La visita este miércoles a Madrid del canciller cubano, Felipe Pérez Roque, permitirá que Cuba y España ajusten detalles para el desarrollo de la IX Cumbre Iberoamericana de noviembre en La Habana, cuyo éxito interesa a ambos países.
El canciller informó que la preparación de la cumbre es el objetivo oficial de su viaje, el primero que realiza a un país europeo desde que fuera designado para ocupar su cargo en sustitución de Roberto Robaina, en mayo de este año.
Pérez Roque llevará a Madrid un informe sobre los preparativos de la cumbre, a la cual aún no es posible asegurar que asistirán todos los jefes de Estado y de gobierno iberoamericanos.
Las autoridades cubanas, para las cuales la reunión de noviembre tiene importancia estratégica, han minimizado la posible ausencia de al menos cuatro mandatarios, a quienes afirman que La Habana espera con "las puertas abiertas".
"No podemos asegurar que estén presentes todos", dijo el canciller el último fin de semana, durante una conferencia de prensa en la cual recordó que en casi todas las cumbres anteriores faltó algún jefe de Estado o de gobierno.
La segunda de las cumbres iberoamericanas, que se realizan anualmente desde 1991, que tuvo por sede a España, no contó con la presencia de los mandatarios de Colombia, Perú, Portugal y Venezuela.
Madrid está entre los mejores aliados de la diplomacia cubana para sortear dificultades que puedan empañar el brillo de la reunión, ya que las cumbres iberoamericanas han dado a España la oportunidad de ser el principal vínculo entre Europa y América Latina.
Existe coincidencia sobre la utilidad y necesidad de estas reuniones como foros de integración y concertación, en un espacio para el debate de cuestiones de interés para todos, dijo Pérez Roque.
En la Cumbre Unión Europea-América Latina y el Caribe que se realizó en Rio de Janeiro en junio de este año, el presidente cubano Fidel Castro obtuvo del jefe del gobierno español, José María Aznar, la promesa de que no escatimaría esfuerzos para lograr que en noviembre no hubiera ausencias en La Habana.
"Te voy a nombrar el colaborador más leal de la Cumbre de la La Habana", dijo Castro a Aznar en uno de los dos encuentros sostenidos en esa ocasión, según testigos de las conversaciones, que también tuvieron por objeto las relaciones bilaterales.
Pérez Roque sostuvo que los vínculos entre Cuba y España están actualmente en una etapa de madurez y amplia colaboración e intercambio en todos lso terrenos.
La agenda del canciller cubano durante su visita a España, que se llevará a cabo los días 15 y 16 de septiembre, incluye una conferencia en la Casa de las Américas de Madrid, que corresponde tradicionalmente al país anfitrión de la cumbre.
Pérez Roque también entregará personalmente al rey de España, Juan Carlos II, la invitación de Castro para asistir a la cumbre, donde se le tienen reservada la "mejor residencia".
Castro no oculta su admiración y simpatía por el monarca, invitado a visitar la isla de manera oficial "cuando lo considere conveniente y apropiado", de acuerdo con las declaraciones del canciller.
La probable asistencia del Rey a la Cumbre Iberoamericana parece haber causado especial irritación entre sectores de derecha del exilio cubano en Miami.
El diario madrileño El País indicó la pasada semana que ese rechazo habría motivado el aplazamiento de una visita de los reyes de España a Estados Unidos, prevista para el 8 y 9 de noviembre, aunque medios diplomáticos señalaron que tales viajes se anuncian sólo con dos semanas de antelación.
Según el periódico, la Oficina de Información Diplomática de España confirmó en forma implícita que el viaje no se realizaría en esas fechas, al señalar que "la visita a Estados Unidos no ha sido suspendida, porque no había sido formalmente anunciada".
Obervadores apuntaron que el verdadero obstáculo para que sea conveniente una visita real a Washington radica en la posible aplicación de sanciones al grupo hotelero español Sol Meliá por sus inversiones en Cuba.
Ese grupo es investigado en Estados Unidos desde hace un par de meses, por la construcción de algunos de sus hoteles en terrenos que presuntamente pertenecieron a ciudadanos estadounidenses cuyas propiedades fueron confiscadas por el gobierno de Castro en los años 60.
Las autoridades españolas expresaron de inmediato su apoyo a Sol Meliá, que podría ser castigado por Washington con sanciones previstas en la Ley Helms-Burton, aprobada en 1996 por el gobierno de Bill Clinton para fortalecer el embargo de cuatro décadas contra Cuba.
Fuentes diplomáticas españolas dijeron a IPS que buena parte de los integrantes de la delegación española a la cumbre, o quizá todos elos, se alojarán en hoteles Sol Meliá en La Habana.
La agenda de Pérez Roque en Madrid incluye además entrevistas con el presidente Aznar y con el canciller Abel Matutes, en las cuales no se descarta que aflore el tema de la deuda de unos 1.000 millones de dólares de la isla con España.
"Consideramos que hemos llegado a una posición de comprensión y fluidez en los contactos sobre esta cuestión con autoridades españolas", comentó el canciller, quien reiteró la voluntad de su país de "honrar" sus compromisos en la medida de sus posibilidades.
España estima que la liquidación de la deuda es condición previa a la puesta en marcha de una línea de crédito con cargo al estatal Fondo de Ayuda Mutua al Desarrollo.
Cuba espera, a su vez, que le sea posible pagar sus deudas si se amplían las relaciones con España, que es su socio comercial más importante.
La gira del canciller cubano continuará en Portugal, sede de la pasada Cumbre Iberoamericana, y Nueva York, donde asistirá a los debates de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas y podría reunirse con empresarios estadounidenses. (FIN/IPS/pg/mp/ip if/99
