El líder independentista de Timor Oriental, Xanana Gusmao, pidió hoy ante la ONU el rápido despliegue de la fuerza internacional de paz que debe imponer el orden en el territorio devastado por milicias proindonesias.
Sólo la mitad de los más de 7.000 soldados de la Fuerza Internacional (Interfet) dirigida por Australia llegaron al territorio que Indonesia ocupa desde 1975.
Así mismo, Gusmao, que hace tres semanas fue puesto en libertad tras pasar siete años en prisión en Yakarta, pidió la asistencia internacional para reconstruir a Timor Oriental mientras la ONU (Organización de las Naciones Unidas) anunció que este necesitará 135,5 millones de dólares en ayuda de emergencia.
El líder se reunió por separado este martes con el secretario general de la ONU, Kofi Annan, y con el canciller de Indonesia Alí Alatas, y advirtió sobre la situación de unos 200.000 timorenses del este que fueron deportados a la provincia indonesia de Timor Occidental y a otras islas de ese país.
Los deportados padecen falta de alimentos y de seguridad y "viven en el temor", aseguró.
"Necesitamos que la fuerza multinacional se desplace rápidamente a Timor Oriental, para aumentar la cantidad de soldados allí", exhortó Gusmao, líder del Consejo Nacional por la Resistencia Timorense (CNRT).
El portavoz de la ONU, Fred Eckhard, dijo que funcionarios del foro mundial y de Indonesia discuten la repatriación de los refugiados de Timor Oriental, de los cuales unos 230.000 estarían en Timor Occidental. Pero representantes de Yakarta aclararon que "es muy pronto para discutir su retorno", agregó.
Gusmao aseguró que Alatas le prometió durante la reunión de este martes que Indonesia "contribuirá lo máximo posible para pacificar a Timor Oriental y repatriar a los refugiados".
El segundo de Gusmao y ganador del premio Nobel de la Paz en 1996, José Ramos Horta, agregó que el CNRT instó a todos los gobiernos a presionar por la vía diplomática para que vuelvan los refugiados timorenses.
Ramos Horta también pidió un "mini plan Marshall" de asistencia al territorio, en alusión a la ayuda económica que Estados Unidos facilitó para la reconstrucción de Europa tras la segunda guerra mundial.
Según fuentes de la ONU, gran parte de Timor Oriental quedó destruida por los saqueos e incendios provocados por bandas armadas proindonesias contrarias a la independencia del territorio. Casi 80 por ciento de los electores timorenses optaron por la independencia en un referéndum el 30 de agosto.
Las bandas armadas, que habrían cometido miles de asesinatos, tendrían el apoyo de soldados indonesios.
Un informe que la ONU divulgó este martes señala que hacen falta al menos 135.5 millones de dólares para paliar las necesidades básicas durante el próximo semestre de los aproximadamente 500.000 timorenses que fueron expulsados de sus hogares por la violencia.
De esa cifra, más de 40 millones se destinarían a alimentos, 22,4 millones a refugios, 24 millones para medicinas y 21,7 millones para el agua y el saneamiento.
Ramos Horta agregó que el Banco Mundial y más de 30 países confirmaron su intención de evaluar en conjunto las necesidades de reconstrucción y de asistencia a largo plazo del territorio.
Gusmao llegó a la ONU este martes tras varias semanas en que se cree que miles de timorenses del este murieron y cientos de miles viven de escasos alimentos en campamentos improvisados.
"Usted ha sufrido mucho y nosotros hemos sufrido mucho juntos", declaró Annan al comienzo de su reunión con el líder del CNRT.
Aunque la ONU organizó con éxito el plebiscito del 30 de agosto fue criticada por ignorar las denuncias de que fuerzas proindonesias planificaban llevar a cabo masacres en Timor Oriental si se rechazaba la opción de la autonomía bajo control indonesio.
"No es ningún secreto de que se hicieron muchas amenazas" de violencia, reconoció Ian Martin, jefe de la Misión de Asistencia de la ONU en Timor Oriental que retiró la mayor parte de su personal del territorio este mes.
Pero no había indicios de la escala y el grado de organización de la misma, agregó. Alatas le aseguró a Gusmao que la violencia también sorprendió a Yakarta.
En todo caso, "luchamos durante 23 años por esta oportunidad" de optar por la independencia o aceptar la ocupación de Indonesia, dijo Gusmao, y agregó que los timorenses agradecen a la ONU por la organización del referéndum, a pesar de las brutales consecuencias.
La reconstrucción del territorio será compleja.
Empresas indonesias, incluso algunas controladas por las fuerzas armadas y por la familia del ex dictador Alí Suharto, son propietarias de muchas de las plantaciones de café y de los recursos forestales de Timor Oriental.
Pero a pesar de lo ocurrido, Gusmao aclaró que el CNRT no tiene intención de enajenar las empresas indonesias o de otra nacionalidad.
"Por supuesto que respetaremos el derecho de las personas que adquirieron legítimamente sus intereses económicos en Timor Oriental", declaró, y agregó que el territorio seguirá dispuesto a recibir las inversiones indonesias.
Jorge Sampaio, el presidente de Portugal, la antigua potencia colonial del territorio, dijo que las milicias destruyeron la oficina principal del registro de propiedades timorense, lo cual complica la verificación de las mismas.
Se espera que muchos problemas se allanen una vez que la ONU fije una autoridad de transición en Timor Oriental que administrará el territorio durante varios años antes de que pueda declararse plenamente independiente.
Annan conversó con Gusmao esta semana sobre la transición, y también con funcionarios de Portugal e Indonesia.
Gusmao manifestó su esperanza de que la autoridad de transición de la ONU se establezca pronto, pero Martin dijo que el foro mundial esperará hasta que el parlamento indonesio ratifique el resultado del referéndum a fines de octubre o principios de noviembre.(FIN/IPS/tra-en/fah/aq/ip/99