Activistas humanitarios y ambientalistas están preocupados por la creciente cooperación entre el sistema de las Naciones Unidas y el sector privado, y señalan en especial a un organismo que vincula a la ONU con firmas acusadas de abusos.
Varias organizaciones no gubernamentales escribieron la semana pasada una carta a los directores de dos agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), instándolos a que no participaran en el Foro Humanitario de Negocios, con sede en Ginebra.
Uno de los dos presidentes del Foro Humanitario de Negocios (FHN) es Sadako Ogata, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados. Carol Bellamy, la directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, integra la dirección del foro.
El otro copresidente del FHN es John Imle, quien preside la Unión Petrolera de California (UNOCAL), una compañía que se hizo famosa por su proyecto del gasoducto de Yadana, en colaboración con la junta militar birmana, y sus esfuerzos, hoy suspendidos, de hacer negocios en Afganistán con el régimen del movimiento Talibán.
"La UNOCAL ha hecho tanto daño a mi país que es desalentador ver a respetadas agencias de la ONU asociadas con esa firma, en especial para quienes luchamos a diario contra sus violaciones de los derechos humanos", declaró Ka Hsaw-Wa, el director de origen birmano de la organización no gubernamental (ONG) Derechos de la Tierra Internacional.
Grupos humanitarios denunciaron que la construcción del gasoducto de Yadana desplazó a miles de aldeanos birmanos y explota a otros mediante trabajos forzados, añadiendo que las ganancias generadas por el proyecto fortalecerán a la junta militar.
La UNOCAL ha rechazado en forma reiterada esas acusaciones, asegurando que el proyecto se lleva a cabo con el debido respeto por los derechos humanos.
La lista de participantes en el FHN ha aumentado los temores de que algunas corporaciones estén intentando aprovechar su asociación con la ONU para mejorar su imagen.
Uno de los integrantes del foro es la transnacional Nestlé, que ha sido el centro de una controversia por distribuir un producto alimentario para niños que podría ser peligroso.
Una de las ONG que enviaron una carta a Bellamy y Ogata pidiéndoles que renunciaran al FHN fue el Centro de Acción y Recursos Transnacionales, un grupo humanitario con sede en la ciudad occidental estadounidense de San Francisco.
El centro encabezó en marzo una iniciativa contra los planes del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), actualmente en suspenso, para cooperar con compañías privadas como Dow Chemical y Rio Tinto.
"Hasta ahora, las agencias de la ONU han respondido a la solicitud de Kofi Annan (el secretario general del foro mundial) de que establecieran una relación más estrecha con el sector privado saltando dentro de la cama de una banda de malos empresarios", dijo Joshua Karliner, el director del centro.
Andrés Ramírez, funcionario de enlace del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, declaró el viernes que la agencia aún no había recibido la carta de las ONG, y que le daría respuesta en cuanto la recibiera.
Ramírez afirmó que el FHN es "una reunión tripartita en la cual las ONG, el sector privado y las agencias de la ONU discuten y tratan de entenderse mejor", y añadió que muchos grupos humanitarios, incluyendo a InterAction and Care, han confirmado su intención de participar en el foro.
Las agencias de la ONU han tratado de establecer mayor contacto con el mundo de los negocios durante los últimos años, y Annan ha insistido sobre la necesidad de aumentar su asociación con el sector privado.
El empresario estadounidense Ted Turner creó el año pasado una fundación para distribuir 1.000 millones de dólares en donaciones al sistema de la ONU durante la próxima década. Los fondos se destinarán a proyectos vinculados con cuestiones de población y salud, entre otros.
Esas contribuciones y los planes de cooperación con el sector privado del PNUD considerados a comienzos de este año fueron criticados por quienes temen que corporaciones con malos antecedentes busquen "blanquear" su reputación al asociarse con la ONU. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/ego/mp/dv ip/99)