Cuba recibió como héroes a los miembros de la delegación que desarrolló una intensa ofensiva diplomática contra el bloqueo de Estados Unidos ante la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Miles de personas fueron movilizadas en cuestión de horas el lunes hacia la escalinata de la Universidad de La Habana, en el centro de la capital cubana, donde se realizó un acto de recibimiento con la presencia del presidente Fidel Castro.
En una breve intervención, el mandatario elogió el papel de cada uno de los integrantes de la delegación y sostuvo que la misión cubana ante el 54 período de sesiones de la ONU libró "una batalla histórica y victoriosa en pleno corazón del imperio".
Castro anunció la realización en breve de una mesa redonda ante la televisión nacional para analizar la labor desplegada en Nueva York, la cual, afirmó, "ayudará a acercar el día en que desaparezca el genocida bloqueo".
"Nosotros no tenemos impaciencia por la llegada de ese momento", aseguró.
Observadores locales estiman que, como ha sido costumbre durante décadas, el gobierno cubano está utilizando la lucha contra el bloqueo y la política hostil de Estados Unidos como elemento de cohesión interna.
El canciller cubano, Felipe Pérez Roque, afirmó este lunes de que hay indicadores de cambios en la política de Estados Unidos hacia Cuba, pero que no se debe esperar nada antes de las elecciones presidenciales previstas para el próximo año.
"Nuestro país quisiera tener relaciones normales con Estados Unidos", dijo Pérez Roque. Al mismo tiempo, aseguró que su país está preparado para "resistir una política irracional como ésta (el bloqueo) por otros 1.000 años".
Pero, según un informe del Ministerio de Relaciones Exteriores, "no ha habido absolutamente ningún intento de flexibilizar esa política genocida".
Cuba llevó a la ONU una proclama, aprobada el día 13 por la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), que declara al bloqueo económico de los Estados Unidos como un acto de genocidio.
Informes oficiales indican que la política estadounidense de sanciones ha causado pérdidas económicas superiores a los 65.000 millones de dólares y, sobre todo, afectado seriamente las condiciones de vida, salud y nutrición de las más de 11 millones de personas que viven en la isla.
El representante permanente alterno de Estados Unidos ante la ONU, Peter Burleigh, consideró "burdas exageraciones" las reflexiones sobre la política de su gobierno hechas por Pérez Roque ante la Asamblea General.
"Rechazamos la idea de que la decisión que tiene una nación soberana de restringirles a sus ciudadanos ciertas formas de comercio con otro país pueda calificarse de genocidio", dijo Burleigh.
A su juicio "el fracaso de la economía cubana se debe a la mala gestión económica del gobierno cubano, no al embargo de Estados Unidos", como, según analistas, quiere hacer ver el gobierno de Castro.
Además, catalogó como falsa la afirmación de que Estados Unidos prohíbe la venta de medicinas y suministros médicos a Cuba. "Esas ventas han sido autorizadas durante bastante tiempo y son específicamente permitidas por las leyes estadounidenses", dijo.
"El gobierno cubano continúa culpando a otros por sus errores mientras el pueblo de Cuba paga el precio", afirmó Burleigh, y aseguró que eran las decisiones políticas de ese gobierno las responsables de "la inadecuada atención a la salud que reciben" las personas en la isla.
El debate en el seno de la ONU concluyó con una contraréplica de Hassán Pérez, un joven de 22 años que preside la Federación Estudiantil Universitaria en Cuba, y que fue asignado por Castro para afrontar esta responsabilidad.
Cuba llevó a Nueva York una delegación integrada, entre otros, por el reverendo protestante Odén Marichal, la directora de un hospital materno habanero, Tania González, y la ministra de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Rosa Elena Simeón.
Además del canciller, todos los miembros de la misión se dedicaron en el curso de una semana a exponer ante diversos sectores de la sociedad civil estadounidense los impactos del bloqueo en la población cubana.
Por su parte, Pérez Roque celebró reuniones bilaterales con 57 personalidades, entre ellas un presidente, 53 cancilleres, un titular de Cooperación y dos secretarios de Estado.
Cuba espera para este año un mayor apoyo para la resolución de condena al bloqueo de Estados Unidos contra la isla en la Asamblea General de la ONU.
La resolución pasó de 59 votos a favor, 3 en contra y 71 abstenciones en 1992 a 157 votos a favor, 2 en contra y 12 abstenciones el pasado año. (FIN/IPS/da/mj/ip/99