TIMOR ORIENTAL: Comisión de ONU aprueba investigación de abusos

La Comisión de Derechos Humanos de la ONU condenó las "violaciones generalizadas, sistemáticas y graves" en Timor Oriental y llamó a establecer una comisión internacional que investigue las cometidas desde enero.

La decisión fue adoptada por mayoría, en una votación que evidenció las diferencias entre el grupo de países asiáticos y gran parte de los estados occidentales en lo que respecta a las funciones de control de los mecanismos multilaterales de derechos humanos.

La efectividad de la Comisión de Derechos Humanos no deriva de su capacidad de efectuar señalamientos a los países, sino del consenso de sus miembros en la promoción de los valores humanitarios, advirtió en el debate la representante de India, Savitri Kunadi.

Los países asiáticos, alineados junto a Indonesia, sostuvieron que resulta innecesaria la formación de un cuerpo internacional de investigación porque el estudio puede ser conducido por la flamante Comisión Nacional Indonesia de Derechos Humanos.

La resolución aprobada denunció los atropellos graves cometidos en Timor Oriental, en particular después de la consulta electoral del 30 de agosto que arrojó un resultado abrumador a favor de la indepedencia de ese territorio, ocupado por Indonesia desde 1975.

Informes citados en la resolución aseguran que en la represión dirigida contra la población timorense oriental y en especial contra los militantes independentistas existió colusión entre milicianos y miembros de las fuerzas armadas y la policía de Indonesia en Timor Oriental.

La parte central de la resolución está contenida en el párrafo sexto, que pide al secretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas), Kofi Annan, que establezca la comisión internacional de investigación para que recopile sistemáticamente información sobre posibles violaciones de derechos humanos.

El texto final del párrafo sexto fue corregido por la Unión Europea, responsable de la iniciativa, en una tentativa infructuosa por obtener el consenso de Indonesia y de los demás países asiáticos.

La redacción finalmente sancionada determina que la comisión investigadora tendrá "adecuada representación de expertos asiáticos" y actuará en cooperación con la Comisión Nacional Indonesia de Derechos Humanos.

También cooperarán los relatores temáticos permanentes designados por la ONU para el seguimiento de la vigencia de aspectos determinados del derecho humanitario, según la resolución.

A pesar de esas concesiones de los europeos, el representante de Indonesia, Hassan Wirajuda, adelantó que su país no reconoce carácter vinculante a la resolución aprobada. El peso moral de la decisión ha quedado erosionado porque fue alcanzada en un clima de opiniones divididas, justificó el embajador indonesio.

La crítica por la ausencia de consenso fue compartida por algunos países latinoamericanos, como Argentina, Chile y México, que se abstuvieron en la votación del párrafo sexto, y Cuba, que votó en contra, al igual que los países asiáticos.

Guillermo González, representante de Argentina, estimó que el párrafo sexto pudo haber tenido una redacción distinta "para lograr el consenso y la aprobación de los países asiáticos, lo que le hubiera dado más fuerza".

El discutido párrafo fue aprobado por 27 votos a favor, 12 en contra, 11 abstenciones y tres delegaciones ausentes. La resolución en bloque recibió 32 votos favorables, 12 contrarios y se registraron seis abstenciones.

El debate de la cuestión de Timor Oriental y el proceso previo de convocatoria de la sesión extraordinaria de la Comisión de Derechos Humanos causaron discrepancias profundas entre las delegaciones.

Estas diferencias también afectaron a la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, acusada de parcialidad por algunas delegaciones asiáticas.

La representante de la India observó que persisten dudas sobre el procedimiento empleado para la convocatioria al período extraordinario. Durante ese trámite, desarrollado la semana pasada, la Alta Comisionada, la ex presidenta de Irlanda Mary Robinson, se encontraba fuera de Ginebra, la sede de su oficina.

Las consultas para reunir a la Comisión de Derechos Humanos en sesión especial, a pedido de Portugal, fueron efectuadas por el Alto Comisionado Adjunto, el experto guyanés Betrand Ramcharan, sobre quién recayeron las críticas de las delegaciones asiáticas, en particular del representante de Japón, Nobutoshi Akao.

El representante de Chile, Alfredo Labbé, exhortó a la Oficina de la Alta Comisionada a esforzarse para reestablecer la confianza mutua dentro de la Comisión de Derechos Humanos. (FIN/IPS/pc/mj/hd/99

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