Cuatro días después que un grupo de presuntos guerrilleros colombianos secuestrara a 12 personas, el gobierno de Ecuador considera que "el caso está fuera de su alcance" y un ex jefe militar denunció el hecho como una provocación para involucrar al país en el conflicto colombiano.
El general Paco Moncayo, actual diputado de la Izquierda Democrática y ex jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, considera que si el secuestro fue cometido por las guerrilleras Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se trataría de un grave error político.
Esto podría dar la excusa para una intervención directa de los países fronterizos con Colombia en el conflicto interno de ese país, afirmó Moncayo, máximo jefe militar ecuatoriano durante el conflicto armado con Perú en 1995.
O los dirigentes guerrilleros colombianos "declaran una cosa y hacen lo contrario, o puede ser una provocación que venga de otros orígenes para involucrar a las FARC e involucrarnos a nosotros en un conflicto con ellos", dijo el ex jefe militar.
El general Carlos Mendoza, jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas de Ecuador, dijo a IPS que no está claro si los secuestradores son guerrilleros o paramilitares de derecha.
Aunque las versiones oficiales todavía apuntan a que el grupo se encuentra en territorio ecuatoriano, altos funcionarios del gobierno consideran que ya estarían en Colombia, por lo que no se podría hacer nada para rescatarlos, según publicó el diario Hoy, de Quito.
Las autoridades de Colombia no descartan que detrás del múltiple secuestro esté Carlos Castaño, jefe de los grupos paramilitares de derecha, quien hace pocas semanas anunció la creación de un bloque paramilitar en la zona fronteriza con Ecuador, según el diario El Tiempo, de Bogotá.
El comandante Raúl Reyes, encargado de relaciones internacionales de las FARC, declaró a la televisión ecuatoriana: "Estamos garantizando que no accionamos militarmente en ninguno de los países fronterizos con Colombia y por eso también reclamamos reciprocidad".
Reyes advirtió que hay sectores que están cumpliendo las tareas de Estados Unidos para justificar la intervención en el conflicto colombiano y arguyó que Ecuador no puede servir de carne de cañón a una guerra que no es suya".
El presidente de Ecuador, Jamil Mahuad, se reunió este miércoles con los ministros de Defensa, José Gallardo, y de Gobierno (Interior), Vladimiro Alvarez, para analizar el secuestro y la situación de la frontera con Colombia.
El secuestro colectivo fue realizado por un comando de 25 personas vestidas con traje militar y la cara pintada, el sábado pasado en la carretera Tarapoa-Lago Agrio, en la provincia amazónica de Sucumbíos, fronteriza con Colombia.
Los secuestradores tuvieron un enfrentamiento en el que murió un soldado ecuatoriano.
Entre los secuestrados, siete ciudadanos canadienses y un estadounidense que trabajan para la empresa petrolera canadiense United Pipeline, subsidiaria de la Compañía City Investing.
El resto del grupo lo componen tres españoles y una belga que trabajan para la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), una organización internacional vinculada a radios populares de América Latina que tiene su sede en Ecuador.
Hasta el momento los secuestradores no establecieron contacto para exigir rescate.
Vicente Martínez, directivo de ALER, dijo a IPS que piensan seriamente en trasladar la sede de la organización a otro país, en vista de la inseguridad y pidió al gobierno ecuatoriano que se ocupe del secuestro como tema prioritario.
El ejército ecuatoriano movilizó 400 soldados expertos en combates de selva, mientras que otro grupo de 500 resguarda el cordón limítrofe con Colombia. A ellos se suman efectivos de la Fuerza Aérea, que patrullan la provincia de Sucumbíos, y 500 marinos que patrullan los ríos amazónicos.
Desde marzo Ecuador mantiene movilizado unos 5.000 soldados a lo largo de los 600 kilómetros de frontera con Colombia, pero tras este secuestro se maneja la posibilidad de enviar más efectivos a la zona. (FIN/IPS/kl/ag/ip/99
