IBEROAMERICA: Ministros de Economía no aconsejarán a presidentes

Los ministros de Economía de Iberoamérica reunidos desde hoy en Cuba no plantearán recomendaciones a los jefes de Estado y de gobierno rumbo a la Cumbre de noviembre, pues se limitarían a diagnosticar la situación financiera del área.

La cita de dos días ha sido definida por autoridades de la isla, escenario de la IX Cumbre Iberoamericana, como ocasión favorable para el intercambio de experiencias entre los formuladores de políticas económicas de cada nación.

La reunión debe ser el "momento propicio para incrementar los lazos, las relaciones económicas y fijar un futuro de acciones conjuntas en beneficio de todos nuestros países", dijo el ministro cubano de Finanzas y Precios, Manuel Millares.

Sin embargo, a diferencia de las restantes reuniones sectoriales realizadas como preparatorias de la cumbre, los jefes de Estado y de gobierno recibirán apenas un informe sobre el desarrollo de las sesiones, y no una declaración final ni recomendaciones, que no están previstas.

Aunque para algunas naciones lo peor parece haber pasado, sobre la cita ronda el fantasma de la crisis financiera que estalló a mediados de 1997 y sus consecuencias en las economías latinoamericanas.

En ese sentido, fuentes allegadas a la comisión organizadora recordaron que entre las consecuencias de las turbulencias financieras que afectan a la región figuran la reducción del comercio y el abaratamiento de las exportaciones de productos básicos.

Así mismo, disminuyeron y se encarecieron los créditos con un consecuente mayor endeudamiento, comentaron expertos, que pronosticaron para 1999 una contracción del 0,4 por ciento en el producto interno bruto (PIB) latinoamericano.

Los analistas añadieron que se espera una tendencia a la recuperación solo a partir del último trimestre del año en curso y recordaron que el PIB de la región creció 2,3 por ciento en 1998, frente a un pronóstico de 5,1 por ciento.

En opinión de Millares, América Latina debe afrontar el próximo siglo "bajo concepción de unidad, de solidaridad, para buscar los intereses comunes" y poder competir "en condiciones de igualdad".

El canciller cubano Felipe Pérez Roque entregó la invitación oficial a la IX Cumbre a la presidenta panameña Mireya Moscoso, que asumió el miércoles. Panamá acogerá el año próximo a la décima edición de estas citas de los gobernantes de España, Portugal y América Latina.

El ministro aseguró que la declaración final de la cumbre, sobre el tema "Iberoamérica y la situación financiera internacional", está casi lista y cuenta con absoluto consenso, al igual que "el Programa de Cooperación iberoamericano" y la creación de la Secretaría de Cooperación.

Entre los asistentes a la reunión en curso figura el vicepresidente segundo del gobierno español y ministro de Economía, Rodrigo Rato, quien espera aprovechar su visita para discutir con autoridades cubanas la posibilidad de avanzar en líneas de crédito preferentes.

Así mismo, prevé continuar con el vicepresidente cubano Carlos Lage conversaciones sobre la renegociación de la deuda de la isla con España, de unos 1.000 millones de dólares, problema abordado ya en febrero por ambos funcionarios.

España es fiel defensor de estas reuniones anuales de la comunidad iberoamericana, la primera de las cuales se celebró en Guadalajara, México. Pero, al parecer, su diplomacia no podrá impedir algunas ausencias en La Habana.

El presidente chileno, Eduardo Frei, reiteró la semana pasada en Ecuador que no viajará a la capital cubana en noviembre.

El mandatario comenzó a hablar de su ausencia en junio, en Río de Janeiro, luego de que fracasaron sus gestiones para que España desistiera de reclamar la extradición del ex dictador chileno y actual senador vitalicio Augusto Pinochet desde Londres, donde está detenido desde octubre pasado.

"A nosotros nos parece prudente no asistir a una cumbre en la cual no se respetan acuerdos firmados. Defendemos principios, cosas que hemos firmado y son respetables", explicó Frei durante su visita a ese país.

También anunció que no concurrirá, en solidaridad con Chile, el presidente argentino Carlos Menem, en tanto el de Nicaragua, Arnoldo Alemán, asegura desde la pasada cumbre, en Oporto, Portugal, que se abstendrá de participar.

Otra ausencia probable es la del presidente de El Salvador, Francisco Flores, aunque no hay aún anuncios oficiales al respecto. En este caso, la causa sería la condena a muerte que pesa desde marzo sobre dos salvadoreños acusados de terrorismo.

Sin embargo, las autoridades cubanas se han mantenido ajenas a tales anuncios y fuentes cercanas a los preparativos de la cita recordaron que no sería la primera vez que una iberoamericana se realice sin la participación de todos los mandatarios. (FIN/IPS/mj/if ip/99

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