El arzobispo de Nueva Delhi convocó a manifestaciones en toda India este sábado para protestar por el asesinato a flechazos de un sacerdote católico en el oriental estado de Orissa, atribuido a fundamentalistas hindúes.
El crimen del sacerdote Arul Doss ocurrió el jueves en el distrito tribal de Mayurbhanj, próximo al lugar donde el evangelista australiano Graham Staines y sus dos pequeños hijos fueron quemados vivos por presuntos fundamentalistas hindúes en enero.
En una carta dirigida al primer ministro Atal Bihari Vajpayee, el arzobispo de Nueva Delhi Alain de Lastic culpó del asesinato a la "campaña de terror contra la comunidad cristiana en Orissa".
El Foro Cristiano Unido por los Derechos Humanos, presidido por el arzobispo, convocó a manifestaciones en todo el país este sábado para protestar contra el crimen de Doss, oriundo del austral estado de Tamil Nadu.
En Nueva Delhi, la protesta se hará en una marcha que congregará a diversas organizaciones religiosas, incluso a grupos hindúes, hasta el monumento de la Puerta de India, informó John Dayal, del Foro.
Aunque no se confirmó quienes fueron los responsables de la muerte de Doss, Dayal la atribuyó "a la misma ideología responsable de los asesinatos de los Staines".
"Nos inquieta que estos crímenes sigan ocurriendo a pesar de las seguridades dadas por los gobiernos central y estatal de que se dieron los pasos adecuados para garantizar la seguridad de las comunidades minoritarias y especialmente de los religiosos", dijo el arzobispo en su carta.
Doss fue asesinado pocas horas después de que el opositor Partido del Congreso, que gobierna en Orissa, lideró una huelga general estatal para protestar contra la muerte del joven musulman Sheikh Rehman por presuntos fundamentalistas hindúes en Mayurbhanj la semana pasada.
Según los testigos, Rehman fue muerto a hachazos por Dara Singh, presunto miembro del grupo hindú Bajrang Dal, vinculado al Partido Bharatiya Janata (BJP) que lidera la coalición de gobierno.
Dayal dijo que la muerte de Rehman demuestra claramente que no sólo los cristianos, sino también otras minorías, son objeto de las fuerzas "comunales", mientras los gobiernos central y estaduales delegan la responsabilidad y se culpan mutuamente.
Pero el prohindú BJP reaccionó a las muertes de manera ofensiva y exigió "la renuncia inmediata del gobierno del (Partido del) Congreso en Orissa".
Vajpayee, considerado un moderado dentro del BJP, dijo que en lugar de explotar el incidente políticamente en las vísperas de las elecciones generales, los partidos políticos y las organizaciones sociales deben unirse e impedir la violencia en el futuro.
Desde que el partido llegó al poder en marzo de 1998, India padeció una ola de violencia contra misioneros e instituciones cristianas, sobre todo en las zonas tribales del occidental estado de Gujarat y en Orissa.
El ministro del Interior Lal Krishna Advani reconoció que hasta febrero se produjeron 116 crímenes comunales contra cristianos durante el gobierno del BJP, más que en los 51 años desde la independencia del país.
La violencia pareció disminuir después de la indignación general que causó el asesinato de los Staines mientras dormían en un jeep, por una horda de fundamentalistas hindúes dirigidos por Dara Singh.
Las críticas de la comunidad internacional no se hicieron esperar. Vajpayee dijo que los crímenes lo avergonzaron y el presidente K.R. Narayanan los situó entre los "hechos negros del mundo".
El ministro Advani ordenó rápidamente la instalación de una comisión de investigación dirigida por un juez de la Corte Suprema, pero pareció indicarles el rumbo al declarar que grupos hindúes no tuvieron responsabilidad en las muertes.
La comisión responsabilizó a Dara Singh de los asesinatos, pero no halló evidencia para vincularlo a grupos fundamentalistas hindúes, a pesar de que hubo pruebas policiales en ese sentido.
El independiente Centro de Documentación de Derechos Humanos de Asia Meridional sugirió, en un informe sobre la comisión divulgado la semana pasada, que la investigación fue un ejercicio para lavar la imagen del gobierno, algo que ya habían señalado varias organizaciones cristianas.
Las conclusiones de la comisión "se oponen a la evidencia de que Dara Singh … era miembro del Bajrang Dal y del Partido Bharatiya Janata", sostuvo el Centro de Documentación.
El organismo de derechos humanos también acusó a la comisión gubernamental de "hacer política partidaria al atribuir al gobierno del Partido del Congreso en Orissa las muertes de los Staines".
"El informe no hace nada por garantizar a las minorías que sus derechos serán protegidos en concordancia con el derecho internacional y la Constitución de India", concluyó. (FIN/IPS/tra-en/rdr/aq/hd-ip/99