JAPON: Apreciación del yen dificultará recuperación económica

Japón pidió la intervención del Grupo de los Siete (G-7) países más ricos para detener la apreciación del yen, pero la fría respuesta del bloque desilusionó al gobierno y retrasará la recuperación de la economía japonesa, según analistas.

El ministro de finanzas Kiichi Myazwa esperaba que los países del G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón), que se reunieron en Washington el sábado, trabajaran juntos para frenar el aumento de la moneda japonesa y estabilizar el mercado de divisas.

En lugar de eso, las principales naciones industrializadas expresaron a Tokio su solidaridad y sus ministros de finanzas declararon que "compartían la preocupación de Japón".

"La apreciación del yen es una amenaza para la economía japonesa en esta etapa. Aunque puede generar exportaciones más baratas a Japón, los beneficios a corto plazo no mejorarán la situación", explicó Kazufumi Tanaka, de la Organización de Comercio Exterior de Japón, un grupo comercial paraestatal.

Analistas comerciales explicaron que el yen fortalecido no necesariamente significará mayor inversión en Asia ni el aumento de las importaciones de Japón, como ocurrió entre 1985 y 1988, cuando la moneda japonesa aumentó casi 22 por ciento.

El yen aumentó alrededor de 15 por ciento desde julio y se cotizó a 106,10 unidades por dólar el miércoles.

"Esta vez la situación es diferente porque las compañías japonesas ya reubicaron gran parte de su producción en Asia. Lo preocupante es que con la caída de las exportaciones, … se verán obligadas a reducir aún más las inversiones", explicó Tanaka.

El Ministerio de Finanzas informó que las importaciones procedentes del resto de Asia cayeron 4,6 por ciento en agosto a 2.135 millones de dólares, la primera caída en tres meses.

Representantes de Hanwa Securities, de Corea del Sur, señalaron la semana pasada que el impacto positivo del yen fortalecido sobre las exportaciones coreanas se diluyó debido a la capacidad de las compañías japonesas para adaptarse rápidamente a la nueva situación.

Según los investigadores, Corea del Sur deberá desarrollar estrategias para hacer frente a los pagos de préstamos en yenes y la carga que surge de la importación de componentes japoneses.

El creciente desempleo y la menor inversión empresarial en nuevas fábricas y equipos reflejan el mal estado de la economía japonesa.

El sistema bancario, otra causa de preocupación, tampoco da señales de cambio. El periódico Mainichi Shinbun, informó el viernes que la deuda bancaria es exorbitante.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) se hizo eco de las preocupaciones de Japón. Hubert Neiss, director de las operaciones del FMI en Asia y el Pacífico dijo en Tokio que la apreciación del yen implica un "serio riesgo" para la recuperación de la economía japonesa.

Los expertos prevén que el yen seguirá aumentando hasta llegar a unas 100 unidades por dólar, por lo menos hasta fin de año. La situación ya tiene efectos negativos en el sector de las exportaciones.

La economía se mantiene a flote gracias al fuerte gasto público y las ganancias de exportación de compañías japonesas. El gasto interno continúa siendo bajo a pesar de un ligero aumento en áreas como la informática.

Los principales fabricantes de automóviles calculan una pérdida de 94 millones de dólares por año por cada aumento de un yen en la cotización frente al dólar.

Las exportaciones de automóviles a Estados Unidos y Europa cayeron 17 por ciento en julio como resultado de la apreciación del yen, según el Ministerio de Finanzas.

La Asociación de la Industria Petroquímica anunció que las exportaciones de etileno caerán en lo que queda del año, aunque la demanda asiática se mantendrá debido a la falta de proveedores en la región.

Altos funcionarios y analistas japoneses no están conformes con la falta de intervención de Estados Unidos para frenar el aumento de la moneda japonesa, cuyo proceso de fortalecimiento frente al dólar lleva tres años y medio.

El déficit comercial estadounidense sin precedentes de 25.180 millones de dólares en julio, un tercio del cual corresponde a Japón, divulgado por el Departamento de Comercio la semana pasada, es un elemento de presión más para el dólar.

La compra de yenes por inversores extranjeros ante las primeras señales de recuperación de la economía japonesa llevó a una apreciación sin precedentes de la moneda.

A pesar de la excesiva compra de dólares por el Banco de Japón en un intento de contener la apreciación del yen, la moneda japonesa giró esta semana en torno a las 106 unidades por dólar, a partir de un promedio de 120 unidades por dólar en agosto y 140 unidades por dólar hace un año.

El comentarista empresarial Mamoru Yoshida señaló que el yen se fortaleció en un momento en que las tasas de interés son altas y aumentó el precio del petróleo, con un impacto negativo sobre la economía mundial. (FIN/IPS/tra-en/sk/ral/at/aq/if/99

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