El Defensor del Pueblo de Perú, Jorge Santisteban, advirtió hoy que recurrirá a la cooperación internacional si el gobierno no le proporciona los recursos que solicitó para supervisar las elecciones del año 2000.
"Es necesario disipar las tensiones políticas originadas por las versiones sobre presuntas irregularidades electorales en gestación", dijo el funcionario, pero rehuyó pronunciarse sobre las denuncias de acoso gubernamental contra los candidatos presidenciales opositores.
"No hay pruebas, no se puede juzgar por indicios", comentó en relación con el fallo de un tribunal civil que desestimó las denuncias presentadas por representantes de los candidatos presidenciales Alberto Andrade y Luis Castañeda.
Sus representantes presentaron a los jueces fotos y vídeos de incidentes contra sus actos electorales en ciudades del interior protagonizadas por grupos de partidarios del presidente Alberto Fujimori y de agentes policiales filmando sus actividades.
La acusacion más grave fue la de Andrade, quien aseguró que dos jóvenes de su partido, Somos Perú, fueron capturados y golpeados por cuatro encapuchados, a los cuales señaló como agentes del Servicio de Inteligencia.
"Considero que la actuación de la Defensoría del Pueblo, y de algunas organizaciones democráticas internacionales para supervisar las campañas electorales y el acto del sufragio puede tener efectos disuasivos favorables", expresó Santisteban.
Las fuerzas opositoras y el gobernante partido Cambio 90 discrepan sobre el derecho de Fujimori de postular en los próximos comicios a una segunda reelección consecutiva.
El Congreso, que cuenta con mayoría oficialista, aprobó una ley interpretativa según la cual la disposición constitucional que autoriza la reelección sólo por un período consecutivo no se puede aplicar en el caso de Fujimori, pues su primera elección se produjo en 1990, cuando estaba en vigor la anterior Constitución.
Fujimori no ha proclamado aún su candidatura y los principales dirigentes de su partido evitaban opinar al respecto hasta hace poco, limitándose a decir que el presidente tiene derecho a postularse y, si lo hace, lo apoyarán.
Pero el domingo 19 el ex presidente del Congreso Carlos Torres y Torres Lara admitió que el mandatario se postulará a la reelección y vaticinó que ganará en la primera ronda.
Según la reglamentación electoral, para ganar en la primera vuelta se necesita una votación superior al 50 por ciento de los votos. Si ningún candidato alcanza ese porcentaje, los dos más votados compiten en una segunda ronda.
Fujimori aparece encabezando las últimas encuestas, con 36 por ciento, seguido de Castañeda (31 por ciento) y Andrade (22 por ciento).
Estos resultados marcan un leve descenso del mandatario en los últimos 30 días, un repunte de cuatro puntos porcentuales de Castañeda y una caída de tres puntos de Andrade, actual alcalde de Lima.
Según las empresas encuestadoras, Fujimori vencería en una segunda vuelta a Andrade, pero no a Castañeda.
"Las encuestas revelan una opinión voluble del electorado", comentó el analista Isamel Crespo, del Centro de Investigaciones Sociológicas de España, quien recordó que hace cinco meses Andrade aparecía en primer lugar, cuatro puntos por encima de Fujimori y a bastante distancia de Castañeda.
Dirigentes de Somos Perú atribuyen el descenso de Andrade a la campaña oficial contra su candidatura, pero analistas independientes señalan como motivo de su caída la incorporación a su campaña de figuras vinculadas a partidos políticos.
"El electorado peruano sigue rechazando a los partidos tradicionales, sean éstos de izquierda o de derecha", afirmó el sociólogo Flavio Solorzano, de la organización no gubernamental Población y desarrollo.
"Mientras encabezaba lo que parecía un movimiento de independientes, las encuestas lo ubicaban en primer lugar", añadió.
El industrial Victor Khan opinó que "el descenso de Andrade en las encuestas se debe a la orientación populista de su equipo económico, recientemente formado para delinear su programa de gobierno".
"Los empresarios y los votantes de las clases A y B (las de mayores ingresos) no quieren que Fujimori se perpetúe en el poder, pero quisieran que su sucesor mantenga su línea política basada en la economía de mercado", afirmó Khan.
La estrategia electoral de Castañeda, de perfil bajo y sin pronunciamientos programáticos o ideológicos, le ha permitido atraer a los potenciales votantes que abandonan a Andrade.
En el sur de la sierra andina, la zona más pobre del país, surgió un cuarto candidato -Federico Salas, alcalde de Huancavelica- que aspira a repetir en el año 2000 la historia de 1990, cuando Fujimori, un desconocido profesor universitario de origen japonés, derrotó al famoso escritor Mario Vargas Llosa.
Salas saltó al escenario político en 1998, cuando encabezó una cabalgata de campesinos que llegó a Lima tras cuatro días de marcha para pedir obras públicas para su departamento.
La romántica cabalgata era el primer paso de un proyecto político de mayor envergadura. Luego promovió un movimiento descentralización de alcaldes de la zona andina, con los que formó el partido Perú Ahora, que busca las 500.000 firmas necesarias para inscribir su candidatura presidencial.
Salas dice que se apoyará no sólo en las provincias postergadas tradicionalmente por los partidos limeños sino también en los provincianos radicados en Lima, "que constituyen la médula de la micro y pequeña empresa, el sector económico y social más dinámico de Perú". (FIN/IPS/al/ag/ip/99