La nueva administración de la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) ratificó hoy su vocación de "empresa de negocios", y anunció que espera crecer hasta convertirse en una de las mayores corporaciones del mundo.
"Esta va a ser una de las primeras empresas del mundo. Esta es una empresa de negocios, y hace negocios rentables", vaticinó el presidente de PDVSA, Héctor Ciavaldini, reunido con la prensa extranjera acreditada en Caracas.
PDVSA, tercera empresa petrolera mundial, fue objeto de un controversial cambio de poder hace 10 días, cuando el entonces presidente Roberto Mandini renunció a causa de sus diferencias con Ciavaldini, hasta entonces miembro de la directiva.
Ciavaldini fue nombrado en la directiva por el presidente Hugo Chávez, con quien tiene una relación a la que definió este viernes como "una confluencia de dos personas que tienen una visión de país y se juntan en un momento determinado".
Su llegada a la máxima posición dentro de la industria petrolera venezolana generó todo tipo de críticas y reservas, en especial por parte de quienes consideraron que implicaría mayor injerencia del gobierno en la empresa.
El nuevo presidente de PDVSA reiteró el carácter empresarial del grupo estatal y aseguró que se iniciará la búsqueda de buenos negocios, aunque sin afectar el cumplimiento de cuotas impuestas por la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), de la cual este país es socio fundador.
"Nosotros estamos con los recortes", afirmó Ciavaldini al recordar que la estrategia aplicada desde marzo permitió elevar el precio del crudo venezolano de siete a 19 dólares por barril en la actualidad.
PDVSA tiene una capacidad de producción de 3,3 millones de barriles diarios, pero en estos momentos sólo extrae 2,7 millones en cumplimiento de las cuotas de la OPEP.
Debido al aumento de los ingresos por la subida de los precios, la petrolera venezolana no tiene planes de buscar financiamiento en mercados internacionales.
Ciavaldini desestimó las versiones sobre una baja en el grado otorgado a la deuda de PDVSA por agencias calificadoras de riesgo de inversión, que argumentan la posibilidad de una mayor injerencia del Estado en la empresa.
"Esta es una empresa del primer mundo", aseguró, al destacar que su situación actual es "floreciente". También cuestionó la calificación de riesgo por empresas "que tienen su propio negocio", pues, consideró, PDVSA honra sus compromisos de deuda.
En todo caso, insitió en que en este momento la petrolera no se vería afectada por ese tipo de calificación ya que "su fortaleza financiera le permite decidir cuándo va a los mercados".
Por otra parte, confirmó que PDVSA buscará su "posicionamiento en el Caribe", siguiendo instrucciones del Estado, representado por el gobierno, que es su accionista, . Ciavaldini comentó que "hacia allá vamos".
Esa proyección incluye a Cuba, país al que, según dijo, PDVSA ya vende entre 40.000 y 60.000 barriles diarios de crudo. La petrolera venezolana quiere lograr una buena posición en ese país, pues considera que en el futuro habrá una apertura económica.
"Si apostamos ahora, tendremos ventajas", comentó Ciavaldini, aunque insistió en que las estrategias e inversiones de PDVSA dependen del potencial de un negocio.
En varias oportunidades, mencionó la importancia del gas para Venezuela. "Nos estamos preparando para una gran cantidad de negocios en esa área", afirmó.
Ciavaldini defendió la "férrea cultura corporativa" de PDVSA y aseguró que "el recurso humano" es el principal capital de la compañía, creada en 1976 cuando se produjo la nacionalización del petróleo.
En ese contexto, el presidente de PDVSA descartó despidos en la nómina de 40.000 empleados. "No sobran empleados, lo que faltan son negocios", insistió. (FIN/IPS/lc/mj/if en/99