DESARROLLO: Pequeñas islas tuvieron su día bajo el sol en la ONU

La ONU concluyó hoy dos días de reuniones especiales dedicadas a los intereses de los pequeños estados insulares, que protestan porque sus problemas suelen pasar inadvertidos en el foro mundial.

Los representantes reunidos en la ONU (Organización de las Naciones Unidas) señalaron el lunes que se avanzó poco en la solución de problemas financieros y ambientales de sus estados desde que más de 100 países se reunieron en Barbados en 1994 para hallar medidas conjuntas.

La conferencia de Barbados produjo un programa de acción para forjar alianzas que permitieran resolver problemas relacionados con el ambiente, residuos tóxicos, vulnerabilidad económica y otros.

Sin embargo, no se ha hecho lo suficiente para implementar los compromisos contraídos, dijeron los líderes de los pequeños estados.

"El punto de vista de mi gobierno es que la puesta en marcha del Programa de Acción de Barbados ha sido lenta", expresó el presidente Leo Falcam, de Micronesia, uno de los 40 mandatarios que asistió a la reunión especial.

La ayuda oficial directa que reciben los pequeños estados de otros gobiernos descendió drásticamente en los últimos cinco años, agregó.

La ayuda bilateral y multilateral en favor de las pequeñas islas se redujo de 2.600 millones de dólares en 1994 a 1.960 millones en 1997, según datos de la ONU.

Al mismo tiempo, la vulnerabilidad económica de los estados insulares aumentó por la competencia de bloques regionales más grandes y por problemas ambientales, incluso la elevación del nivel del mar.

"La mayoría de las pequeñas islas tienen recursos limitados, ya sea humanos, territoriales o financieros. Muchas se encuentran en el pasaje de huracanes y ciclones", declaró el lunes el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

Annan destacó los problemas específicos que les crea la globalización, arguyendo que "la liberalización y el cese de preferencias comerciales especiales dificultará seriamente la competencia de ciertos productos de las islas".

Los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) se mostraron preocupados porque las cuotas que garantizan el acceso de su banano al mercado europeo serán eliminadas gradualmente porque así lo decidió la Organización Mundial de Comercio ante una protesta de Estados Unidos.

"Las luchas por el banano han sido una realidad cruel para los países del Caribe", arguyó Billy Miller, viceprimera ministra de Barbados.

Miller apuntó que las economías de los pequeños estados insulares necesitan una transición más prolongada y flexible para que puedan hacer los ajustes de la liberalización comercial.

Seymour Mullings, viceprimer ministro de Jamaica, instó a los países a desarrollar "un índice de vulnerabilidad" para determinar de qué manera los cambios en la economía mundial pueden afectar el desarrollo de las pequeñas islas.

En un documento que analiza la evolución del Programa de Barbados, los gobiernos acordaron corregir "las desventajas y vulnerabilidades de los pequeños estados insulares en desarrollo", en el contexto del comercio internacional e incluso el acceso a los mercados, "como resultado de la globalización".

El documento también se refirió a otras cuestiones clave, como la necesidad de la ayuda oficial extranjera y los embarques de residuos radiactivos y demandó medidas adicionales para afrontar cuestiones de seguridad en los próximos dos años.

Pero a pesar del compromiso retórico, al final resultan simplemente "palabras y más palabras", señaló el ministro de Exteriores de Sri Lanka, Lakshman Kadirgamar.

Kadirgamar sostuvo que algunas islas pequeñas necesitan asistencia urgente debido a los desafios ecológicos. Las Maldivas, una cadena insular en el océano Indico, están en peligro de ser "literalmente tragadas por el mar", explicó.

"Como el grupo más vulnerable debido a nuestros frágiles sistemas ecológicos, ubicación geográfica y propensión a los desastres naturales, seguimos siendo el radar que advierte al mundo sobre el cambio climático y la elevación del nivel del mar", dijo Kilroy Genia, fiscal general de Papúa Nueva Guinea.

El archipiélago de Papúa Nueva Guinea aún padece las consecuencias de las enormes mareas del año pasado, de dos erupciones volcánicas en 1994 y de los fenómenos metereológicos de El Niño y La Niña, agregó.(FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ego/aq/dv/99

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