Ecuador declarará una moratoria en el pago de 96 millones de dólares, correspondientes a los intereses de bonos Brady que vencen el 28 de este mes, reconoció hoy una alta fuente gubernamental.
La decisión está tomada, porque la única salida que le queda al país, "incluso a riesgo de ser sancionado", es no pagar este vencimiento y enseguida renegociar su deuda externa total, dijo a IPS una fuente del Ministerio de Finanzas.
Esa tesis, sería sustentada por el presidente del Banco Central, Pablo Better, y la mayoría del equipo económico, que viajó en pleno a Washington para participar en la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) que se celebrará la semana próxima.
La moratoria provocó una división en el equipo económico, ya que algunos creen que se debe pagar los intereses de los bonos Brady y enseguida presentar una propuesta de reestructuración de la deuda, para "no afectar la imagen del país".
Esa es la postura del secretario de Economía, Guillermo Lasso, quien renunció a su cargo el viernes, luego de que el presidente Jamil Mahuad acogiera la sugerencia de Better.
Lasso, que asumió hace 39 días como coordinador del equipo económico, considera que la moratoria "dificulta la negociación con los acreedores", pero no presentó renuncia irrevocable sino como una estrategia para que el primer mandatario cambie de opinión y finalmente asuma su propuesta.
"Ecuador tiene los 96 millones de dólares que debería desembolsar el día 28, pero aunque pague, la crisis financiera se profundizará y no se podrá cumplir compromisos futuros, por lo que se impone una solución ahora", señaló una fuente gubernamental consultada por IPS.
Durante este año, el gobierno ecuatoriano desembolsó 2.400 millones de dólares para pagar los servicios de la deuda externa, lo que corresponde al 50 por ciento del presupuesto. A eso se suman 1.500 millones utilizados para sanear el sistema bancario, que sufrió la quiebra de 11 entidades en los últimos 10 meses.
El lunes 27 las autoridades económicas ecuatorianas se reunirán con los principales tenedores de bonos Brady y el martes 28 anunciarán su estrategia de reestructuración de la deuda, que será oficializada el jueves 30 por Mahuad.
"A Ecuador no le queda otra alternativa que la reestructuración de la deuda porque el nivel de endeudamiento es demasiado alto en este año", dijo Better.
Ecuador sería el primer país en incumplir el pago de bonos Brady. Esto podría desencadenar el cese del pago por 500 millones de dólares en eurobonos, una medida que tampoco tiene antecedentes.
La declaración de una moratoria por parte de Ecuador podría producir una desconfianza generalizada en el mercado de bonos de los países del Sur en desarrollo, evaluado en 300.000 millones de dólares.
Los banqueros privados temen que sea un precedente para que otros países en situación similar asuman la misma actitud.
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ya anunció en Nueva York que su gobierno cumplirá con todos sus compromisos financieros, pero buscará un acuerdo con sus acreedores para disminuir su deuda, de 21.000 millones de dólares.
Ante la posible moratoria, Ecuador ha tomado medidas para preservar sus activos en el exterior.
"Estamos trabajando con abogados de la República en el exterior para gestionar las medidas precautelares necesarias en caso de que ese (la moratoria) sea el camino escogido", dijo el ministro de Finanzas, Alfredo Arizaga.
El movimiento de cuentas del Estado ecuatoriano empezó hace 30 días, y las entidades estatales recibieron la recomendación de no invertir sus recursos en el exterior para resguardarse durante el proceso de renegociación de la deuda externa.
"La moratoria es una de las opciones, pero no es el fin del mundo", sentenció Arizaga, e indicó que el riesgo de embargo de activos en caso de adoptarse esta medida lo enfrenta exclusivamente el Estado ecuatoriano.
"No tendrían problemas ni las cuentas corrientes, ni las inversiones, ni los activos de las personas privadas en el exterior", aseguró el ministro.
Los bonos Brady, creados en 1989, tomaron su nombre del secretario del Tesoro de Estados Unidos Nicholas Brady, quien organizó el plan financiero para superar la crisis de la deuda externa de América Latina ante los bancos comerciales, que estalló en 1982.
El plan comprendió la reducción de la deuda principal y la refinanciación de pagos del capital adeudado restante y de los intereses devengados.
Los viejos títulos de deuda fueron reemplazados por bonos respaldados con un depósito de garantía en la Reserva Federal y el aval del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
Ecuador suscribió el acuerdo de renegociación de su deuda externa bajo el esquema Brady en octubre de 1994. Los bancos extranjeros redujeron el 30 por ciento del valor de sus acreencias y obtuvieron la garantía de que el capital de sus créditos sería pagado.
La deuda ecuatoriana, de 16.000 millones de dólares, representa 111 por ciento del producto interno bruto (PIB), y los bonos Brady corresponden a 6.000 millones. El 52 por ciento es adeudado a bancos privados, 30 por ciento a organismos multilaterales de crédito y 18 por ciento al Club de París.
La crisis que atraviesa Ecuador se refleja en el aumento del desempleo, que pasó de 13 por ciento en agosto de 1998 a 18,1 por ciento, en tanto el subempleo se situó en 54,4 por ciento.
La reserva monetaria internacional cayó de 1.860 millones de dólares en junio de 1998 a 1.320 millones en agosto de este año, y el déficit fiscal llegó en 1998 a 1.200 millones de dólares, seis por ciento del PIB, y se estima que a fines de este año llegará a 7,3 por ciento.
En 1999, el PIB de Ecuador caerá en siete por ciento y la inflación llegará a 54 por ciento, agudizando la tendencia recesiva. El dólar pasó de 7.500 sucres en enero a 13.900 en la actualidad, con un pico de casi 19.000 sucres en marzo.
Desde hace ocho meses el gobierno ecuatoriano negocia con el FMI un crédito de contingencia que le de un respiro, con lo que recibiría 400 millones de dólares del Fondo y 1.000 millones del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
Para firmar el acuerdo, el FMI exige que el gobierno ecuatoriano cierre el déficit presupuestal, elevando los impuestos en 50 por ciento, y renuncie al rescate bancario.
El gobierno envió al Congreso el proyecto de presupuesto para el año 2000, con el aumento de impuestos, pero no contaría con el respaldo de los parlamentarios, en tanto la semana pasada se produjo el rescate del Banco Popular, por lo que el acuerdo seguiría postergándose. (FIN/IPS/kl/ag/ip-if/99