Venezuela reaccionó con cautela frente al alza por encima de los 20 dólares del barril de petróleo de producción nacional y se pronunció por un "límite racional" de precios para garantizar la estabilidad del mercado.
"No queremos que el precio del petróleo suba de un límite racional", afirmó el presidente Hugo Chávez, quien añadió que este país insistirá en su propuesta de un sistema de bandas de cotizaciones con límite máximo y mínimo para evitar oscilaciones bruscas.
Venezuela participa activamente en la estrategia de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la que es miembro fundador, de control de la producción para elevar los precios del crudo, que en 1998 cayeron en picada.
La estrategia de la OPEP aplicada desde marzo generó un alza continua de los precios petroleros, cuya baja había ocasionado serios problemas a economías que dependen de esa materia prima, como la venezolana.
A comienzos de este año, la cesta de crudos venezolanos se cotizaba a unos siete dólares el barril, y el gobierno se atrevió a presupuestar un precio promedio de nueve dólares para 1999.
Pero esta semana la cesta venezolana registró niveles de 20,5 dólares por barril, mientras que el cálculo del promedio para todo el año ronda ya los 15 dólares.
Chávez, cuyo gobierno se alineó firmemente con la OPEP, reiteró este miércoles que Venezuela tiene pautado respetar el acuerdo con la organización y con México de mantener los recortes de producción hasta marzo del 2000.
Pero al mismo tiempo manifestó que esperaba un equilibrio del mercado, para que los precios "no vayan a irse de nuevo a 30 o 40 dólares por barril".
El mandatario venezolano alertó sobre los peligros generados por distorsiones del mercado, y llamó a "evitar esos derrumbes y esas escaladas que generan incertidumbre y dificultades" a productores o a consumidores.
Recordó que Venezuela ha pasado "por varios boom petroleros", que disparan los precios, un ciclo que después los lleva a "desplomarse y estrellarse" generando indertidumbre para el país.
Venezuela insistirá en la posibilidad de establecer una banda de precios en reuniones de la OPEP pautadas para este mes, y durante una cumbre de soberanos y gobernantes de la organización, que se llevará a cabo en Caracas en marzo del 2000.
"No se trata de poner a pelear a los productores con los consumidores", aseguró Chávez y planteó que la idea es "hacer un buen negocio" a través de una estabilidad de los mercados que beneficie a todos.
Analistas petroleros han planteado que el alza de precios podría detenerse si la perspectiva de ganancias estimula la reapertura de pozos que habían cerrado debido a sus elevados costos de producción.
También se ha especulado sobre la posibilidad de resquebrajamiento de la estrategia de la OPEP debido a la presión de los precios, pero la mayoría de los países de la organización ha manifestado su propósito de respetar el acuerdo.
Entretanto, la presión alcista detonada por la OPEP se ve reforzada por una disminución en los inventarios de crudos de Estados Unidos, el principal consumidor del mundo, y por la reactivación de las economías asiáticas. (FIN/IPS/lc/ag/if/99
