencia.
También este jueves, la agencia de noticias indonesia Antara informó que 200 policías de Yakarta llegaron a Timor Oriental para reforzar la seguridad, mientras se acusa a las fuerzas policiales de permitir los disturbios provocados por las milicias.
Por lo menos dos personas fueron asesinadas cuando grupos armados proindonesios apedrearon la sede de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Timor Oriental (Unamet) e incendiaron casas cercanas, según funcionarios de la ONU.
"La policía tiene dos tareas principales luego de la consulta popular: ayudar a crear una situación propicia y salvaguardar el proceso y el resultado del recuento de votos", dijo el jefe de policía de Timor Oriental, coronel Timbul Silaen, luego de la llegada de los refuerzos policiales.
Los medios de comunicación informaron que algunos barcos de guerra indonesios fueron trasladados a una distancia de tres horas de navegación de Timor Oriental, para responder a cualquier eventualidad.
Mientras, periodistas nacionales y extranjeros comenzaron a buscar la forma de abandonar Timor Oriental, incluso por tierra, yendo al otro lado de la isla de Timor.
Grupos de milicias armadas establecieron puntos de control por todo Timor Oriental, detuvieron a personas en las calles y en algunos casos quemaron casas y dispararon al aire.
Este jueves, miembros de las milicias irrumpieron con armas en un hotel donde se hospedaban periodistas extranjeros.
"Los periodistas ya no se sienten seguros aquí", dijo un periodista indonesio, que agregó que continúan oyéndose disparos en Dili por la noche y que algunos reporteros fueron golpeados por las milicias fuera del edificio de Unamet.
"Incluso atacaron a algunos policías de la ONU. Claramente la policía y el ejército indonesios no son capaces de controlar la violencia, especialmente porque las milicias se identifican con ellos", agregó.
La violencia de los últimos días, luego del referéndum del lunes, aumentó las críticas contra Indonesia porque esta prometió garantizar la seguridad en el territorio.
"Ya no es verosímil que Indonesia se haga responsable de la seguridad", dijo Brereton.
A la ONU se le pidió que envie una fuerza pacificadora, pero muchos diplomáticos creen que eso es poco probable, ya que China vetaría esa acción, a la que interpreta como una interferencia en asuntos de soberanía .
Así mismo, el gobierno indonesio rechaza firmemente una fuerza pacificadora extranjera. La presencia de la ONU está compuesta por más de 700 personas, incluso 460 policías desarmados.
El Consejo de Seguridad de la ONU pidió a Indonesia que cumpla su promesa de mantener la seguridad en Timor Oriental.
Sin embargo, el canciller australiano McKinnon dijo que si ni el Consejo ni el gobierno indonesio permiten la presencia de pacificadores extranjeros, los países de la región se verán ante el dilema de entrar en Timor Oriental sin el consentimiento de la ONU. (FIN/IPS/tra-en/ky-js/js/at/aq/ip/99