MEXICO: La guerrilla ataca otra vez en Guerrero

Al menos cuatro soldados muertos y 10 heridos dejó una emboscada a un convoy del ejército de México, perpetrada, según las primeras versiones, por el guerrillero Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI) en el sureño estado de Guerrero.

El ataque pone fin a un lapso de varios meses en el cual los insurgentes redujeron sus actividades a acciones de propaganda en áreas rurales de Guerrero y del vecino Oaxaca, dos de los estados más pobres del país y con fuerte presencia militar.

La zona donde ocurrió la emboscada permanece cercada por las fuerzas de seguridad mexicanas, según fuentes extraoficiales.

El ataque fue reconocido este jueves en un escueto comunicado por la Secretaría (ministerio) de Defensa, que informó solo que fueron "levemente heridos dos elementos de tropa".

Un comando armado, al parecer del ERPI, atacó este miércoles un convoy militar en las cercanías del poblado El Ranchito, municipio de Ayutla de los Libres, informó el síndico local, Santiago Abad Margarita.

"Se presume que fue un grupo guerrillero, probablemente del ERPI", señaló Abad Margarita, quien añadió que en el lugar de la agresión se encontraron cartuchos de ametralladoras AK-47, arma usualmente utilizada por los rebeldes que actúan en la zona.

Ese grupo guerrillero surgió de una escisión del Ejército Popular Revolucionario (EPR), que irrumpió el 28 de junio de 1996 para exigir cambios radicales en el sistema político mexicano.

El gobernador de Guerrero, René Juárez, presentó el lunes ante el Congreso legislativo local su plan de desarrollo estatal, que incluyó un llamado a las organizaciones rebeldes a abandonar las armas y aceptar un diálogo con las autoridades.

Hasta ahora, el gobierno ha calificado de delincuentes a los grupos que operan en Guerrero y Oaxaca y que desde el inicio de sus acciones armadas han tenido como objetivos destacamentos del ejército y la policía.

En contraste, la Secretaría (ministerio) de Gobernación lanzó el día 7 un plan de paz con la intención de reanudar las negociaciones con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), surgido hace cinco año en el estado sureño de Chiapas.

Los zapatistas no son atacados por el ejército, merced a una ley que promueve el diálogo, suspendido desde 1996 por discrepancias entre las partes.

Abad Margarito señaló que los alrededores de la comunidad de El Ranchito fueron acordonados por batallones de infantería que impedían el paso.

De acuerdo con testimonios de algunos lugareños, una columna de 30 militares que viajaban en dos vehículos Hummer hacia su cuartel, ubicado en Cruz Grande, fue emboscada por una decena de hombres encapuchados.

Los supuestos miembros del ERPI accionaron sus armas desde una distancia de unos 200 metros. Los militares repelieron la agresión a tiros y con lanzagranadas y, según testigos, cuatro soldados resultaron muertos y al menos 10 fueron heridos.

A raíz de esos hechos, decenas de militares recorrieron unas 10 comunidades de Ayutla de los Libres e instalaron en las cercanías un puesto de revisión.

En ese municipio se detectó la presencia del ERPI en junio de 1998, cuando efectivos del ejército atacaron en la comunidad de El Charco a campesinos y guerrilleros que participaban en una reunión comunitaria.

El saldo de esa cruenta matanza fue de 11 muertos, cinco heridos y más de 20 detenidos.

El EPR apareció por primera vez en escena de manera espectacular, en la conmemoración del aniversario de la muerte de 17 labriegos y otros 22 heridos a manos de policías en el vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de Benítez, Guerrero.

Ondeando una bandera verde con una estrella roja cruzada con un machete, un fusil y un martillo, perfectamente uniformados y con los rostros cubiertos con pañuelos, 60 hombres armados surgieron del monte e ingresaron en el acto público que luego fue transmitido por televisión.

Tras la aparición del EPR, numerosas personas, la mayoría campesinos, fueron detenidos por supuestos vínculos con el grupo armado.

Organizaciones no gubernamentales denuncian una ola de persucuciones, torturas y hostigamiento contra campesinos e indígenas fue desatada por miembros del ejército.

Al complejo entramado de fuerzas que actúan en Guerrero, donde proliferan el cultivo de drogas, se suma el aparente surgimiento de nuevos grupos guerrilleros.

A finales de junio, se confirmó la presencia de un Comité Clandestino Revolucionario de los Pobres.

Un sistema de información sobre seguridad pública del estado de Morelos, lindante al sur con la ciudad de México, informó hace unos meses que unas 14 organizaciones guerrilleras actúan discretamente en áreas meridionales de este país.

Por su parte, el privado Centro de Investigaciones Históricas de Movimiento Armados afirmó que en 1993 se reunieron en la ciudad oriental de Puebla todos los grupos rebeldes para definir una estrategia de lucha común.

El gobernador Juárez reonoció el lunes que en su estado, donde la cuarta parte de la población es analfabeta y 15 de cada 100 niños en edad escolar no asiste a clases, no han funcionado los mecanismos oficiales a cargo de atender los problemas de marginación y pobreza.

En ese sentido, su plan de desarrollo para el estado plantea que los grupos armados retornen a la legalidad y acepten dialogar con su gobierno.

Analistas sostienen que las malas condiciones de vida en esa región auguran larga vida a los grupos armados irregulares. (FIN/IPS/pf/mj/ip/99

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