Legisladores de Uganda pedirán al gobierno que retire a los soldados ugandeses de República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire), donde al menos 47 murieron en enfrentamientos con fuerzas de Ruanda en la ciudad de Kisangani.
Los legisladores presentarán la semana próxima una moción para el retiro inmediato de los soldados ugandeses, sin importar lo previsto en el acuerdo de cese del fuego de Lusaka, firmado el 7 de julio por los seis países africanos que intervienen en la guerra civil de RDC.
Angola, Chad, Namibia y Zimbabwe apoyan al presidente congoleño Laurent Kabila, mientras Ruanda y Uganda respaldan a los rebeldes.
"Muchos legisladores tenemos reservas en cuanto a la presencia de Uganda en RDC", declaró el parlamentario opositor Aggrey Awori, que presentará la moción este martes.
Más de 200 personas murieron durante los enfrentamientos en Kisangani, que duraron cuatro días en agosto. Según cifras oficiales, fallecieron 47 soldados ugandeses, pero el número podría ser mayor porque se calcula que las fuerzas de Uganda eran superadas por las de Ruanda, que tenían más de 3.000 militares.
"No es una imagen alentadora ver a Uganda perder tanto a causa de una guerra sin sentido", se lamentó el legislador.
Los parlamentarios pedirán que se cree una comisión de investigación para fundamentar los gastos de defensa, que representan casi 58 por ciento del producto interno bruto del país.
"El gobierno gasta demasiado en su cruzada contra el genocidio, mientras los ugandeses sufren. Nos dicen que el crecimiento económico es de 7,8 por ciento anual, pero la pobreza abunda", declaró Awori a IPS.
Es la tercera vez que se presenta un pedido en el Parlamento para retirar las tropas de Uganda de RDC. Pero en las dos ocasiones anteriores, la moción fue rechazada por legisladores favorables al gobierno con el argumento de que se trataba de una conspiración contra Museveni.
Ahora Awori asegura que tiene el apoyo de muchos de los 238 legisladores del país, entre los cuales hay incluso algunos miembros del partido de Museveni, el Movimiento de Resistencia Nacional.
Museveni insiste en que Uganda debe permanecer en RDC para cuidar sus intereses, y que sería un gran error retirarse habiendo tantos intereses en juego en la frontera entre ambos países.
Uganda mantiene dos guerras internas, una en el norte, contra el insurgente Ejército de Resistencia de Dios, que cuenta con el apoyo del gobierno islámico de Sudán, y otra en el oeste, con las Fuerzas Democráticas Aliadas, respaldadas por el gobierno congoleño.
Museveni también está preocupado por la presencia de miles de milicianos hutus, conocidos como Interahamwe (los que hablan la misma lengua), que huyeron a RDC luego de haber masacrado hasta a un millón de tutsis en Ruanda, en 1994.
A comienzos de este año, algunos Interahamwe cruzaron la frontera de RDC y mataron a ocho turistas europeos y estadounidenses en el Parque Nacional Bwindi, en Uganda, donde observaban gorilas de montaña.
"Es esencial que Uganda permanezca en RDC, para impedir que los disidentes tengan una base desde el cual alimentar la inestabilidad en nuestro país, y para desmovilizar a los Interahamwe", declaró Museveni ante el Parlamento el lunes.
El presidente anunció que se atendrá al acuerdo de paz de Lusaka para terminar con el conflicto de RDC, que se desató en agosto de 1998.
"Uganda ya no está aislada porque, con el acuerdo de paz de Lusaka, se unió a Angola, Namibia y Zimbabwe", explicó Museveni.
"La diferencia entre Uganda u Ruanda es que nosotros queremos ayudar a los congoleños, mientras el Ejército Patriótico de Ruanda desea dominarlos", sostuvo Museveni esta semana, según la prensa local.
Ambos países eran aliados y luchaban juntos para defender intereses mutuos en RDC, hasta que se produjo el enfrentamiento entre las fuerzas ugandesas y ruandesas.
Ambos ejércitos se levantaron en armas el 14 de agosto, luego de tres meses de tensión causada por la división del movimiento rebelde congoleño, al cual apoyaban en sus esfuerzos por derrocar a Kabila.
Uganda apoya ahora al líder original de la insurgente Unión Congoleña por la Democracia, Ernest Wamba Dia Wamba, que renunció y huyó en mayo hacia Kisangani, al este de la RDC, obligado por una facción insurgente de su mismo grupo. Dia Wamba fue sustituido por el fundador de la Unión, Emile Ilunga.
Ruanda no reconoce haber iniciado la batalla. "Cuando el profesor Wamba Dia Wamba se fue a Kisangani, sus actividades y relaciones con las Fuerzas de Defensa hicieron que se multiplicaran los malentendidos que llevaron al conflicto armado", declaró esta semana el vicepresidente de Ruanda, general Paul Kagame, según la prensa.
"El Ejército Patriótico de Ruanda fue tomado por sorpresa en el cruce de fuegos, pero mantuvo su posición de defensa", explicó Kagame.
Ambas facciones rebeldes firmaron el acuerdo de paz de Lusaka el martes.
Ruanda es ahora el principal enemigo de Uganda, a pesar de las buenas relaciones de Museveni con Kagame y de su participación en el establecimiento del actual gobierno en Kigali, en 1994, sostienen analistas.
"No nos gusta que un hombre joven a quien ayudamos se ponga de pronto en contra nuestra, sin motivos. Tendría que haber una buena razón para que dos hermanos se peleen. Creemos que Kagame tenía sus propias ideas, que desconocemos, y quizá quiera incluso hacernos desaparecer", especuló el ex ministro Wanjusi Wasieba.
El Centro para la Resolución de Conflictos, una organización no gubernamental de Kampala, sospecha que el retiro de las tropas de Uganda de RDC no servirá para pacificar a la región.
"No se obtendrán logros concretos a menos que todas las partes involucradas en el conflicto lleguen a un acuerdo de paz sincero", sostuvo Rose Athieno, que dirige la organización. (FIN/IPS/tra-en/ja/mn/ceb/99