Cinco grupos opositores de Cuba dieron a conocer hoy un programa de transición gradual hacia la democracia, que incluye al propio gobierno de Fidel Castro entre los actores del cambio.
El gobierno, la oposición pacífica y el exilio cubano "conforman los sujetos primarios de la transición", de acuerdo a un texto de 54 páginas que contiene la Plataforma común de la "Mesa de Reflexión de la oposición moderada".
La Mesa está integrada por el Partido Solidaridad Democrática, la Corriente Socialista Democrática Cubana, el Partido Liberal Democrático de Cuba, el Proyecto Demócrata Cubano y el Consejo Unitario de Trabajadores Cubanos.
El documento fue entregado el día 22 al Consejo de Estado, presidido por Castro, declararon a la prensa extranjera acreditada en Cuba dirigentes de los grupos que integran la Mesa.
Hoy resulta "imprescindible un proceso de democratización que, a través de una transición pactada, nos abra gradualmente las puertas a una modernización integral", se afirma en el capítulo dedicado a las vías para conseguir ese objetivo.
Esa "transición pactada" implica el contexto creado por "las tímidas reformas" puestas en práctica a principios de los años 90, luego de la caída del bloque socialista europeo, principal socio comercial de la isla durante cerca de tres décadas.
"Si Europa del Este fue sorprendida por la transición, Cuba está preparada para ella", considera el documento de la Mesa, cuyo proyecto está basado en una "fórmula incluyente alejada de las filosofías violentas que demandan la cabeza física o política de los adversarios".
En ese sentido, propone el diálogo amplio para la búsqueda de un acuerdo, por lo cual "sería deseable, positivo y favorable" que las autoridades continúen la liberación de prisioneros políticos y estimulen el clima de tolerancia dentro de la legislación vigente.
"La negociación pactada implica que la discusión sobre temas concretos objeto de virtuales acuerdos, tendrá por base una serie de conceptos: nación, soberanía, no injerencia, gradualidad en los cambios y reconocimiento y respeto integral de los derechos humanos", acota el programa.
También considera posible y necesario "encaminar los primeros pasos en dirección a un diálogo nacional" y así establecer contactos y encuentros de la comunidad civil y política emergentes con autoridades e instituciones oficiales.
"Esto iría creando el clima adecuado para una necesaria y posible negociación entre todos los factores implicados en la problemática cubana (gobierno, oposición interna, exilio) encaminado a pactar una auténtica transición a la democracia", dice el documento.
Entre los objetivos proclamados por la Mesa desde su constitución figuran la búsqueda de una "alternativa moderada para el cambio democrático" y el desarrollo de iniciativas conjuntas.
La Plataforma común intenta llenar la falta de un pensamiento político sólido por parte de sectores opositores, que hasta ahora se ha limitado a la protesta antigubernamental, en lugar de proponer alternativas para un cambio democrático, comentaron analistas.
Sin embargo, dirigentes de la Mesa puntualizaron que no es una alianza de organizaciones políticas y sus principios unitarios parten del reconocimiento de la autonomía de sus miembros.
Concilio Cubano, un intento de reunir a más de 100 grupos opositores de la isla, fracasó luego de ser prohibido por las autoridades en febrero de 1996. (FIN/IPS/pg/ag/ip/99