Los 1.000 millones de jóvenes que pueblan el planeta deben afrontar a mayores peligros que sus padres y necesitan mejores servicios y acceso a la información en todos los niveles, advirtió hoy el Fondo de las Naciones Unidas para la Población (FNUAP).
En su "Estado de la población mundial 1999", la agencia del foro mundial destaca que cerca de la mitad de los países del mundo ya han definido políticas específicas destinadas a los jóvenes en materia de salud reproductiva, pero señala la necesidad de multiplicar los esfuerzos al respecto.
Según proyecciones del FNUAP, el 12 de octubre el mundo contará con 6.000 millones de habitantes, un sexto de los cuales serán jóvenes de entre 15 y 24 años. En 62 países de diversos continentes, 40 por ciento de la población tendrá menos de 15 años.
En los países en desarrollo, la proporción de jóvenes en la población total disminuirá de 19 por ciento en 1995 a 14 por ciento en el 2050, pero en números absolutos, ese sector aumentará, de 859 millones a 1.069 millones.
De acuerdo al informe, esa franja de la población está expuesta hoy a riesgos como "el embarazo no deseado, el VIH-sida y otras enfermedades sexualmente transmisibles, la explotación sexual, y la separación de padres y comunidades".
La mitad de los 11 nuevos casos por minuto de infecciones por el virus del sida que se registran actualmente en el mundo afectan a la población de entre 15 y 24 años. El 95 por ciento de los casos se dan en los países en desarrollo, y una tercera parte del total en el Africa subsahariana.
Los "nuevos jóvenes" se inician en la vida sexual más temprano que lo que lo hacían sus pares de generaciones anteriores, por lo que requieren de un mayor grado de información en la materia, destaca.
No obstante, esas necesidades están hoy cubiertas sólo parcialmente, sobre todo en los países en desarrollo, donde el déficit al respecto es particularmente elevado.
El FNUAP recuerda que en 1994, en la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de El Cairo, los gobiernos se comprometieron a brindar acceso a información y servicios en salud reproductiva a 90 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 24 años antes del 2005 y a 95 por ciento antes del 2010.
Los servicios incluyen la provisión de preservativos tanto a varones como a mujeres, exámenes voluntarios de sida, asesoramiento y seguimiento. Sin embargo, el creciente número de nacimientos no deseados que se registra en el planeta deja entrever un importante déficit al respecto.
Según el FNUAP, más de 14 millones de adolescentes dan a luz cada año, y una amplia proporción de esos embarazos son no deseados. La Organización Mundial de la Salud releva a su vez anualmente unos 4,4 millones de abortos realizados por adolescentes.
"Proveer información y servicios en salud reproductiva es esencial para reducir el número de embarazos adolescentes, el aborto y los riesgos sanitarios que de él derivan", subraya el documento de la agencia de las Naciones Unidas.
En algunos países, en particular de Africa, Asia y América Latina, las adolescentes embarazadas deben abandonar el sistema educativo. Sólo en Kenia, 10.000 chicas en edad escolar siguen ese camino.
Ese país, como otros de Africa (Benín, Burkina Faso, Ghana, Malí, Nigeria, Tanzania, Zambia) aparece entre las naciones del planeta en que las mujeres de entre 15 y 19 años recurren en menor grado (menos de 18 por ciento) a métodos de planificación familiar modernos.
Africa es el continente con mayor retraso en la materia, ya que sólo 16 por ciento de las adolescentes utilizan algún método anticonceptivo moderno, seguido por Oceanía (29 por ciento) y a mucha distancia de Europa (46 por ciento), Asia (56), América Latina y el Caribe (57), y América del Norte (68 por ciento).
Al establecerse la tabla de nacimientos entre mujeres de 15 a 19 años, Africa aparece a la cabeza, con 119 por mil, seguida de América Latina (76 por mil), Asia (57), América del Norte (56), Oceanía (28) y Europa (25 por mil).
El estudio del FNUAP destaca por otra parte que "en numerosas culturas existe un doble estándar sexual, el fomentarse la abstinencia o la sumisión entre las mujeres y la actividad y la experimentación entre los varones".
No obstante, también en ese caso los jóvenes de ambos sexos padecen por igual un escaso o nulo nivel de educación sexual en el ámbito escolar y no hablan de esos temas con sus padres.
Diversos estudios, indica el informe, muestran por otra parte que los jóvenes deben recibir una educación sexual diferenciada según si ya se han iniciado en la vida sexual o no.
El FNUAP destaca el trabajo que llevan a cabo a lo largo y ancho del planeta organizaciones no gubernamentales (ONG) que se esfuerzan por suplir las carencias del Estado en la materia.
En República Dominicana, por ejemplo, donde las complicaciones derivadas de embarazos tempranos constituyen la primera causa de muerte entre mujeres adolescentes, dos ONG imparten educación sexual a jóvenes de 36 barrios periféricos de la capital y de tres pequeñas ciudades del interior.
Ambas asociaciones, cuyo trabajo es respaldado por el FNUAP, proveen gratuitamente preservativos, informan sobre los riesgos del "sexo no seguro" e intentan convencer a los adolescentes de postergar su primer contacto sexual completo o de mantener relaciones con una sola pareja.
El documento del FNUAP subraya de manera general que, pese a las dificultades existentes, hay un creciente número de países que implementan servicios en salud reproductiva y programas de educación sexual para adolescentes.
Jamaica, Kenya y Burkina Faso son resaltados como ejemplos por colocar a los adolescentes en el centro de sus programas de salud reproductiva. (FIN/IPS/dg/ag/pr/99