La mayor universidad de México y de América Latina, que cumplió el lunes cinco meses de huelga, sufre una merma de 40 por ciento en sus actividades de investigación científica y pérdidas por 100 millones de dólares.
Los huelguistas rechazaron el domingo en asamblea una propuesta del máximo órgano de gobierno de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), con miras a comenzar negociaciones que permitan volver a las aulas a 300.000 alumnos.
El Consejo General de Huelga (CGH), creado el 20 de abril al estallar el conflicto estudiantil más prolongado de la UNAM, exige la realización de un congreso universitario que discuta una reforma profunda de la casa de estudios.
La Rectoría de la UNAM se niega tajantamente a participar en ese congreso, que tendría carácter resolutivo.
Los huelguistas afirman que el congreso universitario impulsaría transformaciones democráticas en la UNAM. La aceptación por parte de las autoridades del congreso es una condición inamovible de los huelguistas para levantar el paro.
Los huelguistas dicen defender el carácter público, gratuito y autonómico de la universidad más grande de América Latina, así como la libertad de cátedra y de investigación.
La huelga fue decretada en protesta contra una reforma diseñada por el rector Francisco Barnés, cuyos planes de modernización fueron interpretados por los estudiantes como lesivos para el espíritu popular que ha regido a la UNAM.
El detonante del paro fue el aumento de la matrícula en febrero. La decisión de incrementar las cuotas de 0,02 dólares a 100 dólares fue derogada el 7 de junio, pero esa concesión no fue suficiente para suspender la huelga.
Los gastos de matrícula quedaron reducidos ahora a "aportaciones voluntarias".
El subsidio del gobierno mexicano a la UNAM ascendió este año a más de 850 millones de dólares, mientras los ingresos propios, producto de las cuotas de inscripción y otros servicios, aportaban al año otros 100 millones.
Analistas se preguntan por qué el rector se aventuró a afrontar una huelga si el incremento del pago de matrícula representaba una ínfima parte de los ingresos de la universidad.
Los huelguistas exigen el alargamiento del periodo de clases de modo que los estudiantes no pierdan el semestre, y reclaman, además, que las autoridades de justicia no actúen contra los impulsores de la protesta.
Unos 70.000 alumnos perdieron el semestre a causa del movimiento huelguista, que involucra además a 24.400 empleados administrativos y a 5.000 profesores.
Mientras, siguen su curso 32 procesos penales contra huelguistas acusados de actos de vandalismo en el marco del conflicto.
En la asamblea celebrada el sábado y domingo, el CGH decidió no cerrar los institutos de investigación de la universidad a cargo de 50 por ciento de la producción científica del país, según datos oficiales.
Los huelguistas coincidieron en que cerrar esos institutos les atraería la enemistad de los investigadores y favorecería la posición oficial, que busca desincorporar esos institutos de ciencia para desmantelar a la UNAM.
Sin embargo, las actividades científicas ya mermó 40 por ciento, informó el tesorero general de la UNAM, José Manuel Covarrubias.
Las consecuencias de la huelga en el desarrollo de la investigación científica se apreciarán a largo plazo, consideró Silvia Torres, directora del Instituto de Investigaciones Astronómicas.
El paro causó la suspensión de proyectos y programas como el de educación por televisión, exposiciones, talleres y otras actividades en museos universitarios.
"El paro nos afecta porque hemos tenido que cancelar proyectos además de suspender las clases, lo que afecta el prestigio de la UNAM fuera del país", explicó la investigadora Julieta Fierro.
"Como presidenta de la Unión Astronómica Internacional, represento un ejemplo de lo que podemos hacer los países en vías de desarrollo. Actualmente, acudo en desventaja a los foros mundiales con mi universidad parada", señaló Fierro.
Aunque lograron la gratuidad de la educación y dejaron en evidencia problemas administrativos dentro de la UNAM, los huelguistas "no supieron asumir su triunfo y lastimaron más a quien quisieron defender", opinó la investigadora.
El Consejo Universitario, máxima autoridad de la UNAM, se apresta a celebrar este jueves una sesión extraordinaria para nombrar una comisión de "enlace y negociación" con el CGH.
Pese al escaso apoyo popular a la huelga, los analistas estiman que no se percibe una pronta solución del conflicto.
Unos 20.000 huelguistas mantienen posesión del recinto universitario, mientras persiste la discusión de si la fuerza pública debe intervenir para desalojar a los estudiantes. (FIN/IPS/pf/mj/ed lb/99