Dirigentes oficialistas y opositores, periodistas y sindicalistas de Bolivia se sienten bajo vigilancia, como consecuencia del espionaje de que son objeto los principales medios de comunicación y hasta el presidente Hugo Banzer.
El espionaje a dos diarios y dos televisoras de Bolivia, en los que se detectó micrófonos e intervención de líneas telefónicas, desató un escándalo, pero el gobierno reaccionó con indiferencia.
Un equipo de expertos extranjeros en seguridad detectó el fin de semana ocho micrófonos escondidos en oficinas de los principales ejecutivos del diario La Razón y la Red de Televisión ATB, considerados los más importantes de este país en sus respectivos géneros.
Los peritos determinaron que varias líneas telefónicas en ambas empresas estaban intervenidos. Luego se detectó también la intervención de líneas del matutino católico Presencia y el canal de televisión PAT.
El ministro de Información, Jorge Landívar, aseguró que el gobierno no espía a estos medios de comunicación, al tiempo que expresó la impotencia del Poder Ejecutivo que, dijo, se siente superado por los avances tecnológicos.
"Nos encontramos ante nuevas formas delictivas en el país" que se traducen en el "espionaje electrónico en lo político, industrial y otros", dijo Landívar el martes.
El ministro de Justicia, Juan Chahín, afirmó que "la tecnología está ganando terreno impropiamente porque no se respetan los principales postulados de la Constitución". "Aún somos débiles en el control de la seguridad que deben tener las personas y las instituciones", dijo.
El presidente del Senado, Leopoldo Fernández, recordó este miércoles que la Ley de Telecomunicaciones contiene un artículo inconstitucional que permite el espionaje telefónico, cuya derogación promoverá.
Otro diario de La Paz denunció que tenía en su poder una cinta de una conversación privada del propio presidente Hugo Banzer, grabada por alguien que intervino sus líneas de teléfono. El gobierno tampoco tomó medidas en esa ocasión.
Entonces, el Poder Ejecutivo también afirmó que nada podía hacer ante el avance de la tecnología y que el aparato de seguridad del Estado no contaba con equipos para detectar la interferencia de líneas telefónicas.
La policía comenzó el martes la investigación del caso de espionaje, dotada de precarios instrumentos mecánicos como destornilladores y linternas para abordar problemas que involucran tecnología electrónica y digital.
La Razón y la Red ATB integran el grupo de medios más grande del país, controlado por la familia Garáfulic.
El espionaje y la intervención de teléfonos están prohibidos por la Constitución.
El parlamento adoptó una posición similar a la del Poder Ejecutivo, y dejó el caso en manos de la policía y la justicia.
Mientras, organizaciones de periodistas como Reporteros sin Fronteras y los sindicatos exigen al gobierno que determine el origen del espionaje pidieron al parlamento la derogación del artículo de la Ley de Telecomunicaciones que legaliza el espionaje telefónico.
Dirigentes políticos, tanto oficialistas como opositores, sindicatos y otras organizaciones se sienten objeto de vigilancia como consecuencia de las denuncias del espionaje de que sería objeto el presidente Banzer y los principales medios de comunicación de este país.
El senador Fernández dijo estar alarmado por este caso y expresó su certeza de que la cámara que preside es objeto de espionaje.
Dirigentes de la Central Obrera Boliviana (COB) también se sienten espiados.
"Yo estoy seguro de que el teléfono de la COB está 'pinchado' (intervenido) y que el gobierno, mediante ese espionaje que está prohibido, ya sabe lo que vamos a hacer los dirigentes", denunció el sindicalista Jaime Solares.
Excepto la COB, pocos se animan a aventurar una hipótesis sobre quiénes ordenan el espionaje a políticos y medios de comunicación.
En círculos periodísticos se menciona como supuestos responsables a algunos organismos de seguridad del Estado, a una organización mafiosa de origen italiano supuestamente desmantelada dos meses atrás y a espías industriales.
"Cuando levanto el teléfono para hablar con cualquier persona, siempre comienzo saludando al ministro", dijo el año pasado el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997).
Aunque no precisó a quién se refería, Sánchez de Lozada aludía al Ministerio de Gobierno (Interior). (FIN/IPS/ac/mj/ip hd/99