TIMOR ORIENTAL: Independencia triunfa y violencia persiste

El regocijo invadió hoy a la mayoría de los habitantes de Timor Oriental al saber que serán independientes, pero varios líderes advirtieron sobre un genocidio si no se restauran la paz y la seguridad de inmediato.

Grupos de timorenses salieron este sábado a las calles de Dili, la capital de este territorio, para festejar el triunfo de la opción por la independencia en el plebiscito de autodeterminación realizado el lunes 30 de agosto.

Los resultados fueron anunciados simultáneamente en Timor Oriental y en la sede de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York.

De casi 440.000 votantes, equivalentes a cerca de 99 por ciento de los habilitados, 78,5 por ciento rechazaron la integración a Indonesia bajo un plan de autonomía propuesto por Yakarta, que invadió la antigua colonia portuguesa en 1975.

Sin embargo, la mayoría de los residentes permanecieron en sus hogares por temor a la reacción de los paramilitares proindonesios.

Otros abandonaron Dili por tierra, mar o aire, o se retiraron a las montañas desde el lunes para esperar el anuncio de los resultados.

Los líderes de la resistencia timorense Xanana Gusmao y el obispo Carlos Ximenes Belo llamaron este sábado a la calma y la reconciliación entre los partidarios de la autonomía y de la independencia.

"Esta es una victoria de todo el pueblo. Todos somos ganadores", escribió Xanana desde su prisión de Yakarta. Se prevé que será liberado el día 15 y se transformará en el conductor político de Timor Oriental.

Xanana advirtió contra un "genocidio" del pueblo timorense si no se restaura la seguridad rápidamente en lo que será el estado más nuevo del mundo.

Así mismo, el líder exhortó al Consejo de Seguridad de la ONU a enviar una fuerza internacional de paz para garantizar el respeto del resultado del plebiscito y evitar matanzas por parte de milicias que se nieguen a aceptar la separación de Indonesia.

Xanana instó al secretario general de la ONU, Kofi Annan, a convocar una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad con el fin de decidir el envío de una fuerza multinacional "para salvar al pueblo timorense de un nuevo genocidio".

Sin embargo, tanto Portugal como Indonesia tendrían que aceptar dicho despliegue antes que el Consejo pueda considerarlo, según el acuerdo firmado en mayo por ambos países, que dio lugar al plebiscito y consagró la responsabilidad exclusiva de Indonesia por la seguridad en Timor Oriental, destacó Fred Eckhard, portavoz de la ONU.

Aunque el ministro de Justicia de Indonesia, Muladi, sugirió esta semana la posibilidad de permitir la intervención de la ONU, Eckhard señaló la necesidad de una invitación más formal.

Una opción más rápida, sugirió el portavoz, sería el envío de una "coalición de voluntarios", entre ellos Australia y otros países vecinos, como fuerza regional de paz.

Annan, por su parte, arguyó que no es necesario un envío inmediato de fuerzas de paz, porque Indonesia reafirmó su compromiso de garantizar la seguridad.

El presidente indonesio Bacharuddin Jusuf Habibie reconoció este sábado los resultados anunciados y en noviembre lo informará a la Asamblea Consultiva del Pueblo, que a su vez deberá aprobar la decisión para formalizar la independencia de Timor Oriental.

En un discurso a la nación, Habibie declaró que Indonesia debe aceptar la opción por la independencia del territorio "con el corazón abierto", exhortó a la reconciliación y ordenó al ejército y la policía que tomen medidas para restaurar el orden.

Más de 20 timorenses orientales fueron asesinados en los últimos días en la localidad de Maliana, y unos 60.000 resultaron desplazados a causa de la violencia de los paramilitares proindonesios, que la emprendieron contra todo residente, funcionario de la ONU o periodista sospechoso de ser independentista.

Jorge Sampaio, presidente de Portugal (antiguo dominador colonia de Timor Oriental), felicitó desde Lisboa al pueblo timorense y sostuvo que la prioridad de la comunidad internacional consiste ahora en hacer respetar el resultado del plebiscito y poner fin a la violencia.

El sometimiento de Timor Oriental al control de la ONU requeriría más que una presencia de seguridad del organismo mundial, que ahora sólo tiene policías desarmados en el territorio, aparte de los observadores electorales.

Además, varios expertos advirtieron que la conformación de una fuerza de paz de la ONU llevaría demasiado tiempo, dado el rápido agravamiento de las condiciones de seguridad en Timor Oriental.

"Ya es demasiado tarde para empezar a formar una fuerza internacional. La matanza está ocurriendo ahora", destacó Sidney Jones, director de la división asiática de la organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch.

Por ahora, el desafío consiste en que Indonesia cumpla con su compromiso de garantizar la seguridad. La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Timor Oriental acusó a Yakarta de no hacer nada por impedir los ataques de las milicias partidarias de la integración.

Estados Unidos advirtió este sábado a Indonesia que su reputación internacional se verá afectada si no restaura la seguridad en Timor Oriental.

"Esperamos que Indonesia cree un ambiente seguro para una transición ordenada" hacia la independencia, declaró este sábado la secretaria de Estado Madeleine Albright, de visita en Damasco. (FIN/IPS/tra-en/fah/js/mlm/hd/99

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